La Región Metropolitana de São Paulo (Grande São Paulo), que incluye la ciudad de São Paulo con 11 millones de habitantes más otras 38 ciudades en conurbación (integración continua del espacio), lo que suma un total de más de 20 millones de habitantes, vive en los días recientes un escenario de crisis profunda.
El área urbana de Grande São Paulo tiene alrededor de 2.100 km2, donde espacios de alta y baja densidad poblacional se ubican de forma desorganizada y con un fuerte componente de desigualdad socioeconómica; hay barrios en la ciudad de São Paulo con renta per capita similar a Suiza y otros con renta similar a Nigeria.
Si bien la densidad poblacional es más “policéntrica”, la densidad del empleo tiene un perfil más “monocéntrico”, o sea, la mayoría de los empleos disponibles en la ciudad se concentran en la región suroeste de la ciudad. Algunos datos pueden ejemplificar esto: El “barrio rico” de Pinheiros concentra el 2,6% de la población de la ciudad, pero concentra el 14,7% del total del empleo disponible; por otro lado, el “barrio pobre” de Cidade Tiradentes concentra cerca del 2% de la población de la ciudad, pero concentra solo el 0,2% del empleo total disponible. Las personas que viven en Cidade Tiradentes tienen que desplazarse casi 40 km si trabajan en la región suroeste o 25km si trabajan en la región central de la ciudad, y tienen que hacer esto ¡TODOS LOS DIAS!
Con una distribución poblacional cada vez más lejana de los centros económicos debido al encarecimiento del alquiler de la vivienda en estas regiones, la población de baja renta busca vivir donde puede, en general, en favelas o barrios precarios, muy lejos de sus trabajos; por esto, el transporte público en São Paulo es tan caro, y por el mismo motivo, la población (especialmente los más jóvenes) protesta tanto con el incremento de la “tarifa del autobús”.
En 2013, el aumento de la tarifa desencadenó las “Jornadas de Junio”, lo que propició una serie de acciones populares (“tomaremos las calles” o “tomarem as ruas”) vinculadas a ese descontento.
Pese a las protestas, las autoridades no se molestan en comprender, no dialogan con los movimientos populares, utilizan una fuerza muy desproporcionada en contra de los manifestantes, por lo general, pacíficos (como puede observarse en el siguiente vídeo ). Hoy en día, en Brasil, existe una especie de “concertación para la no democracia”, formada por el PSDB (nuestro PP) y el PT (nuestro PSOE), que rechazan las protestas populares, ya sea por la vía violenta (el PSDB que controla el Estado y dirige a las policías) o por la vía de la negligencia (el PT, que controla los mayores presupuestos estatales al nivel federal y municipal y tiene control sobre algunos de los principales movimientos populares del país).
Caminar por la ciudad es un derecho ciudadano que resulta inviable cuando su precio es abusivo, por esto, el Movimento Passe Livre (MPL) propone la gratuidad en el momento del uso, como ocurre con los servicios dela sanidad pública. Esta gratuidad en el momento del uso, sería financiada por impuestos sobre el patrimonio inmobiliario, sobre la propiedad de coches, con fondos federales y renegociaciones de la deuda municipal.
Nosotros queremos garantizar nuestro derecho a desplazarnos por la ciudad, pero tenemos responsabilidad fiscal y queremos que los contratos de concesión del servicio público de transporte sean auditados; también proponemos algunas metodologías para financiar el presupuesto del transporte público.
¡Queremos que los gobiernos nos atiendan!