Cataluña y Andalucía se desploman en lo que a competitividad se refiere según un ranking elaborado por la Comisión Europea. La región más competitiva de España, Madrid, apenas logra el puesto 65 entre las más de 200 zonas en que se ha dividido el continente. Países Bajos y Reino Unido, los que más regiones supercompetitivas tienen. Una de las principales conclusiones es que la competitividad no viene dada por los sueldos bajos, pues las regiones que mejor compiten son todas ellas zonas de alto poder adquisitivo.
España sale muy mal parada en la carrera de la competitividad en la Unión Europea, lastrada por un sector público ineficiente y farragoso y sus elevados paro y deuda. El país se encuentra justo en mitad de la tabla (puesto 14 de 28) en la clasificación de los más competitivos del continente según un informe recientemente publicado por analistas de la Comisión Europea. España está años luz de los países líderes en competitividad -Países Bajos, Bélgica y Alemania son los tres primeros- y al mismo nivel de Chipre, isla situada frente a las costas de Siria que ha sufrido un rescate financiero este mismo año con espartanas condiciones para su población. Además, la competitividad del país es ampliamente superada por Estados de la antigua Europa comunista como son Chequia, Eslovenia y Estonia.
El informe está regionalizado, lo que permite ver que, incluso dentro de los propios países, existen importantes diferencias de competitividad entre unas regiones y otras. Para calcular la mayor o menor competitividad, se han tenido en cuenta baremos como la calidad de las instituciones, la estabilidad económica, las infraestructuras, la salud, la educación primaria y secundaria, la educación superior, el mercado de trabajo, el tamaño del mercado, la tecnología, la innovación y la variedad de negocios radicados en ese área. Para obtener los resultados se han combinado datos oficiales (del propio Eurostat y otros institutos) junto con 34.000 encuestas a ciudadanos de la UE. A grandes rasgos, España se ve lastrada por su sistema institucional y su alta corrupción, además de por la inestabilidad económica (paro, deuda, etc) y por su sistema educativo deficiente, tanto en los primeros años de vida del alumno como en la educación superior. El punto fuerte del país sigue siendo uno: el sistema sanitario, uno de los mejores si no el mejor de Europa.TEXTO COMPLETO