Pedro Marín decidió “no seguir adelante” porque la entrada en vigor de la Orden “habría sido un desastre”, generaría “incertidumbres” en un sector que él quería “estabilizar” y provocaría la “judicialización”, conocedor de los 14 contrainformes elaborados por los bufetes para las eléctricas. Enterró la norma, permitió la prescripción y las compañías no tuvieron que devolver los 3.400 millones cobrados de más.
Pedro Marín, nombrado Secretario General de Energía en abril de 2008 por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, decidió frenar la propuesta de Orden de liquidación de los CTC cobrados de más por las eléctricas, que fue heredada de su predecesor, Ignasi Nieto.