Hoy hablamos sobre el registro del domicilio y detención de Rodrigo Rato; sobre la protesta de una activista ante Mario Draghi, quien se arrojó contral él lanzando confeti; sobre la evolución de los mercados durante la última semana y, especialmente, sobre la debilidad mostrada por la economía china y sobre las últimas noticias sobre Grecia. Con Antonio Espín, Carlos Sánchez Mato y Luís Riestra. Conduce Juan Carlos Barba.
Fotografía de Manel
Antonio Espín ha pasado de bobo a facha y Juan Carlos Barba (que no veas cómo se ponía con senserrich) se lo consiente todo. Irían juntos al colé, supongo…
Vamos a ver, lo que se espera del BCE, se esperaba, era que hubiese intervenido cuando Grecia estaba haciendo todas aquellas trampas contables para entrar en el Euro y las que siguió haciendo después. Qué casualidad que era Goldman y Sachs el muñidor de todas aquellas trampas y que sea Mario Draghi, presidente del BCE, unos de los delanteros centro del Goldman de aquellos gloriosos años. Otra cosa, si Alemania no le quiere perdonar ni un céntimo de Euro a Grecia, cuando Alemania se pasó cuando quiso los criterios de convergencia cuando quiso y le convino por el forro de los c*jones (Francia también), y se hace un traje a medida con las leyes y normas cuando lo necesita, Grecia tiene todo el derecho del mundo a pedir indemnizaciones por el periodo de la 2GM cuando hicieron aquellos desastres en Grecia y enmedia Europa. Ese señor Antonio cuenta muchas medias verdades y tiene unos dejes muy hooliganianos y muy forofos.
Para completar mi comentario anterior, Alemania no predica con el ejemplo y exige cumplimiento de acuerdos cuando ALemania es la primera que, cuando lo necesita, no duda en incumplirlos. Eso, entre otras cosas, es lo que se le debería recordar a Alemania cuando se pone en plan intransigente a la hora de cobrar hasta la última peseta, sin importarle que la gente se muere de hambre. Por otra parte, espero que Grecia lleve a cabo todo tipo de acuerdos con Rusia y con Irán y que chantajee a la UE con este tema todo lo que pueda y más, y que muchos otros países (espero que España) sigan su ejemplo, ya que es lo más la opción más lógica. YA va siendo hora de que empecemos a seguir nuestros propios intereses y no los de EEUU.
Aunque Antonio Espín suele caer en reduccionismos y esencialismos falaces para apoyar sus argumentos, creo, sin ser un especialista en el tema, que acierta plenamente cuando sostiene que lo que hace falta a este país es un millón de puestos de trabajo en la industria. Sin industria y servicios de alto nivel que aporten valor añadido no se puede generar la suficiente riqueza para llevar a cabo políticas sociales y redistributivas. En Canarias, por ejemplo, el turismo y los servicios anejos conviven con un paro de cerca del 30%.