O cae o se han dejado caer lo que sea para poder vender recuperación.
Los restaurantes declaran que sus camareros tardan hasta 36 meses en aprender a servir hamburguesas y la correspondiente prevención de riesgos laborales; mientras la reforma laboral les bonifica las cuotas
Aprender a hacer una hamburguesa o servir un café es una labor que requiere tres años de aprendizaje. Al menos, es lo que quieren hacer ver los empresarios de la comida rápida (fast food) que han comenzado a utilizar en masa el contrato de formación (también conocido como de tarifa plana) ideado por el gobierno de Mariano Rajoy. La modalidad contractual contempla la gratuidad de las cuotas de la Seguridad Social durante la formación del joven trabajador, con un máximo de 36 meses.