Hoy comenzamos hablando la rotunda victoria de Donald Trump en las elecciones a la Casa Blanca, en la que hay muchos frentes que analizar. El primero de ellos es el análisis de los propios resultados electorales; Trump ha vencido en Estados que el Partido Republicano daba prácticamente por perdidos y también entre grupos electorales que estimaba que apoyarían al Partido Demócrata. Otro de los frentes importantes es la política económica y especialmente arancelaria que se prevé que desarrolle la administración Trump. Y, por último, están los varios frentes bélicos que tiene abiertos Estados Unidos, tanto en Ucrania como en Israel. ¿Cuál será la política exterior de Trump? ¿Veremos un cambio en la estrategia geopolítica? También hablamos hoy sobre la gestión de la tragedia que ha desencadenado la Dana en Valencia. Una gestión desastrosa que ha provocado una enorme concentración en Valencia durante el fin de semana. Con Toni Hernández, Íñigo Molina, Carlos García y Jorge Amar. Conduce Juan Carlos Barba.
Las elecciones en EEUU son una cuestión de primer orden, con una gran repercusión internacional, en la que se ha puesto de manifiesto la profundísima crisis que atraviesa la gobernanza y el conjunto de las instituciones.
El Partido Demócrata Americano actual, que poco tiene que ver con el de Roosevelt, ha sido derrotado clamorosamente, y se ha convertido, especialmente desde la presidencia de Obama, en el Partido global del imperialismo, la guerra y las “nuevas culturas”. La llegada al poder de los demócratas, de la mano de Biden -antiguo vicepresidente con Obama-, sirvió para profundizar en la expresión de las esencias objetivamente reaccionarias de ese conglomerado de intereses imperialistas: impulsó a la OTAN y a la guerra en Europa Oriental, Oriente Próximo y el Mar Meridional de China.
El voto palestino-árabe, descontento profundamente con la política de plena complicidad con el genocidio sobre el pueblo palestino, ha dado la espalda de forma muy importante al Partido Demócrata. Otra cuestión de gran importancia en la pérdida de apoyos electorales ha sido el uso y la exportación al mundo occidental -como si se tratara de algo progresista, y no uno de los planteamientos más reaccionarios e irracionales a los que hemos asistido en las últimas décadas- de la “ideología queer” y el transgenerismo; Kamala Harris, por el hecho de ser mujer, no ha conseguido el arrastre de las votantes, y no es difícil comprender el porqué. Trump es un machista brutal que emplea los mecanismos tradicionales para ejercer tal ideología, pero Harris-Biden y el Partido Demócrata en su conjunto utilizaron el «borrado de las mujeres» como realidad biológica y social para agredir a las mujeres, especialmente al movimiento feminista, generando un gran malestar social.
¿Qué se puede esperar de esta nueva etapa de Trump? Desde luego, nada bueno. Entre quienes lo rodean, la figura más destacada es la de Elon Musk. Sus empresas y sus expectativas de negocio van un paso más allá para impulsar el llamado “transhumanismo”. Su declarada voluntad de alumbrar una especie de semidioses o seres con vida eterna es una irracional quimera que no debería ser autorizada, pero está claro que Musk pretenderá beneficiarse de su aportación millonaria a la campaña electoral y a la victoria de Trump. En cuanto al impulso a la guerra, nos tememos que en lo único que habrá cambios es en una reestructuración del proceso, pero no a un freno real a éste.
Nos queda confiar en lo único en lo que realmente se puede y se debe confiar. En que la gente más consciente del pueblo de los EEUU organice la resistencia antiimperialista. La victoria electoral de Trump es una expresión adicional de la plena decadencia del imperialismo angloamericano y facilitará la lucha contra ese monstruo antihumano e irracional.
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https://izca.net/2024/11/07/la-victoria-de-trump-o-la-derrota-del-proyecto-del-partido-democrata-americano/