Repetidas veces durante estas semanas algunos lectores, amigos y hasta familiares me piden que aporte pruebas fehacientes de que realmente se está desarrollando ya la mayor crisis energética de la Humanidad (o, al menos, del mundo occidental). Mi deformación profesional como científico hace que tal petición me resulte chocante: en este cuaderno de bitácora me dedico hasta la extenuación a hacer repetidos análisis de los datos aportados por los diversos entes internacionales e incluso por compañías privadas cada vez más preocupadas por la que se nos viene encima, y para mí esos análisis son más que elocuentes. Sin embargo, me doy cuenta de que para mucha gente las numerosas gráficas y proyecciones, y los argumentos más o menos técnicos que aporto son prácticamente inútiles por dos motivos fundamentales. El primero, que nuestra sociedad se ha vuelto tan cínica que estamos acostumbrados a que se pueda defender, incluso en las altas instancias políticas, una posición y su absolutamente contraria, y en ambos casos respaldados por toneladas de datos y sesudos análisis; faltando por tanto la honestidad de no negar la evidencia y no intentar falsear la realidad a nuestra conveniencia, la gente se siente perdida, de tanto más si no son capaces de seguir la discusión técnica. Al final, en nuestro mundo la verdad material se vuelve cuestión de opinión y hasta si dos más dos suman cuatro es argumentable. El segundo argumento (que es todavía más demoledor) es que si el problema tuviera la gravedad que aquí y en otros foros repetidamente se denuncia, el comportamiento de nuestros líderes seria de una absoluta e inaceptable irresponsabilidad, en primer lugar por ocultarlo y en segundo lugar por no tomar las medidas adecuadas para adaptarnos; el corolario natural de todo esto es que suponer tal comportamiento por parte de nuestros políticos implica creer que hay una inverosímil gran conspiración en marcha y reduce por tanto a los proponentes del Peak Oil a una pandilla de locos conspiracionistas. Delante de esto yo suelo argumentar que en realidad nuestros líderes están perfectamente al tanto de qué pasa, lo que sucede es que están buscando salidas falsas porque cuesta aceptar que la sociedad actual tendrá que reorganizarse por fuerza de arriba a abajo, y aquí suelo destacar varios hechos significativos. Por ejemplo, que Obama nombró como Secretario de Estado (es decir, Ministro) de Energía a Steven Chu, que aparte de ser premio Nobel de Física fue director del Lawrence Berkely National Laboratory y que no sólo conoce bien el problema del Peak Oil sino que ha hablado numerosas veces (antes de ser Secretario de Estado, claro está) de él; como muestra, esta presentación de 2005; la transparencia 16 habla por sí sola. Otro ejemplo: en el Reino Unido se están tomando el tema más que en serio y son legión las iniciativas que desde el ámbito público y privado se están tomando, y ya discutidas en posts anteriores: “Algunos gobiernos cambian el rumbo“, “Algo se mueve en Inglaterra” y “Vientos de transición“. Y bien, si pensamos en España, está la muy significativa pregunta que Gaspar Llamazares presentó delante del congreso (registro aquí). Con respecto a la pregunta que yo mismo formulé al Presidente (bueno, en realidad otra, más personal, que envié desde la web de la Moncloa), recibí la siguiente respuesta:
Como dice Quim: “Bueno, por lo menos ahora puedes decir que sabes que Zapatero está al corriente del problema”. Por otro lado, seguramente algunas comunidades autónomas se están planteando el problema (y el que quiera entender que entienda).
Entiendo, de todos modos, que lo que la gente quiere ver son indicios inequívocos de que efectivamente se está desarrollando esa crisis energética de la que tanto hablamos. Me resulta curioso que, en medio de las malas noticias que sobre la evolución económica local y global arrojan los diarios cada día, sea justamente en este momento que se me pida una mayor confirmación, una mayor clarificación; pero está claro que la gente aún cree en el discurso mainstream de que la crisis económica tiene su origen único en unas manipulaciones especulativas de unos banqueros muy malos, y no en el hecho de que hemos topado con los límites de los recursos del planeta. Pero, en fin, como quiera que en las últimas semanas se han sucedido numerosas noticias que muestran que la crisis energética se agudiza, creo que está bien resumirlas aquí. Y, como verán, la mayoría salen de los propios medios de comunicación de masas…
- Que muchos países pobres estén pagando la factura de una crisis que no han generado reduciendo sus servicios (salud y educación, entre otros) seguramente no es de demasiado interés para el lector medio. Sin embargo, este mismo lector se sorprenderá al conocer la magnitud de los recortes en los EE.UU.: localidades, pueblos, ciudades y condados se declaran oficialmente en bancarrota por todo el país; numerosas ciudades apagan su alumbrado público para ahorrar, en algunos Estados desmontan las carreteras y las sustituyen por caminos de arena y piedras para no tener que pagar su mantenimiento, en Hawaii los niños no tienen clase los viernes para ahorrarse los sueldos de ese día, algunas bibliotecas cierran y casi todas las universidades están cerrando estudios completos (hace un par de meses recibí un dramático mail de la Universidad de Florida sobre este tema). Añada a esto que desde Marzo 10 estados (California, Arizona, Rhode Island, Michigan, Oregon, Nevada, Florida, New Jersey, Illinois y Wisconsin), y la ciudad de Nueva York están en una situación de práctica bancarrota, y a estas alturas seguramente ya serán más.
- Un apunte prestado del blog de Quim: en Francia 300.000 usuarios se verán privados del suministro de gas por impago durante este año. Esto se une a las severas restricciones de suministro de gas en el Reino Unido este invierno y el temor a la falta de suministro en fechas próximas, las perspectivas de próximos cortes de gas a nivel de toda Europa, y a los cortes de gas en Argentina durante el presente invierno (que se corresponde con nuestro verano).
- De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, China acaba de superar a los EE.UU. como primer consumidor mundial de energía. A pesar de que, al tener cinco veces más población, su consumo per cápita sea un 20% del de los EE.UU., China tiene miedo a ser considerado el primer contaminante del mundo, y niega el dato. Entre tanto, y con el estilo autoritario que le caracteriza, el Gobierno chino ha ordenado el cierre de 2.000 fábricas para ahorrar energía. La realidad es que China está teniendo problemas para aumentar su suministro de energía para continuar su acelerada expansión económica, y se ve obligada a tomar decisiones drásticas.
- Los barcos cargueros van hoy más lento que los últimos clippers o veleros de larga distancia. Aunque la causa alegada sea la lucha contra el cambio climático, la carestía del combustible ha obligado a reducir la velocidad media de estos barcos.
- Relacionado con el cambio climático que tantos niegan, la ola de calor en Rusia ha obligado a este país a reducir sus exportaciones de trigo. Coincide este evento con un descenso de la capacidad productiva de petróleo del mundo (más de un millón de barriles diarios desde que comenzó el año, ver datos en OilWatch Monthly) y una producción cerca de su máximo histórico (Julio de 2008, cuando se produjo el pico de precios a 150$ el barril), lo cual introducirá una presión adicional sobre los precios del grano (por su uso para producir biocombustibles), con lo que se anticipa una gran subida del precio de los alimentos y revueltas en los países más pobres.
- Otro apunte del blog de Quim: el rey Abdullah de Arabia Saudita ha ordenado el cese de todas las prospecciones petrolíferas, para preservar el petróleo restante para las generaciones futuras, en sus palabras. Un reciente informe de la revista Forbes alerta sobre la creciente inestabilidad de Arabia Saudita, donde la brecha entre la clase dominante (las aproximadamente 60.000 personas que se estima que forman parte de la casa real) y prácticamente el resto de la población se hace cada día más grande. Toda la región, además, se vuelve más inestable cada día que pasa: a la desestabilizante escasez recurrente de gasolina en Irán (el crudo se refina fuera de Irán, e Irán intenta forzar mejores precios para la gasolina amenazando con cortar el suministro de petróleo) se unen los problemas en Iraq, de Yemen (país que colapsará antes de que pasen diez años) y los problemas económicos de los Emiratos Árabes Unidos. En este contexto, el reciente atentado de Al-Qaeda contra un petrolero japonés en el estrecho de Ormuz es bastante inquietante. Y a eso añadan los problemas de suministro de electricidad en Venezuela, y verán que el panorama es muy preocupante.
Si después de todo esto, tienen motivos todavía para ser optimistas o les quedan dudas, sinceramente ya no sé qué más decirles; sólo, que se queden a la escucha de los próximos acontecimientos.
Salu2,
AMT