Hoy analizamos en profundidad los resultados del barómetro de enero del CIS y las tendencias electorales que refleja, la decisión del BCE de dejar de aceptar bonos griegos como colateral y las ideas de ciertos economistas de salón que proponen ideas disparatadas como “solucionar” las crisis mediante una gran guerra. Con Juan Carlos Bermejo y Carlos Muñiz. Conduce Juan Carlos Barba.
Fotografía de thierry ehrmann
¿Por qué una tercera guerra de destrucción masiva? La necesita el Capitalismo.
Siempre que hay una recaída, los capitalistas plantean sus propias soluciones y saben que pueden contar con el apoyo y la ayuda del Estado. Su solución habitual a la crisis implica la destrucción de una parte de la capacidad productiva mediante el cierre de empresas y el despido de trabajadores. Los precios y los salarios se ven recortados. Las empresas más pequeñas, más débiles, desaparecen o son adquiridas por otras más grandes. Esto permite que la oferta nuevamente se adapte a la demanda. La tasa de beneficio vuelve a crecer, se vuelve a invertir dinero: comienza un nuevo ciclo. Como lo describió Marx, se trata de un proceso de crecimiento seguido de un estancamiento, una crisis y una recuperación que tienen lugar en un período de cinco a siete años: el ciclo económico.
Sin embargo, esta vez hay algo más que una simple recesión cíclica “simple”. Desde 1973 se han producido repuntes y caídas, pero los picos son cortos y las caídas bruscas. Un período de crisis tan largo ya había tenido lugar anteriormente. La primera crisis importante que afectó a las grandes potencias económicas se produjo después de 1873. Acabó con la masiva exportación de capital y la lucha por una esfera de influencia en las colonias que, al final, desembocó en la Primera Guerra Mundial. Fue la fase inicial de lo que Lenin llamó “imperialismo”: una etapa -la última- del capitalismo caracterizada por la fusión del capital bancario e industrial y la división del mundo entero en colonias.
La segunda crisis estructural se produjo tras el crack de 1929 y finalizó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Desde 1973 hemos vivido en la tercera crisis estructural. Sin embargo, esta crisis está teniendo lugar bajo circunstancias especiales.
Ya en 1975, los esquemas de estabilización estaban siendo puestos en práctica en Bélgica. Cuatro “industrias nacionales” -carbón, acero, textil y vidrio- se desmantelaron con la cooperación del Estado, incluyendo la nacionalización temporal de la industria siderúrgica. Una segunda oleada de planes se lanzó en 1981, cuando se hicieron planes para recortar los salarios y los servicios sociales. El franco belga sufrió una devaluación y no se llevaron a cabo tres subidas salariales tras incrementos en los índices de precios. Los gobiernos desmantelaron la seguridad social y los beneficios de desempleo sin importarles las huelgas nacionales y las manifestaciones que firmemente se oponían a ello. Sólo en 1989 fuimos testigos de una pequeña subida que para 1991 ya había terminado.
La Comunidad Europea se ocupó del asunto a partir de 1985. Se adoptaron muchas medidas: el mercado común en 1990, el Tratado de Maastricht en 1991 (y divisa común), la liberalización del sector público durante los 90 y la Estrategia de Lisboa en 2000. En Bélgica, la oposición a estas medidas se expresó principalmente a través de una gran serie de huelgas contra el “plan global” en 1993 y las huelgas contra el denominado “pacto generacional” de 2005.
El competidor estadounidense era el modelo de todas las medidas planteadas por la Unión Europea. Esto no es una coincidencia. Desde el inicio de la crisis, en 1973, la superpotencia Estados Unidos no ha cesado nunca de dejar su pesado sello en la economía global. Esto se hizo aún más claro en 1980, cuando la parte más derechista y agresiva de la burguesía estadounidense ganó poder con la presidencia de Reagan. Esta situación llevó a que se adoptaran medidas radicales que tuvieron mucha influencia en el desarrollo de la crisis en todo el mundo. Debido a algunas de esas medidas, la crisis se trasladó a otros países. Otras medidas ralentizaron la crisis transitoriamente e impulsaron artificialmente la economía global. Esto explica por qué esta crisis en concreto ha sido tan compleja. Las soluciones que los EEUU ofrecieron han contribuido al colapso financiero actual. Un resumen de estas soluciones nos permitirá entender mejor cómo de seria es la crisis realmente y por qué la única salida a esta crisis de sobrepdoucción retardada es la masiva destrucción de capital.
Jo Cottenier y Henri Houben
Crisis del sistema
Todos contra Tsipras:
Según puedo leer en algunos confidenciales de inteligencia y seguridad, parece ser que hay amenazas contra la vida del político griego.
El Espía Digital cuenta; Tsipras recibió alertas sobre supuestos planes contra su vida por parte del Servicio Nacional de Inteligencia griego (EYP). Aunque Syriza no planea una política de encontronazo directo con EE UU, sí estaría la CIA dispuesta a cooperar con la ultraderecha griega o con sus homólogos europeos para quitarse del medio a Tsipras.
Más cuando en el programa electoral de SYRIZA se encuentra planteado eliminar las bases extranjeras de Grecia y su salida de la OTAN.
Según cuenta este medio, parece ser que Tsipras trasladó esta información a el embajador ruso y ahora aparte del EYP, también cuenta con la protección de la agencia de seguridad rusa del Servicio Exterior de Inteligencia (SVR), y del propio Servicio de Seguridad Presidencial (PAS).
En los mismos términos se manifiesta la página Veterans Today.
Chipre cederá una base militar a Rusia:
La base de la fuerza aérea en que los aviones rusos operarán en Chipre tras el acuerdo entre ambos países que se firmará en Moscu el próximo 25 de febrero, está situada a apenas 40 kilómetros de la base gestionada por Gran Bretaña en Akrotiri.
El presidente de Chipre Nicos Anastasiades, que se opone a las sanciones a Rusia ha declarado que permitirá al ejército ruso la utilización del aeropuerto de Paphos como base de la FA rusa.
Hay que recordar que Chipre no pertenece a la OTAN, pero a 40 kilómetros de Paphos existe una base británica, Akrotiri, que a diferencia de la Base de Soporte Naval de Souda, en la cercana isla de Creta que cuenta con una guarnición militar simbólica -unas 260 personas entre civiles y militares y de muy difícil escalabilidad- la citada base británica cuenta con una fuerza permanente de unos 1.500 infantes de marina; los famosos y bien entrenados Royal Marines.
Según afirmó Anastasiades las relaciones de defensa entre las dos naciones se fortalecerán y el acuerdo se firmará durante su visita a Moscú el próximo 25 de febrero.
De este acuerdo destacaría que con esta nueva base la fuerza naval rusa del mar Negro, podría junto con el puerto Sirio de Tartus mantener un despliegue aeronaval permanente en el Mediterráneo, sin tener que pasar el estrecho del Bósforo.
Lo que le da una gran ventaja sobre el resto de las flotas de la OTAN no ribereñas del Mar negro.
Según la convención de Montreux sobre el mar Negro:
.- Los países no ribereños no podrán introducir barcos de guerra de más de 15.000 toneladas de desplazamiento.
.-No podrán introducir más de 9 navíos de guerra de la misma nacionalidad que en todo caso no podrán superar las 30.000 toneladas de desplazamiento en su conjunto.
.-Por último la permanencia de buques de guerra de países no ribereños no podrá superar los 21 días.
En resumen el mar Negro seguiría siendo un lago ruso, más cuando las relaciones con Turquía, potencia militar de la zona, cada día son mejores y podrá desplegar de forma permanente su flota en el mediterráneo.
Hay que destacar que frente a las costas Sirias y dentro de sus aguas territoriales hay importantes yacimientos de gas por explotar.
Por último discrepo con Juan Carlos sobre que no hay un peligro eminente de guerra:
Las guerras se montan a la “velocidad de la luz”.
Cuanto sucedió el golpe de estado del Maidan, yo sabía que la guerra comenzaría en pocos días.
Cuando 2.011 comenzaron los disturbios en Siria sabía que en pocos días se generaría un conflicto armado.
Sin ir más lejos en nuestra querida España, en 1.936 había bastante tensión pero nadie pensaba que pudiera haber una guerra. Sin embargo un “cisne negro” como el asesinato de Calvo Sotelo, desencadenó el conflicto.
Actualmente el mundo y en especial Oriente Medio y este de Europa es un polvorín y cualquier “provocación” llevará a la guerra.
En cuanto al tema de las armas nucleares, solo añadiré que cualquier persona con conocimientos militares sabe que todas las armas se han acabado utilizando desde la ballesta hasta el “Gran Berta”, que nadie se engañe las armas se crean para utilizarse, es cuestión de encontrar el momento que permita el éxito de su utilización.
Según el analista militar y ex-militar del ejército USA Gordon Duff, incluidas Hirosima y Nagasaki se habrían utilizado hasta el momento 46 artefactos nucleares de baja potencia.
Estamos viviendo tiempos peligrosos y el eminente e inevitable colapso financiero del €/$ pueden desencadenar una guerra.
Más cuando Rusia y China han puesto “pie en pared”.
Genial! Genial y Genial! Muchas gracias x todo. Un placer!