El año que viene se presenta difícil, complejo y quizá conflictivo, muy conflictivo. Una nueva crisis de los misiles, como la que aterrorizó al mundo en los años setenta del pasado siglo, es posible.

Los actores, como siempre, EEUU y sus palanganeros de la UE de un lado en forma de OTAN y Rusia, la Federación Rusa, del otro. No se descarta el apoyo de China a esta última.

Escenario del conflicto: Ucrania, con su descerebrado presidente al frente, una tal Zalenski y sus aliados de gobierno. Toda una chusma nazi colaboracionista que hunde sus antecedentes en la II Guerra mundial y que en la actualidad controla unidades del ejercito ucraniano que van a su aire.

Actuaciones más representativas de uno y otro bando.

La OTAN lleva años expandiéndose hasta las fronteras de Rusia. Es decir, se ha desplegado con todo su armamento (y España participa del despliegue) en Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, y Rumanía. Desde estos países se entretiene regularmente en provocar y pinchar al oso ruso, invadiendo esporádicamente el espacio aéreo y marítimo de la Federación Rusa. Y como todo esto aún le le parece poco, anda acumulando fuerza marítima de sus armadas en el Mar Negro.

Por contra Rusia, lleva años intentado desarrollar buenas relaciones con los países de la UE, intentando crear con ellos un área económica común: compra de productos agrarios, ventas de gas ruso y otros emprendimientos que tengan un aprovechamiento recíproco. Sólo hay que ver la geografía, para ver que, como dijera el general De Gaulle, existe una Europa hasta los Urales con las que nos convienen una buenas relaciones.

Podríamos decir que la actuación de la OTAN es hasta ahora agresiva buscando el cerco de Rusia y por contra la de la Federación Rusa, busca la colaboración con los países de la UE.

Este último debería ser el escenario ideal tanto para Rusia como para la UE, pero es el caso que la UE no pasa de ser un mera colonia de los EEUU, sin criterio, estrategia ni líderes. La mediocridad de sus mandatarios es más que preocupante. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von de Leyen, alemana de origen, apenas en sus comparecencias públicas usa su propio idioma. Se dirige siempre a todos sus socios europeos en inglés, a pesar de que Inglaterra ya no forma parte de la UE. Por otro lado, Alemania con su flamante nuevo gobierno de socialdemócratas y Verdes, se está negando a la puesta en marcha del recientemente construido geseoducto ruso Nord Stream 2, que abarataría los precios del gas en Europa, que anda por las nubes. Finalmente, ese mismo gobierno de progreso alemán, con los Verdes en sus filas, ha prohibido la señal de la Televisión Rusa en Alemán (RT) para toda Alemania, e incluso la ha desconectado del satélite europeo. Basta ver la televisión alemana Deutsche Welle (la televisión oficial del estado) en su emisión en español, para comprobar que cualquiera de sus telediarios se divide en dos partes, la primera todo tipo de libelos y ataques contra Rusia, la segunda el resto de noticias del mundo.

Rusia se ha cansado de tanta sanción, de tanto ataque. En estos días la OTAN en un pasito más de acoso y derribo anda entrenando y dotando a las fuerzas armadas ucranianas para una invasión en sus provincias rebeldes de habla rusa, de Donetks y Luganks. Y en paralelo pretende desplegar armas ofensivas en la misma Ucrania muy cerca de la frontera rusa. De esta forma sus misiles quedarían apenas a cinco minutos de Moscú.

EEUU y sus lacayos europeos sienten ,y con razón, que están perdiendo la hegemonía mundial, en manos de Rusia y China. Nerviosos por tanto (ellos nunca descansan en su agresividad), son capaces de cualquier tontería intentado frenar a Rusia. Pero Rusia ya lo ha dicho: no comprende qué hacen a pocos kilómetros de sus fronteras tropas de EEUU, Inglaterra y sus lacayos de la OTAN, cuando las de EEUU en concreto se están moviendo a más de 15.000 kilómetros de su casa. Es lo mismo, que si Rusia estuviera desplegando armas ofensivas en frontera de Méjico, realizara maniobras militares en el Caribe o las instalara de nuevo en Cuba.

El oso ruso ha dicho basta. De proseguir la OTAN en su escalada, Rusia responderá de forma contundente. Lo ha dicho bien claro. Bien puede llevar sus misiles a las puertas de los EEUU. Venezuela, Nicaragua y Cuba, que estarían dispuestos a acogerlos, o quizá pueda intervenir en Ucrania en defensa de las provincias de habla rusa de Donets y Lugankc, si son agredidas.

El mundo anglosajón desesperado como anda y en franca decadencia, no va a ser fácil que ceda y deje de agredir. Por ello, el escenario de una nueva crisis de los misiles puede repetirse, con consecuencias insospechadas.

De ocurrir lo que nadie desea la primera perjudicada sería Europa. EEUU como siempre -hasta ahora- ha librado sus guerras fuera de su territorio, pero de esta -y lo sabe- nos se libraría.

También sabe, y ojo a navegantes, que quien ha pretendido una invasión del territorio ruso, ha salido muy mal parado. Los ejemplos históricos de Hitler y Napoleón son de sobras conocidos.

Hace unos días viendo la cadena fracoalemana de televisión ARTE, sentí ganas de vomitar. El reportaje hacia mofa y burla de lo que denominaba el nacionalismo ruso y la conmemoración del día de la Victoria sobre Alemania y el nazismo en la II Guerra mundial en Moscú. Lo que en Rusia se conoce como la Gran Guerra Patria.

Y esto lo hacia ( pues ya todo vale contra Rusia) una cadena de televisión participada por una nación que asoló a Europa desde el 1939 hasta 1945, e invadió la URSS, dejando sólo en el pueblo ruso- atrocidades aparte- más de 25.000.000 de muertos.

Miserables.

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