De cómo se inundó de droga el País Vasco y España en los años 80 y 90. El informe navajas.

Post de Monsieur George en burbuja.info

El desaparecido ‘Informe Navajas’, íntegro

(07/10/04)

Es conocida la afición del ex presidente de la República italiana a pisar charcos, sobre todo los que tienen que ver con España y el terrorismo etarra. Pero esta vezFrancesco Cossiga ha dado un paso al frente y levantado una auténtica polvareda, precisamente desde Bilbao, con unas declaraciones sobre la excarcelación del ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo.

Cossiga ha dicho que con la puesta en libertad de Galindo, José Luis Rodríguez Zapatero no piensa renunciar a lo que le parece un ‘mérito’ del anterior Gobierno socialista, que es “el uso del terrorismo de Estado”. Según Consiga, con las últimas detenciones de etarras -Mikel Antza y su compañera Anboto-, Zapatero pretende que”se olvide un acto indecoroso, que ni siquiera Aznar se atrevió a plantear, como es la puesta en libertad de un vulgar asesino, que es más asesino todavía en cuanto que es un general de la Guardia Civil que estaba en la cárcel por torturas, asesinato y por haber inventado un método traicionero de difusión calculada de la droga en el País Vasco” (sic).

Lo curioso de todo esto es que Cossiga hacía referencia a un documento, el llamado’Informe Navajas’, que no sólo es -supuestamente- secreto, sino que, además, consta como ‘desaparecido’. El famoso informe, elaborado en 1989 por el entonces fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa, Luis Navajas, relacionaba a una decena de mandos de la Guardia Civil de Guipúzcoa con el narcotráfico. Entre los investigados se encontraba el entonces teniente coronel Rodríguez Galindo.

Muy significativo en este caso es que, de enero de 1994 hasta enero de 1995, fueron asesinados por ETA cuatro personas que amenazaba con destapar al trama del narcotráfico en el País Vasco (parte de la trama del ‘Informe Navaja’): José Antonio Santamaría, José María Olarte, “Plomos” (después de destapar El País que era un importante confidente de la policía en casos de narcotráfico), Alfonso Morcillo, responsable de la Brigada de Investigación de narcotráfico de la Guardia Municipal de San Sebastián, y el concejal del PP Gregorio Ordóñez, quien había confesado unas horas antes a la periodista Carmen Gurruchaga que estaba investigando datos de enorme trascendencia sobre el ‘Informe Navajas’ y la implicación de varios miembros de la Policía Municipal donostiarra con Intxaurrondo.

El informe llegó a la Fiscalía General del Estado, pero inexplicablemente se perdió. Con la ‘percha’ informativa de las declaraciones de Cossiga, les ofrecemos íntegro en dos pdf el famoso informe, al que pueden acceder en las siguientes direcciones web:

TorturoKracia: El desaparecido ‘Informe Navajas’, íntegro

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El ‘informe Navajas’ sobre supuesta corrupción de guardias civiles de Intxaurrondo, nunca fue investigado por los jueces

El fiscal general del Estado aseguró que el caso fue archivado por falta de pruebas

Francisco Mercado / Santiago Carcar Madrid 21 MAY 1995

El informe Navajas (mayo de 1989), que detallaba supuestos vínculos entre narcotraficantes y guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo (Guipúzcoa), nunca fue investigado por los jueces. El documento tampoco fue incorporado a ninguna causa, según fuentes jurídicas. Lo único que investigó el juez donostiarra Fernando Andreu, fueron pistas recogidas en un contrainforme de la Guardia Civil que excluía a los implicados de mayor graduación.Tales afirmaciones chocan con las realizadas el pasado jueves en el Congreso por el fiscal general del Estado, Carlos Granados.No sólo fuentes judiciales contradicen a Granados. Documentos reservados de la Guardia Civil detallan cómo se saboteó la investigación desde el propio instituto armado (ver El PAÍS del 4 de mayo). En ellos se afirma que Andreu solicitó información a la Guardia Civil “toda vez que no contaba ni tan siquiera con las diligencias informativas 1/89 que el fiscal Navajas estaba instruyendo”. El contrainforme le fue enviado al juez el 19 de abril de 1991, tras “haber sido previamente entregado para su estudio y crítica al teniente coronel Rodríguez Galindo” [hecho que éste niega], jefe del cuartel de Intxaurrondo. El documento finalmente entregado al juez “iba rebatiendo punto por punto las conclusiones del informe Navajas”.

El pasado jueves, sin embargo, el fiscal general del Estado aseguró que el informe Navajas fue incorporado en su “casi literalidad” a las diligencias previas 491/91 del juzgado número 1 de Instrucción de San Sebastián, cuyo titular es Andreu. Granados añadió que dichas diligencias acabaron en noviembre de 1993 con el sobreseimiento de las acusaciones contra todos los implicados, salvo un sargento condenado por cohecho.

Contrainforme

La realidad es que el juez Andreu no llegó a recibir el informe Navajas. Simplemente, dio por bueno un contrainforme hecho por la Guardia Civil que exculpaba al hoy coronel Rodríguez Galindo, al teniente Joaquín Collado Callau, al capitán Fidel del Hoyo Cepeda y al teniente José Guisado Fernández, que se cayeron de la investigación judicial.

Al margen de detallar determinadas pesquisas internas sobre Rodríguez Galindo -calificadas de “someras” en documentos internos y sin voluntad de profundizar ni contrastar-, el contrainforme entregado al juez tenía como objetivo desacreditar el informe Navajas esgrimiendo “la escasa crebilidad de las fuentes” ya que todas ellas estaban vinculadas al narcotráfico. Y como letanía agregaba: “No se ha podido concretar ni determinar ninguna relación” con los narcotraficantes.

Paradójicamente, el contrainforme presentó como creíbles las imputaciones de narcos dirigidas contra otros guardias como el sargento Luis González Alonso, jefe del Grupo de Información Fiscal y Antidroga de la 513 Comandancia, o el brigada Heliodoro Tomé Guarido, del puesto de Irún y responsable entonces de la vigilancia en la ría de Hondarribia. No se presentaron cargos contra ninguno de los dos.

El documento entregado al juez Andreu por la Guardia Civil concluía así: “Cada vez que aparece un nuevo dato, si se investiga nuevamente, paraliza el conjunto de la operación al tener que dedicar tiempo y personal aefectuar nuevas comprobaciones.(…) Por ello, y en tanto los datos imputativos que aporten los medios de comunicación social, no sean presentados por personas concretas y en forma adecuada ante la autoridad judicial o sus agentes, o sean de una. evidencia tal que por sí solos se muestren irrefutables, se sugiere a V.I. que no sean considerados para modificar las líneas de investigación”. Con tales líneas de investigación, sólo fue acusado formalmente uno de los 21 sospechosos: el sargento Enrique Dorado Villalobos.

Según fuentes jurídicas donostiarras, tampoco el fiscal Navajas investigó á los agentes que él mismo denunció al fiscal general del Estado en mayo de 1989, sino que se limitó a resumir las acusaciones formuladas por narcotraficantes ánte el capitán Juan Miguel Castañeda.

El ‘informe Navajas’ sobre supuesta corrupción de guardias civiles de Intxaurrondo, nunca fue investigado por los jueces | Edición impresa | EL PAÍS

Con la venta de droga se anestesiaban los conflictos sociales del país y se hacían negocios para financiar operaciones de contrainteligencia de la GLADIO/OTAN.

Estos son los famosos grupos de poder que chantajeaban a su antojo a las instituciones democráticas del Estado. Quien se opusiera…, ya sabía el destino… Objetivo de ETA…

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