La fundación de la Cidade da Cultura cumple cinco años sumida en la opacidad

  • La nacionalización de Novagalicia Banco provocó que el capital público fuera mayoritario en un ente que nació como privado sin que esto implicara mayores controles ni transparencia.

A finales de 2008 un grupo de empresarios de traje y corbata seguían los pasos de Emilio Pérez Touriño y Ánxela Bugallo, presidente de la Xunta y conselleira de Cultura, por las obras del complejo de la Cidade da Cultura. La comitiva de empresarios con casco de obra, encabezada por los máximos responsables de Caixanova y Caixa Galicia, se dirigía al edificio entonces denominado Archivo Nacional, el único que ya estaba listo para ser usado. Allí se reunía por primera vez el patronato de la Fundación Gaiás, un organismo en el que la Xunta participaba con el 49% y en el que el mayoritario 51% salía de las arcas de quince compañías de diversos sectores, que entre todas aportaban unos 11 millones de euros. Casi cinco años después de que echara a andar, este ente es el responsable de la financiación de buena parte de la programación del Gaiás y sigue escapando del control público a pesar de los cambios en las empresas que la componen.

Un vistazo a cualquier publicación promocional de las actividades financiadas por la fundación permite comprobar que parte del entramado empresarial que se paseó por la Cidade da Cultura en aquella mañana de 2008 ya ha pasado a la historia o su vinculación con Galicia ha cambiado sustancialmente. Así, por ejemplo, el Banco Gallego ahora es propiedad del Banco Sabadell, la Fundación Barrié, dependiente del Banco Pastor, es ahora cosa del Banco Popular y la tecnológica R, a pesar de seguir asentada en Galicia, está controlada por un fondo de inversión con sede en Luxemburgo. El Grupo Nosa Terra 21 pasa por serias dificultades en su buque insignia, el hospital privado Povisa, y el astillero Hijos de Barreras se dispone a pasar a ser el brazo de la mexicana Pemex en Galicia.

Pero si un cambio afectó sustancialmente a la salud interna de esta fundación ese fue la desaparición de las cajas gallegas. En la propia Cidade da Cultura luce el logotipo de Novacaixagalicia en múltiples emplazamientos. No obstante, las que pusieron dinero y se integraron en el patronato no fueron las obras sociales de las cajas y, por lo tanto, su participación no es ahora de la Fundación Novacaixagalicia, sino de Novagalicia Banco.Hasta que no se consume la venta de esta entidad, el banco es propiedad del FROB, que es tanto como decir del Estado. Dado que Caixa Galicia y Caixanova habían puesto sus respectivos 3 millones de euros -el 51,1% del capital privado-, en la actualidad la Fundación Gaiás no es mayoritariamente privada, sino pública, pero no es tratada como tal por la Xunta a efectos presupuestarios, contables y, por lo tanto, de publicidad de las cuentas. …TEXTO COMPLETO

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