Para saber lo que se mueve en España hay que leer el BOE, pero también hay que leer el Hola!
(Por Ana Barba e Inmaculada González Mena)
No, no es una boutade. En el BOE se leen las cosas que deben publicarse, y algunas que nunca deberían publicarse. Se pueden interpretar según el grado de información de cada uno, sobre esto ya se habla a menudo en Colectivo Burbuja.
Pero para saber lo que se cuece, hay que leer el Hola! Y de nuevo esas publicaciones se pueden interpretar según el grado de información de cada uno. De eso vamos a hablar hoy.
Tras una lectura superficial del papel couché, podemos hacer una segunda lectura muy sustanciosa: saber la profesión de cónyuges y familiares directos de ciertas gentes, saber quien está casado con quien, proporciona una información muy valiosa para poder interpretar el BOE.
El gremio de los Registradores de la propiedad anda revolucionado. El Gobierno ha decretado que, el hasta ahora público y gratuito Registro Civil, pase a ser gestionado por los Registradores de la Propiedad a partir del 15 de julio del próximo año. Lo que, aparentemente les debiera satisfacer, dada la sequía inmobiliaria, no ha hecho sino enfurecerles. Y es que les va a tocar pagar las tasas derivadas de dichos actos, así como el software que el Gobierno ha licitado y adjudicado para tal fin (en un concurso opaco, todo hay que decirlo, pero esa es otra historia) a un precio muy superior al de mercado. Es por eso que, finalmente, parece que serán los Registradores Mercantiles (unos cien en todo el Estado) los que se harán cargo en un primer momento del Registro Civil (que arroja un saldo de actos de un millón anual), con el fin de dar tiempo al Gobierno a cambiar la correlación de fuerzas en el lobby de los de la Propiedad (unos mil en todo el Estado) y llevarse el gato al agua. En cualquier caso, la carga de trabajo parece difícilmente asumible por el centenar de Registradores Mercantiles, por lo que todo parece una solución temporal hasta conseguir el objetivo inicial.
Además, existe la sospecha por parte del gremio, de que hay intereses ocultos detrás de este asunto. Y ahí es donde entra el Hola!: resulta que Rajoy y uno de sus hermanos son Registradores, que una nuera y un cuñado de Gallardón son Registradores también. Al llegar a este punto, cabe la posibilidad de ser mal pensado. Según fuentes del Colegio de Registradores, el hermano de Rajoy está alineado con el grupo favorable a integrarse en el nuevo “Cuerpo de Derecho Público” y trabaja activamente para ello. También están en este “lado oscuro” unos cuantos Registradores vinculados a la empresa adjudicataria del software de la discordia. Qué casualidad, ¿verdad?.
Veamos las derivadas de esta operación que se ha montado:
Cuando el Registro de la Propiedad gestione el Registro Civil, controlará datos tan privados de la gente como: incapacitaciones, privaciones de tutelas, adopciones, y fallecimientos. Y todo lo relativo a las propiedades de las personas incapacitadas o difuntas. Cuando alguien fallece y sus herederos no tienen dinero para pagar el impuesto de sucesiones, deben renunciar a la herencia en favor del Estado. Pero el Estado no suele quedárse con las propiedades, sino que las saca a subasta o hace una concesión administrativa sobre los bienes en cuestión. Además, las Oficinas Liquidadoras de dichos impuestos son gestionadas por los Registradores de la Propiedad. La mayor parte de los impuestos de donaciones, transmisiones y sucesiones, se devengan a las CCAA, aunque si el fallecido es un no residente en el país, se devenga directamente al Estado.
Resumiendo y para ir al meollo de la cuestión: a partir de ahora, cuando alguien muera, la Oficina Liquidadora lo sabrá, porque también gestionará el Registro Civil, y si los herederos no pueden pagar, las propiedades pasarán a manos del Estado y probablemente saldrán a subasta. Imaginemos, sin ser muy mal pensadas, la sustanciosa bolsa de propiedades que se subastarán procedentes de la empobrecida clase media española. Y todo ello gestionado convenientemente por un ente privado. Parece que Rajoy podrá tener un retiro dorado. Mientras, su hermano y la familia de Gallardón van allanando el terreno.
Y ahora va Gallardón y dimite convenientemente. Y viene el ministro Catalá, especialista, según sus hagiógrafos, en privatizaciones (AENA, Autopistas…). Viene el privatizador, el liquidador de lo público. Que la tormenta nos pille a cubierto.