Continúa el interesantísimo debate entre Pero Prieto por un lado y Rodrigo Moretón y Marta Victoria por el otro.
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RESPUESTA DE MARTA VICTORIA Y RODRIGO MORETÓN (II)
Este texto contribuye a la discusión mantenida sobre la energía solar fotovoltaica en el blog del Colectivo Burbuja. Para el lector interesado en seguir dicha discusión esta comienza con la publicación del artículo “Siete gráficos para ponerse al día en fotovoltaica” que fue respondida por Pedro Prieto (aquí), posteriormente los autores del artículo original expresaron su opinión (aquí) que volvió a ser respondida por el señor Prieto (aquí). Con este texto Marta Victoria Y Rodrigo Moretón contestamos a la última entrada del señor Prieto.
Empezaremos diciendo que agradecemos que la última respuesta de Pedro Prieto sea más argumentada y respetuosa, lo que sin duda contribuye a que este debate sea productivo. Comenzaremos también recalcando que no era en absoluto nuestra intención engañar al lector ensalzando las ventajas de la energía solar fotovoltaica y esconder sus desventajas como bien explicamos en el primer párrafo del artículo original. Cita textual:
“ … no pretende este artículo analizar todos los aspectos técnicos, económicos, legislativos y sociales que han acompañado (o impedido, en algunos casos) su crecimiento. El objetivo de este artículo es más modesto. Los autores pretendemos poner de manifiesto que la evolución se está produciendo a tal velocidad que resulta imprescindible utilizar datos actualizados cuando hablemos de esta tecnología. “
Repetiremos de nuevo que no pretendemos decir que la fotovoltaica vaya a ser la salvación de la sociedad mundial en cuanto a disponibilidad de energía. Compartimos la preocupación por el acuciante problema energético a nivel mundial y la difícil solución al mismo, que pasa por reducir en términos absolutos la tasa de consumos. No obstante, sea cual sea el escenario futuro de consumo energético, sí pensamos que la fotovoltaica puede ser una herramienta muy útil para satisfacer un porcentaje significativo de nuestra electricidad (por supuesto no el total, ni mucho menos toda la energía primaria que consumimos) pero además creemos que la fotovoltaica puede contribuir en la transformación del modelo energético. Por su origen renovable pero sobre todo por su modularidad que permite las instalaciones domésticas, el cambio de propiedad de la generación eléctrica (de grandes empresas a pequeños autoconsumidores) y la asociada concienciación de estos consumidores que puede contribuir al aumento del ahorro y la eficiencia, sin duda claves en el futuro.
A Pedro Prieto le parece que utilizar la caída del precio de los paneles es una argumentación económica y no científica, y por lo tanto no válida. A nosotros nos parece que sería deseable que el precio de las energías incluyese sus externalidades pero como la realidad a día de hoy no es esa, el valor que nos indica si una fuente de energía es competitiva (en el sistema actual que sin duda hay que cambiar) es el precio y, por tanto, la caída de los precios es un factor determinante. No todo el mundo conoce el valor actualizado del precio de los paneles y es esto lo que pretendíamos divulgar con la primera gráfica. Creemos que sí, la energía fotovoltaica va a suponer un porcentaje de generación eléctrica significativo en muchos países y este cambio de paradigma está llegando. Que dichos porcentajes a día de hoy sean pequeños sólo indican que estamos en el comienzo del cambio. La evolución de los próximos años nos dirá que capacidad real tiene la fotovoltaica de sustituir a otras fuentes más contaminantes. A nuestro juicio, el hecho relevante no es que las primeras comercializaciones de paneles se produjeran hace 60 años, sino que el descenso notable del precio se ha producido en los últimos 5 años (de 2€/Wp en 2008 a 0,6€/Wp en 2013) lo que posibilitará la implementación de esta energía durante la próxima década.
La falacia a la que nos referimos (“un panel fotovoltaico produce menos energía a lo largo de su vida útil que la que se ha empleado en fabricarlo”) está presente en gran parte de la sociedad. Nosotros mismos la hemos escuchado miles de veces. Tanto los autores que citamos nosotros (Alsema, Fthenakis et al., Perpiñán, Lorenzo et al.) como el libro que ha publicado el señor Prieto junto a Charles A.S. Hall la desmienten. La discusión sobre cuál es la forma más adecuada de calcular el tiempo de retorno energético y los valores que se obtienen en función del cálculo es interesante, pero en cualquier caso todos los resultados desmienten la falacia anteriormente enunciada que es utilizada a menudo por aquellos que quieren desprestigiar esta forma de energía.
El 90% del mercado mundial de fotovoltaica está hoy copado por paneles de silicio. Del 10% restante la mayor parte es capa delgada. Esta tecnología utiliza, efectivamente, materiales escasos como puedan ser el cadmio o el indio, y salvo sustitución de los mismos, no podrá instalarse de forma masiva en el mundo. Los paneles de silicio, en efecto, utilizan fósforo y boro para conseguir el efecto fotovoltaico; sin embargo, conviene recordar que estos materiales suponen aproximadamente una millonésima parte, en peso, del material absorbente de luz. Por tanto, aun siendo materiales poco abundantes en la corteza terrestre, no presentan, en principio, un problema para una implantación masiva de la fotovoltaica.
Por ser breves, nuestra intención con el artículo original era ofrecer a los lectores datos actualizados y veraces para que ellos mismos pudiesen hacerse una idea. La serie de ejemplos puntuales que el señor Prieto aporta creemos que no contradice en ningún caso estas ideas generales que se enunciaban en el artículo y que repetimos aquí:
-La energía solar fotovoltaica es económicamente competitiva. Tanto como para alcanzar la paridad de red en numerosos escenarios. Un ejemplo claro es Italia, donde el año pasado se instalaron más de 28.000 instalaciones (700 MW) sin retribución ninguna.
-A nivel mundial cada vez se instala más fotovoltaica (en 2004 se instaló 1GW, en 2014, 40 GW). Esto pese a que, como él señala, la legislación en España, Italia y Alemania ha influido enormemente en la cantidad instalada en estos países durante los últimos años.
-Existen tecnologías fotovoltaicas sobre las que se está investigando de manera intensiva como las células multiunión empleadas en módulos de concentración. En función de los resultados de estas investigaciones, dichas tecnologías supondrán una alternativa al panel plano o no.
-Generar toda el consumo eléctrico doméstico en España supondría cubrir el 43% de los tejados. Por un lado, no todos los tejados son válidos, pero por otro no aspiramos a generar el 100% de la demanda, por ejemplo generar un 30% de la demanda supondría cubrir el 13% de los tejados. Pese a que existan tejados no adecuados o sombras, esto parece sin duda factible.
Solo puedo dar las gracias a todas las partes implicadas por el interesantísimo y riguroso debate.