Hoy comenzamos analizando la eovlución de la guerra en Ucrania. Mientras la diplomacia rusa y ucraniana dan ciertos síntomas de acercarse a una resolución más o menos pactada de la guerra las bombas siguen cayendo y los combates sucediéndose. Hablamos también sobre la situación del gas y la Unión Europea. Por un lado, el Consejo Europeo admite la “excepcionalidad ibérica” y permite la desvinculación del precio de la electricidad del precio del gas. Por el otro, la Unión Europea en su conjunto se replantea su dependencia del gas ruso. ¿Es posible conseguirlo en un plazo más o menos corto? También hablamos hoy sobre la huelga de transporte y el acuerdo del Gobierno con varias plataformas convocantes. ¿Qué consecuencias tendrá la rebaja de 20 céntimos en el gasóleo profesional? Por último, hablamos sobre la subida del precio de los alimentos. La inestabilidad en Ucrania y Rusia, grandes exportadores de grano, leguminosas y semillas como las de girasol está tensionando gravemente otras zonas del mundo. El caso más serio es el de la India, en una situación de vulnerabilidad tanto social como económica y política que podría enfrentar revueltas sociales si no controla los precios de los alimentos. Esto está llevando al Gobierno indio a firmar acuerdos comerciales bilaterales con Rusia pese a las sanciones. ¿Qué consecuencias geopolíticas tendrá esto? Con Jordi Llatzer y Juan Carlos Bermejo. Conduce Juan Carlos Bermejo.
La guerra de los poderes monopolistas de la economía de la expolación y la depredación de la naturaleza y del saqueo social obtienen gigantescos beneficios (robo globalista). Por suerte no controlan el aire que respiramos y así lo disponemos gratis, pero…cuando lo controlen también nos llegará…una factura indecente de aire respirado. Si el aire que respiramos lo disponemos gratis, como los hijos, nuestro ser y pensamiento, porque es lo natural; igual debería ser, al menos, el petróleo, el gas, los minerales, el viento, el agua, el sol, y todo lo que produce la naturaleza, salvo, lo que cueste disponer, elaborar y fabricar con lo más noble del ser humano: el trabajo organizado, creativo y emprendedor a precio razonable.
Pero lo más costoso de estos monopolismos energéticos, no sólo es la expoliación y depredación sino también su carácter genocida, que viene de la contextura del poder: las guerras povocadas por su codicia criminal y capacidad financiera para corromper gobiernos y desarrollar el armamentismo para acercarnos cada vez más al holocausto de la humanidad. Europa está en ese trance si seguimos creyendo que la actual “guerra de Ucrania” es Rusia-Ucrania, cuando en realidad es la guerra de los monopolios que manipulan una Europa ocupada por la OTAN y, ahora, servil con los intereses de las tramas mafiosas globalistas USA-UEesbirra que quieren extender su dominio a la totalidad de Europa, sus recursos y mercados. Deducimos. Entonces, que la guerra inyectada es “Europa contra Europa”, encajonada en el riesgo nuclear -aunque podría ser otra de las tácticas genocidas de la conjura globalista- pero cuya única solución sería iniciar un proceso de PAZ de Europa entre europeos leales, sin alianzas ajenas, concientes de que la soñada pax europea sólo es posible con la unidad total continental -ahora que estamos limpios del fascismo comunista y se avisora el globalista- tan complementaria, además, para su desarrollo económico, cultural y el bienestar social de todos los pueblos que hemos padecido, hasta ahora, la misma historia, que podría ser diferente para las generaciones del presente y del futuro.