Todo esto es imprescindible en un mundo como el actual donde la multiculturalidad es un hecho. Debemos conocer nuestra cultura y las otras, que valores tienen, cual da más sentido a la vida, a la libertad.
Por otra parte, Charles Taylor se aproxima en algunas cosas a Mac Intyre y en otras es muy distinto, también es comunitarista. Una idea en la que coincide es que el individuo se forma en una cultura y que en esa comunidad es donde se adquieren virtudes, verdades, criterios que nos pueden llevar a la plenitud total, no podemos llegar a la plenitud si no tenemos un lazo comunitario. La identidad personal es heredera de estos lazos comunitarios y en la identidad de cada persona brota una voz moral que nos indica como hay que comportarnos, solo se descubre a la luz de elementos valoratívos y sociales. Cuanto más no nos relacionemos menos capaces seremos de actuar moralmente, de escuchar esa voz moral. La experiencia moral es una experiencia intersubjetiva. Si nadie te dice que lo que haces está mal, si nadie te aconseja o te ayuda a saber como actuar, si no hay eso puedes convertirte en una persona, o totalmente vulnerable o peligrosa para los otros, presa de la violencia de los demás o causa de la violencia de los otros. Solo me puedo realizar en el dialogo con los interlocutores relevantes, amigos, maestros, consejeros y guias. En realidad esto está en todas las culturas menos en la nuestra, ha habido siempre la idea del maestro que te ayuda a sacar lo mejor de ti mismo. En la tradición occidental, Sócrates representa esa idea del maestro espiritual, esa mayéutica que utilizaba Sócrates que ayudaba a interiorizar y a sacar fuera todo eso. Este tipo de personas que tienen autoridad para uno y que saben sacar capacidades que uno no sabe que tiene. No exigir que el otro sepa lo que tu quieras que sepa sino ayudarlo a pensar. Si una persona está bien formada será capaz de transcender los parámetros de la propia cultura.
Taylor dice que eso te llevará a una fusión de horizontes que se produce en el dialogo entre personas de distintas culturas, el encuentro con el otro, ayudar y criticar. Nuestra manera de comprender el mundo se superpone a otras maneras de ver el mundo. La mejor forma de afrontar el multiculturalismo como nuevo modelo social es afrontar este horizonte, buscar entre todos como nos podemos interpelar.