Nuevos quebraderos de cabeza para el BCE. Frente a los optimistas que decían que la subida de las meterias primas no se trasladaría al IPC, las evidencias indican lo contrario, y cada vez con más fuerza. No está de más recordar que estamos repitiendo paso a paso el proceso que nos llevó al desastre de 2007-2009, pero a un ritmo mucho más rápido.