Hoy hablamos sobre el estado del agua en España a través de un informe de Ecologistas en Acción, presentado durante la última Cumbre del Clima de París, que analiza cómo han evolucionado los recursos hídricos en España durante los últimos años y si los cambios observados pueden atribuirse al cambio climático o no. Con Erika González de Ecologistas en Acción. Conduce Jesús Nácher.
Fotografía de galaico
Muchos somos MUY escépticos respecto a lo que cuentan estos”ecologistas”, quienes visiblemente tienen una opinión crédula, colaboracionista, frente a la campaña calentóloga, pues no valoran los datos que señalamos los escépticos científicos.
El ciclo del agua sigue ciclos, valga la redundancia, debidos a los ciclos naturales de 11 años (ciclo de manchas solares) y a fenómenos igualmente cíclicos y naturales, como El Niño.
La conclusión es que estos ecologistas -que no ecólogos- aprovechan sequías naturales para hacer desinformar, hacer demagogia agorera, y vivir del cuento y del alarmismo culpabilista.
Esta posición nuestra no significa que los escépticos científicos apoyemos el uso abusivo del agua. Sólo digo que no se puede apoyar el discurso de gestión ecológica del agua, u otros discursos políticos, sobre análisis pseudocientíficos.
Más allá del tema del agua, recordemos que hay intereses pronucleares, pero también de otros lobbies de lucro, como el de las renovables o el de los científicos institucionales y ONGistas, que optan por mantener o incrementar sus puestos de trabajo y sueldos, mediante la demagogia pseudocientífica y desinformación.
Pues en todo estamos. Pero lo malo es que no se explican las cosas a todos los implicados. Está claro que en Murcia quieren seguir con sus negocios y en Talavera se necesita tener el Tajo con agua. Ahora bien, las obviedades son tan difíciles de explicar? La verdad es que no se entiende, salvo que aceptamos unos intereses “raros” en todo esto. Luego, hay que preguntarse también, por qué hay que insistir en el cultivo en terrenos muy secos? El agua para el consumo de la industria turística, se saca de la desalación y se cobra. Con el tiempo, se hará más barato y eficaz y tenemos qué exportar. No entiendo, por qué nunca se habla de estas cosas. Al final, vamos a seguir así y dentro de X años nos encontraremos con un desastre muy difícil de arreglar. Lamentable miopía.
Una corrección importante
Hacia el minuto48 comenta el proceso de desertificación del Sahel como inducido por el uso de agua, cuando en realidad está relacionado con variaciones astronómicas eN
continúo que mi gato apretó una tecla indebida
la desertificación del Sahel está relacionado con variaciones astronómicas en la cantidad de irradiación solar y el cambio en la trayectoria de la ITCZ, no con el uso humano (al menos esa es la hipótesis más aceptada).
Le pido que tome un mapa y vea la latitud a la que se encuentra el Amazonas y el Sahara y podrá observa las diferencias. Es cierto que parece haber un cambio en el Amazonas debido a la deforestación, pero dificilmente se convertirá en un desierto, sino que más probablemente en una savana con un corazón de selva tropical, más o menos igual que África en sus mismas latitudes.
Hola.
Me considero ecologista y trabajo en el sector del riego. Siempre me ha llamado la atención cómo hablan ciertos ecologistas de la agricultura, como si fuera un sector ajeno a la ciudadanía y despilfarrador.
Respecto a lo primero, supongo que todos sabemos que nuestra estupenda dieta mediterránea se compone, en casi su totalidad, de productos cuyas plantas han sido regadas (incluyendo olivos y almendros).
En cuanto al despilfarro, desde hace años que se vienen modernizano los sistemas de riego para ahorrar agua. Una parte de esta inversión la paga el agricultor y otra es subvencionada (la pagan los contribuyentes).
Y con relación a la demanda de más superficie de riego, tiene su explicación:
– El regadío es mucho más rentable que el secano.
– En las zonas rurales, la agricultura de regadío es la única alternativa al desempleo y la emigración.
– Los políticos locales se aprovechan de esta circunstancia en su propio interés, impulsando ampliaciones de superficie regable que en algunos casos no van a ser tan rentables.
No obstante lo anterior, me ha gustado Erika González porque no parece demasiado temeraria al tratar este tema y reconoce que le falta información para dar una solución. Espero que obtenga dichos datos directamente de los regantes (donde, ni que decir tiene, hay elementos que parecen vivir en otra época).