LA POLITICA DE PENSIONES. IMPLICACIONES DE LAS ÚLTIMAS PROPUESTAS DEL GOBIERNO
Publicaba ayer Vozpopuli un artículo titulado “Los recortes de largo plazo: el Estado gastara en pensiones en 2060 lo mismo que en el 2010”.
Explica el artículo como el Gobierno tiene previsto gastar en pensiones en el 2060 el mismo porcentaje de PIB que en el 2010, en números redondos algo menos del 10% del PIB.
Como siempre, la razón aducida es el envejecimiento de la población que hará que para el 2060 más que se doble el número de jubilados lo que llevara a que cada trabajador tenga que soportar a un jubilado cuando hoy la proporción es de dos trabajadores por jubilado, lo que evidentemente es insostenible según nos han vendido los políticos y los medios amigos de forma rutinaria.
Olvidan a propósito nuestros políticos y nuestros medios el papel del crecimiento de la productividad. Un crecimiento de la productividad del 1% anual lleva que con el mismo número de trabajadores el PIB se habrá multiplicado por 1.65 del 2010 al 2060. Un incremento de productividad del 1,4% anual haría que el PIB se duplicase del 2010 al 2060.
La tabla adjunta muestra pensiones medias, salarios medios y beneficio medio de los detentadores de capital (suponiendo que estos fueran el 1% de la población). Se supone que los salarios reales crecen al mismo ritmo de la productividad y que las pensiones se pagan con cargo a cotizaciones de los asalariados. Los números están en Euros constantes del 2010.
La observación más interesante del análisis de la tabla es la enorme injusticia que se hace con los pensionistas en los últimos supuestos del Gobierno. Si suponemos que el PIB se dobla en 40 años (crecimiento de la productividad 1.7% al año), en Euros constantes del 2010 los detentadores de beneficios duplican su beneficio per cápita, los trabajadores duplican su salario medio y solamente los pensionistas recibirían una pensión real igual en el 2060 que en el 2010.
En el caso de crecimiento cero de la productividad los pensionistas recibirían en términos reales la mitad de la pensión del 2010 mientras que asalariados y detentadores de beneficios conservarían su salario y beneficio real al nivel del 2010.
Es decir, el plan del Gobierno carga todo el ajuste sobre los pensionistas, algo que la mayoría de la población consideraría injusto si se le explicasen las cosas como son en vez de ser engañada a propósito.
La realidad de las políticas neoliberales que imperan en Europa y en España bajo el PP y el PSOE hace que la situación real sea mucho peor. Por un lado los salarios reales no están creciendo desde hace décadas al ritmo de la productividad lo que ha llevado que desde la muerte del dictador hasta la fecha, la participación de los salarios en el PIB haya caído 5 puntos. Las políticas de devaluación interna y reformas estructurales de empeoramiento de las condiciones del trabajador que se nos están vendiendo como necesarias conllevan que los salarios reales bajen lo que está acentuando de forma acelerada la reducción de la participación de los salarios y las pensiones en el PIB haciendo que la injusticia descrita en este artículo se esté agravando cada vez más.
Una complicación a la hora de diseñar una política de pensiones es la incertidumbre en el crecimiento de la productividad que los políticos tratan de forma rutinaria en sus comunicaciones a la población como si fuera cero lo que históricamente ha sido falso. El problema mayor es sin embargo el decidir cuál es la pensión “justa”.
¿Es justo que la pensión mantenga su poder adquisitivo en un escenario de crecimiento cero de la productividad?
¿Es justo que en términos reales la pensión media caiga a la mitad mientras que el beneficio per cápita o el salario permanezca constante en un escenario de crecimiento cero de la productividad?
¿Es justo que el beneficio y los salarios se dupliquen mientras que la pensión permanece constante en un escenario de crecimiento de la productividad del 1.7% anual?