Uno de los grandes caballos de batalla que surgió al calor de las esperanzadoras jornadas del 15-M y que continuó siendo, reiteradamente, objeto de discusión en todos los debates políticos lo constituyó el asunto de la reforma del sistema electoral. El tiempo pasó y nada se hizo en este sentido. Constituye un tema de tal trascendencia que podemos afirmar sin posibilidad de errar que si no se produce esta reforma, en profundidad, no podremos decir, en propiedad, que España es un país en el que impere la libertad y la democracia. Unpaís donde, en definitiva, el pueblo, ese kratos griego, esté verdaderamente representado en sus instituciones.
Por eso la frase de “ no nos representan” en las cercanías del Congreso de los Diputados tenía toda la razón y lógica. Veamos: con el sistema electoral proporcional de listas de partido el pueblo, el Kratos, no elige unos representantes. Por tanto no podemos hablar en España de una democracia representativa que, dicho sea de paso, es la única que es posible en una sociedad de millones de personas, o sea, con un cierto tamaño.
Podemos hablar de democracia deliberativa o, incluso, directa si votamos, por poner un ejemplo, una decisión en la junta de vecinos de nuestra comunidad. Ahí sí es posible llegar al grado máximo de democracia, entendida esta como el poder de cada uno, que globalmente sería del pueblo. Somos los vecinos de la comunidad los que, verdaderamente, tomamos las decisiones por mayoría, sin representantes. Incluso en un sistema comunal, de comunas independientes, podría resultar posible una democracia directa, donde los individuos toman ellos las decisiones de toda la comunidad sin delegar en otros. Pero repetimos que a una escala mayor sólo es posible una democracia representativa donde los electores eligen unos representantes que, supuestamente, se deben a sus votantes y que van a representar a los que le han elegido. Este sistema puede tener detractores porque como todos es mejorable pero resulta incuestionable que es el más próximo al Kratos del que hablábamos, de eso no cabe duda.
Y, como decíamos, en España ( y en otros países de nuestro entorno ) la democracia no es representativa. Es, otra cosa. ¿Qué cosa?. Pues una cosa muy parecida a aquella Democracia Orgánica de tiempos de la dictadura, solo que ahora se disfraza de una falsa representación. Y es falsa porque los representantes no representan a los que dicen representar, sino que son simples marionetas de sus partidos, de las cúpulas de sus partidos, que pueden incluirlos en LISTAS DE PARTIDO, que el pueblo, en unas elecciones, se limita a RATIFICAR.
Es cierto que el pueblo, en España y otros países con democracias no representativas (llamar democracia a esto no es correcto) puede con su voto cambiar el gobierno, mediante el voto a diferentes listas pero en ningún caso puede elegir representantes genuínos porque los diputados elegidos en una lista se deben, en primer lugar al partido que les ha colocado ahí, es este quien les ha puesto en ese lugar y en ningún caso el votante. En todo caso puede aparecer algún caso aislado de diputado que se preocupe por su PROVINCIA (si, en España el distrito electoral es demasiado grande). Pero son casos asilados que confirman que el modelo no es representativo.
Y ojo con ese mensaje de “la culpa la tienen los partidos mayoritarios” o “hay que votar a los partidos pequeños”. Ese mensaje puede inducir al error de pensar que si votamos a los partidos pequeños estamos votando más democracia o una democracia real. Y no es así en ningún caso, puesto que también votamos listas ( da igual que sean cerradas que abiertas), listas que,cuanto menos, son confeccionadas por órganos de esos partidos ( aunque sean pequeños) que, aunque pueden ser más democráticos que los partidos mayoritarios ( primarias, confección consensuada de listas, etc.) no dejan de ser órganos del sistema que señalan en listas a unos señores que serán los futuros diputados.
Démonos cuenta que los diputados así elegidos no son ni siquiera conocidos por el votante, como mucho al primero del cartel, y eso no siempre. ( yo he oído gente decir que votaban a Rajoy o a Zapatero cuando lo que están votando es una lista de diputados que representarían teóricamente a sus ideas en su provincia). Pero no están votando al líder del partido.
Es un error muy difundido y es que, en este sistema trapacero y engañoso, los grandes partidos nos hacen creer, en esos famosos debates a dos o a tres o a cuatro, que el voto es para ellos, los líderes cuando en realidad se está votando por provincias a listas de diputados por esa provincia. ¿Cuál es el problema?. Como todo está mal diseñado, el sistema electoral es maligno per se, los partidos simulan mediante su publicidad una especie de elecciones a Presidente del gobierno, lo que sería en una república las elecciones a Presidente de la República, si este es ejecutivo. Todo ello abunda en el engaño de la clase política a los ciudadanos, quasi súbditos. ¿Por qué no dicen la verdad a sus votantes?.¿Por qué no dicen que al Presidente del Gobierno lo eligen los diputados y no ellos directamente?. No interesa crear una cultura democrática en el pueblo papa que la gente siga votando sin saber lo que vota, que vote por ideologías de una manera primaria y sin un análisis previo de que lo que votan son representantes que eleborarán leyes. Esto si España fuera una democracia, que ya digo que no lo es por ningún lado puesto que ya sabemos que el legislativo es nombrado por el ejecutivo, el mundo al revés.
Ni siquiera tienen la decencia, las oligarquías que nos fagocitan, que han sido llamadas como oligarquías extractivas ( por que nos extraen todos nuestros recursos para su beneficio) de educar a la gente en la representatividad, en enseñar al pueblo lo que son unas elecciones legislativas, a diputados. Y que en un sistema PARLAMENTARIO el gobierno es elegido por los diputados, no por el pueblo directamente. Estos conceptos tan básicos son prácticamente desconocidos por la gran mayoría y en ese desconocimiento e ignorancia es en el que se sustenta precisamente eso llamado “Partidocracia”. Cuanto menos sepa la gente, mejor. Que la gente cree que está votando al PRESIDENTE DEL GOBIERNO, o al PRESIDENTE DE SU COMUNIDAD AUTÓNOMA, pues mejor, así la gente no se planteará que necesite ser representada.
Es así de sencillo. Si la gente supiera la verdad, es posible que hubiese una ABSTENCIÓN MASIVA o bien, un mayor recrudecimiento de las manifestaciones y protestas por un cambio en la ley electoral. ¿ Y cuál ha de ser ese cambio?. Pues es bastante sencillo. ¿Por qué?. Pues porque muy cerca de España hay un país ( FRANCIA) que si dispone de una ley electoral que permite la REPRESENTATIVIDAD del pueblo en su asamblea nacional. Y encima, los franceses, tienen la gran suerte de poder elegir , en otras elecciones independientes, EN DISTRITO NACIONAL ÚNICO, AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, que en el caso francés nombra a su gobierno.
Ese modelo sí que separa los poderes del estado, sí que es una democracia real, como decíamos en el 15-M. En España, igual que en Italia y otros países, no existe separación de poderes. Y como decía la DECLARACIÓN DE DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADADANO, auténtica guía para todo demócrata, en su artículo 16: ” No existe Constitución sin Separación de poderes“. Por tanto en España no podemos siquiera hablar de la existencia de una auténtica Constitución.
Urge, por tanto, un proceso Constituyente. Pero, lógicamente, los dos grandes partidos se van a negar en redondo, ya les va bien como está, ¿para qué cambiar?. Y los partidos pequeños tampoco quieren salir de un sistema electoral PROPORCIONAL, porque con el se garantizan, al menos, su pequeña presencia en el Congreso de los Diputados y, como ellos dicen, dar voz a muchos ciudadanos descontentos con los grandes partidos. Pero su función debía de ser la de solicitar, desde dentro del sistema, una REFORMA DE LA LEY ELECTORAL, un nuevo PROCESO CONSTITUYENTE, que garantice una verdadera separación de poderes.
UPYD e Izquierda Unida solo proponen un cambio en la ley hacia una mayor proporcionalidad, porque eso les beneficiaría a ellos como partidos, como estructuras de poder, es dudoso que ese cambio favorecería una mayor representatividad, lo que vienen siendo una auténtica DEMOCRACIA. Lo que han solicitado es, llegando al paroxismo de la no representación, es que se llegue a un distrito único legislativo. Para esto haría falta, ni más ni menos, que unas gigantescas listas, de unos 350 nombres, que tampoco nadie conocería ( como ahora). Cierto es que el resultado sería más justo que ahora para los pequeños, más proporcional, pero eso no es una democracia representativa. Eso es otra cosa.
No podemos hablar, como hemos dicho al principio, de democracia representativa, es decir, DE DEMOCRACIA CON MAYÚSCULAS, si vamos hacia una ley más proporcional. Eso, en todo caso, sería favorecedor a que se escucharan más a las minorías, pero no permitiría elegir representantes de los ciudadanos. Porque solo se puede representar a un ciudadano desde la cercanía que da el distrito electoral ( CUANTO MÁS PEQUEÑO, MEJOR). Y en ese distrito la elección debe ser UNINOMINAL, elegir a una persona, no a una lista de personas. Entonces y sólo entonces el ciudadano estaría auténticamente representado. Porque en ese momento, tras una elección ( mejor a doble vuelta, para que el representante tenga más del 50% de todos los votos válidos de ese distrito) el diputado se DEBERÁ A SU DISTRITO, luchará por él, interpelará por él y PODRÁ VOTAR EN CONTRA DE SU PARTIDO, cuando una ley vaya en contra de los intereses de su distrito, el que sólo él representa. Esto se llama DEMOCRACIA REPRESENTATIVA y todo lo demás son palabras huecas y vacías, de oligarquías de partidos que, como vemos en España o Italia, solo conducen a un aumento de la corrupción y un cabreo en aumento de una población que se va dando cuenta cada vez más de que no está representada ( el No nos representan). Se podría estudiar un ley que permitiera que los restos de votos que se pierden al votar a las formaciones que no obtienen representantes por el distrito uninominal se sumen en una contabilidad nacional y que tengan su representación, aunque no debería de estar lejana al distrito.
Sin un cambio en la ley electoral, todos los votos son para listas de partidos y no estamos eligiendo representantes.
PERO, ¿ cUANDO EL 15 M HA PROPUESTO UNA LEY ELECTORAL DE ELECCIÓN DEL DIPUTADO POR DISTRITO UNINOMINAL ? ¿ CUÁNDO LA SEPARACIÓN DE PODERES ? ESTO QUE TENDRÍA QUE SER EL ABC DE UNA CULTURA REPUBLICANA Y DEMOCRÁTICA ES PRÁCTICAMENTE DESCONOCIDO POR LA MAYORÍA DE LOS QUE ASISTEN Y PARTICIPAN A SUS ASAMBLEA. ANIMO A DECLARAR ESTOS PRINCIPIOS COMO SEÑAS DE IDENTIDAD DEL 15 M,DE MANERA QUE QUIEN NO LOS SUSCRIBA SE DÉ POR EXCLUIDO DEL MOVIMIENTO. tAMBIÉN EL 15 M TIENE QUE TENER PRINCIOS DE IDENTIDAD, DE LO CONTRARIO SÓLO ES UN ” TOTUM REVOLUTUM “
Por desgracia era un totum revolutum y lo digo al principio, no sabían qué sistema elegir, y al final no quedó nada claro. Ese fue su lastre.
Totalmente de acuerdo en tu análisis. Se debe pedir lo mínimo, que es eso de lo que hablo, para poder después, una vez conquistado, exigir lo máximo: la democracia.