Desde que se decidió por parte de los poderes fácticos aplicar la guillotina para Pedro Sánchez con la consiguiente elección para presidente del Gobierno de Mariano Rajoy tengo una sospecha visto el devenir de los acontecimientos. Las declaraciones de Ansón en las que hacía referencia a que podemos se tenía que integrar en el régimen si no quería que el Estado cayera sobre ellos con todo lo que tenía no ha hecho sino confirmarla.
Esta sospecha es que el régimen va a tratar de crear un estado de opinión pública para arrinconar a Unidos Podemos en el extremo izquierdo del espectro ideológico independientemente de lo que sean ellos de verdad ( mi opinión es que son una socialdemocracia light). Es decir, repetir la jugada que se hizo con Batasuna en Euskadi y después con Bildu. O la que se ha hecho con el chavismo en Venezuela. Pienso que esto obedece a una estrategia pensada y que el objetivo último es resucitar al PSOE como caladero de votos de todo el espectro sociológico desde el centro izquierda a la izquierda moderada.
No parece mala estrategia para los intereses del régimen del 78. Si no ha salido del despacho de Arriola poco le debe faltar. Es bastante probable que les salga bien, pero para ello se tienen que dar unas circunstancias determinadas, la principal de ellas es que los ríos de dinero que llegan desde Europa (63.000 millones en los últimos 12 meses, que es lo que ha engordado el balance del BdE) continúen de forma indefinida. Aquí es donde este plan perfecto desde mi punto de vista va a fallar. El proyecto neoliberal está haciendo aguas por todos lados. La interpretación de que el Brexit es un fenómeno aislado o un efecto tardío del mundo viejo no se sostiene, sino que a mi parecer es todo lo contrario. Es la primera consecuencia del naufragio del proyecto neoliberal, que se manifiesta por doquier miremos donde miremos: Syriza en Grecia (con el violento control de su disidencia), el Movimiento Cinco Estrellas en Italia, el FN en Francia, AfD en Alemania, Trump y Sanders en EEUU, Podemos en España… eso solo por mencionar los países más grandes o el movimiento más traumáticamente reprimido hasta la fecha. Son reacciones de una diversidad grande pero de un origen a mi modo de ver idéntico, es decir, el descontento popular.
A mi modo de ver basta un mal resultado electoral en un país grande (para los intereses de la oligarquía) para que la espiral de desintegración del proyecto europeo sea imparable. Y pienso que eso va a pasar de forma inevitable en la próxima crisis financiera. Como dijo Mike Tyson en frase mítica “everyone has a plan ’till they get punched in the mouth”. Entonces veremos de forma dramática cómo el dinero desaparece de las calles de forma fulminante y la economía española colapsa por el cese de los flujos financieros del exterior. El régimen del 78 se desintegrará entonces de forma dramática porque los indiferentes ideológicos que hasta ahora le han votado porque pensaban que era el mal menor, aun despreciando lo que representa, lo convertirán en la cabeza de turco de todas sus frustaciones.
Debemos estar preparados para ese momento. El mejor escenario para nosotros es que se “batasunice” a Unidos Podemos. Eso les obligará a vincularse a las movilizaciones sociales, a no ser que cometan la locura de conformarse con el papel subalterno que tuvo el PCE y luego IU entre 1977 y 2011. Si es así tendremos una fortísima base social preparada para traer una República con todas las garantías democráticas cuando llegue el momento de la pérdida del apoyo de Europa.