Estas son mis leyes. Si no le gustan tengo otras.

El gran Groucho Marx decía:

“Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”.

No quisiera provocar malentendidos con las siguientes palabras y que supongáis  que nuestro querido presidente  tenga algo de Groucho (y ni mucho menos de Marx), y no porque la frase originaria se acople perfectamente al estilo de gobernanza de nuestro presidente sino porque seguro que Groucho encontraría medidas mas  originales y certeras para salir de una forma, mucho más decente, de la “tienda de los horrores” en que nos han metido.

Bueno, que me enredo mucho.

¿Quién necesita invertir en un país, donde la jurisprudencia,  que rige los designios de la empresa, “ni sabe ni contesta”?   Hoy contrato con la regla alfa, mañana aplican la beta, hoy  pago el impuesto delta, mañana me añaden el impuesto gamma. Esto no es serio, y aunque nuestro políticos crean que esto es normal, porque siempre hemos funcionado así, porque si con esta ley ayudo a mi compadre, ¿Qué va a tener de malo? Pues ahí fuera, en la mescolanza del juego real, donde se dan las batallas (y no en Gotham City donde ellos creen que juegan) nos señalan,  subrayan nuestro galimatías jurídico, nuestro enredo administrativo y nuestra falta de seriedad a la hora de dibujar un marco, un terreno de juego donde empresarios de uno y otro lugar puedan invertir con seguridad.

La guinda a todo nuestro desajuste administrativo y legal es el reciente receso de la promesa del actual presidente de reducir la Administración hasta 2014. Aquí me quedo sin palabras solo me salen exabruptos.

honor. (Del lat. honor, -ōris).

1.  m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

El honor de cumplir lo prometido  debería ser un lema escrito a fuego en las entrañas de un presidente de gobierno. Pero no os angustiéis, siempre nos queda votarlos cada 4 años (mejor botarlos ya), “la fiesta de la democracia”, si total sólo les blindamos durante este periodo para que puedan hacer y desarrollar toda su incapacidad.

¿Cuando una democracia real ya?

Decía Groucho:

“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.”

Yo añado:

“Nuestro político utiliza la política como un arte para buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. Siempre con el mismo resultado, su beneficio propio”.