La genealogía moral de la palabra bueno, según Nietzsche, proviene de los aristócratas griegos, no como clase social, sino como una élite ética, conocida como “los veraces”, “los que dicen verdad”. Su preparación intelectual y su honradez, les permitía definir las verdades, crear conceptos y sirviéndose de ellos de modo racional, “decir verdad”. A sensu contrario, definamos villano como aquél cuya boca solo conoce la falsedad, que no solo no crea conceptos, sino que además al utilizarlos, los embarulla creando un pensamiento y un discurso irracional.
Analizando las últimas ideas creadas y publicadas por los dos grandes líderes políticos españoles, podremos calibrar a compás, su pertenencia a la clase aristocrática de “los veraces” o a los villanos nietzscheanos.
Rubalcaba, ha anunciado que la primera medida que tomará, cuando vuelva a la Moncloa, es derogar la reforma laboral. Su mensaje implícito, es que considera injusta esa reforma, pero lo que realmente manifiesta es que desde la Moncloa (Ejecutivo) va a ordenar al Congreso (Legislativo) que cambie una Ley. Cuando llegue a la Moncloa, sin ser votado por los electores, (no se vota al Presidente del Gobierno en España), cursará orden de reformar la Ley, conforme a los criterios que en su día expondrá, a los diputados que él mismo eligió para ir en las listas. De este modo, deja bien claro que los diputados, no dependen de la voluntad de sus votantes, sino de la voluntad de Rubalcaba, poniendo blanco sobre negro, su concepto de democracia: El poder no reside en los representantes del pueblo, que no existen, sino en la voluntad del jefe del partido ganador.
Rajoy, manifiesta como se cambia la Constitución: “Me llamó Rodríguez Zapatero y me dijo, “necesito cambiar la Constitución” y yo le dije, adelante”. Y ambos dos, se transmutaron en Poder Constituyente (el mayor poder que existe en una nación y que en democracia solo pertenece al pueblo). Plácidamente cursaron las órdenes oportunas a los chicos del Legislativo durante el Periodo Constituyente, para reformar la Constitución. Deja así a las claras en su discurso, dónde reside la Soberanía, definida como aquel poder por encima del cual, no hay ninguno. La llamada Soberanía Popular, se queda en la Educación para la Ciudadanía, pero en la realidad, ni está, ni se concibe, ni se espera, ni se entiende. Si algo tienen en común los dos líderes, y en esto militan en el mismo partido, es que la soberanía en España, reside en los partidos, no en los votantes, como en una democracia.
El barullo de conceptos, la falta de rigor en el razonamiento, la ocultación de una verdad incómoda (el pueblo al que alaban, no tiene poder alguno), son las directrices de su pensamiento. Ni grandeza, ni altura de miras, solo hay propaganda y ansia de poder.
Para apreciar cómo eran los aristócratas nietzscheanos griegos, volvamos la vista 2.444 años atrás. El mejor discurso y el más famoso de todos los tiempos, acaso sea el discurso fúnebre de Pericles, según nos lo hizo llegar Tucídides. Con él Pericles, rindió homenaje a los primeros muertos de una guerra entre la oligarquía espartana y la democracia ateniense. Alabóel modo de vivir de Atenas, la “Igualdad de derechos” que presidía sus relaciones, defendió que no podía existir para el ateniense felicidad sin la Libertad que disfrutaban, eligiendo a sus gobernantes y elaborando mediante votos, sus leyes. Proclamó la Fraternidad, asegurando que los atenienses se procuraban amigos no recibiendo favores, sino haciéndolos. Alabó la democracia que es aún “modelo para todos”, presumió de los atenienses, que no transgredían los asuntos públicos por miedo, por obediencia a las leyes y en especial a aquellas que protegían a los desfavorecidos. Gritó al pueblo tras cubrir de tierra los cadáveres de sus héroes de guerra: “Amamos la Belleza con economía y la Sabiduría sin blandura” y alabó la Fuerza que exhibían los atenienses para mantener y defender ese modo de vida: la felicidad es haber alcanzado, como éstos, la muerte más honrosa. A ellos, la vida les calculó por igual el ser feliz y el morir.
La compañera de Pericles, tras su primer matrimonio fue Aspasia de Mileto, de la que se dijo que era hetaira, (cortesana, ramera), al parecer, regentaba su propia casa de prostitución. Era amiga de Platón, Aristóteles y los grandes del siglo de Pericles. Aspasia era logógrafa, escritora de discursos. Es muy probable, que escribiera todos los discursos de Pericles.
El mas famoso y quizá el mejor discurso de la historia fue escrito muy probablemente, por una mujer, y además por una prostituta: Aspasia.
Llama la atención la claridad de conceptos de este discurso. Solo pudo escribirlo alguien perteneciente a la aristocracia nietzscheana, a la élite ética, los que saben lo que dicen y además, dicen verdad. Nunca hubiera escrito Aspasia que si alguien era elegido como gobernante en Atenas, iba a cambiar una ley. Era inconcebible en una democracia. Una ley, solo podía cambiarla el pueblo. En una democracia un magistrado (por muy Presidente del Gobierno que sea) no puede cambiar una Ley (menos una Constitución) y eso Aspasia y todos los atenienses lo tenían claro porque eran demócratas. Es mas, si a un gobernante se le hubiera ocurrido, lo hubieran desterrado, y eso con suerte. No solo eran demócratas los magistrados, también lo era el pueblo, y éste no se tomaba a broma la usurpación de su derecho a hacer las leyes. Odiaban a los tiranos que hacían leyes sin contar con el pueblo.
Hoy no nos podemos reunir en el ágora para cambiar las leyes, pero deberíamos tener (como Francia, como Inglaterra) representantes que hicieran leyes, que respondieran ante sus votantes, no ante los partidos. Representantes de los votantes. No representantes de Rajoy y Rubalcaba y otros. Entender que en democracia debe existir representante del elector y no del partido, es el distintivo del demócrata.
Al leer el discurso fúnebre de Pericles, según Tucídides, se distingue qué es la aristocracia ética. La grandeza de una prostituta ateniense, Aspasia, su altura de miras, su claridad de conceptos y las más altas virtudes como su norte, explica el concepto nietzscheano deélite ética. Analizar, tras este examen las ideas y discursos de nuestros grandes líderes, es hacer un viaje de mas de dos mil años en el tiempo, para ver cómo de una aristocracia ética, hemos degenerado a una villanía nietzscheana.
Aspasia, la prostituta Aspasia, cobraba honradamente por sus servicios carnales y contribuía con su paga, a los gastos de la ciudad de Atenas. Pero su concepción de la polis, le aseguró un puesto entre los grandes de la historia, entre la aristocracia ética de la humanidad.
Acaso no hay prostitución carnal, en la política actual, como en tiempos de Aspasia. Tampoco hay en la política élite ética, aristocrática. Acaso la política se ha convertido en una profesión en la que se recaban los votos del electorado, para venderlos al líder político que tiene el poder de hacer listas.
Aspasia fue prostituta en la vida privada, pero aristócrata de la ética.
Los grandes líderes españoles son villanos nietzscheanos del pensamiento y de la ética y además prostitutos de la política.
Solo resta saber quien peca más, los votantes o los políticos: los votantes que pagamos para que pequen, o los políticos que pecan por la paga.
Fotografía de KK+
usas una ideas magistrales pero las tergiversas hasta la saciedad. en todo caso la emanacion de leyes, la de ejecucion de leyes, y la de control de cumplimiento de leyes, debe emanar de las personas de la sociedad…… la logica del representante, solo es un elenco de creacion positivo, o negativo o neutro, todo lo dira la realidad, la capacidad real, es la vision de este mismo enunciado, donde las personas sean capaces de dirigir su propio sistema de gobierno, sin inbadir, el principio logico nietchiano, que es la idea del eterno retorno, que equivale a decir, no desees a los demas lo que tu mismo no deseas para ti, pues eso es el eterno retorno, que alguien ya dijo muchisimo antes, pero en fin…… y que sin embargo, los sistemas de representantes, y de distrito, se lo pasan por el forro, pero a ti parece no importante….. o acaso tu creees en grecia existia el suficiente poder, como para no pensar en los demas a la hora de adquirir tus propias decisiones, y eso que se presuponia se trasladaba al orden, pues por logica griega, no puedes derivar un sistema a su contrario, donde si el fin y el medio y el objeto es el sujeto mismo, un sujeto que es despreciado y aislado, reaccionaria, despreciando el vinculo que le han impuesto doctrina de decirle que le une, pues ha anulado su libertad, algo que entendian muy pero que muy bien los griegos pues su sistema igual que el de esparta era el de esclavos, que parcialmente incluso grecia empezo a comprender era erroneo, solo cuando se encontro frente a guerras y enemigos comunes, y entendio un esclavo, jamas es tan esclavo de su pais, como un ciudadano libre que puede valorar enfrentarse a todo por defender a los demas…….. por defender a los demas, no por tener un representante, que autoritaricamente y divinamente, autoformemos la idea sin forma autentica, de que representa a todos, pero que incluso siendo cierto, sirve solo al interes del gremio que le vota, el distrito………… tal vez los representantes sean algo jodidamente util, pero al menos reconocer sus limitaciones, o no anuleis al hombre como ser humano, pues a lo mejor es en realdiad lo que estais haciendo.