Solo han pasado unos pocos días desde el 20D y ya tenemos claro que las cosas no volverán a ser como antes. No sabemos si el baile de pactos terminará en un gobierno, aunque parece claro que será un gobierno en precario. Entre el amplio abanico de posibilidades que se abren ante los partidos que pueden optar a pactar está el de repetir las elecciones. No vamos a entrar en las cábalas sobre pactos, ni en las derivadas de cada opción. Solo expondremos las necesidades para una candidatura de confluencia verdaderamente ciudadana, por si finalmente se repiten las elecciones:
.- El reglamento de Primarias estará basado en el de AM, adaptándolo al proceso de las elecciones generales.
.- Confección de las listas de Primarias entre los MMSS y las organizaciones políticas de cada provincia, sin imposiciones por parte de los partidos.
.- Las listas respetarán la paridad de género, confeccionándose según el criterio de “cremallera”.
.- Las elecciones Primarias serán abiertas a la ciudadanía.
.- La toma de decisiones en el seno de la candidatura se regirá por los protocolos de GM, que han resultado democráticos y útiles de forma probada.
.- El programa será participativo, tomando como base los diferentes programas de las organizaciones participantes, de modo que la ciudadanía pueda proponer añadir y modificar puntos, así como valorar la importancia de las propuestas, de modo que se llegue a un programa de consenso.
.- Se establecerán un código ético y una carta financiera basados en los trabajos ya realizados en las candidaturas municipales y en los propuestos por las organizaciones, al que se llegará por consenso entre la ciudadanía y las organizaciones participantes.
.-Los diputados y diputadas deben trabajar para la ciudadanía que las ha elegido y responder ante ella. Se establecerán criterios y métodos de control ciudadano, así como de denuncia ante los incumplimientos del código ético o de la carta financiera.
.- Las organizaciones políticas participantes deben hacer prevalecer los criterios de la asamblea ciudadana y del bien común sobre sus intereses partidistas.