Me molesta esa fórmula de Marca España que usan tantos pijos de nuestra derecha política y mediática. Me molesta y, debo añadir, me preocupa.
Contemplé al principio lo de Marca España como otra demostración de que los hijos de papá aún pueden ser más bobalicones tras su paso por una Business School, aquello era una gilipollez comparable a su empleo de palabrejas en inglés para demostrar una formación anglosajona, o de polos con la banderita rojigualda para ir a navegar o jugar al golf. Si a los cachorros del nacionalismo españolista les parecía fashion eso de ponerle a un país el calificativo de marca, allá ellos, cada cual es dueño de hacer el ridículo como le apetezca.
He ido comprendiendo, sin embargo, que el asunto tiene mayor calado. El medio es, en efecto, el mensaje; así que al emplear la fórmula manifiestamente mercantil de Marca España los pijos nos están diciendo con claridad cuál es su visión de la cosa pública: España es un producto comercial, algo que se compra y se vende, un negocio con posibilidades, un modo de ganar dinero en el mercado global.Lo que para sus bisabuelos era un cortijo de propiedad exclusiva y patrullado por una Guardia Civil que mantenía a raya a los jornaleros, ahora es una marca, o sea, según la definición de la RAE, “un distintivo o una señal que el fabricante pone a los productos de su industria, y cuyo uso le pertenece exclusivamente”….TEXTO COMPLETO