y murieron con las botas puestas.

 La mayor derrota del ejército de los estados Unidos fue durante las llamadas “Guerras Indias” y concretamente en la famosa batalla de Little Big Horn (Montana, Estados Unidos de América) entre el 25 y 26 de junio de 1876.

Allí se enfrentaron el 7º Regimiento de Caballería comandado por el Teniente Coronel George Armstrong Custer y varias tribus indígenas bajo el mando del jefe sioux Tasunka Witko, llamado también Caballo Loco.

 

65 años después, en 1941,  nació para la gran pantalla la película “They Died with their Boots On”  dirigida por Raoul Walsh para la Warner Brothers e interpretada por Errol Flynn y Olivia de Havilland 

102 años después de la batalla nació la Constitución Española.

 2013.

 En este año, trascendente y limítrofe con una realidad  que aún no vemos, puede ser librada una batalla, una justa de resultado incierto donde una casta que creíamos minoritaria empieza a surgir bajo las sombras de la corrupción, son cientos, miles, cientos de miles de bocas hambrientas de poder, sofás atornillados a un puesto, amigos de amigos que algo me ofrecen, cerebros sin uso, oficio  ni beneficio pero si mucho vicio. Es una raza desconocida que había habitado entre nosotros durante décadas, eran humanos, o eso parecían, pero tras sus rostros escondían monstruos, alimañas, sanguijuelas que a oscuras y como viles ratas, cobardes, han succionado la vida ,como parásito incrustado en nuestros intestinos, al pueblo ignorante de esta farsa.

 parásito, -ta adj./s. m.

1   Se aplica al organismo que vive en el interior o en la superficie de otro de distinta especie y se alimenta de las sustancias que elabora este último, causándole un daño: bacterias parásitas; la pulga y el piojo son parásitos de los animales y de las personas.

Hablamos de los piojos, de infectos bichos que se agarran a nuestras carnes viviendo de nuestro devenir diario, pero no se contentan con el cuento del vivir o vivir del cuento, dejan su rastro allí donde aterrizan, sus liendres se diseminan por el cuero cabelludo de nuestra España y el asqueroso ser humano que primigeniamente daba de comer a ese piojo ahora “se sacrifica” y alimenta a toda la prole de chupópteros colocados por su padre el jefe de la manada, el castuzo.

¿Qué ocurre cuando la tierra que hemos cultivado queda arrasada por la plaga?

¿Qué ocurre cuando la barbarie de la guerra nos deja ciudades enteras en ruinas?

¿Qué ocurre cuando lo has perdido todo y ya sólo te queda perder tu vida?

Solo esta especie no humana, estos bárbaros venidos de otra Eva ignoran que todo llega a un fin, que donde antes hubo un océano el tiempo lo convirtió en desierto, y que el mismo tiempo hará manar el agua bajo la arena. Ellos no saben que su fin está cerca, que sus huéspedes han perdido la fe, el miedo a  la bestia, ellos no saben que es aceptar una derrota, ellos “morirán con las botas puestas” pero sin honor, marcados a fuego en el destierro de los miserables.

Terminamos con la frase mítica de la citada cinta:

“…Pasear a su lado por la vida fue muy agradable señora”

The End.