“The road less traveled” A New psycology of love, traditional values, ans spiritual growth. M. SCOTT PECK, M.D.

“La voz interior” Eileen Caddy. Una reflexión para cada día. Flipante!

“la Caja”. The Artbinger Institute. Imprescindible para salir de la caja.

“De la Guerra a la Paz”. The Artbinger Institute. Hay distintos tipos de cajas

“Un nuevo mundo ahora”. Eckart Tolle. Lo mejor sobre la presencia, un libro de mesita de noche.

“Presence” Peter M. Senge y varios autores. Imprescindible para el liderazgo personal.

Evidentemente, si conseguimos superar la hiriente tipografía (lettering preferirá escribir la autora), encontramos que todos los autores son gringos. Y que el preferido es el Artbinger Institute, una empresa espiritual que merece un parrafito. Pero, antes de entrar en detalle, señalemos que no es Artbinger sino Arbinger; esta apreciación puede parecer pedante pero es que la imaginativa grafía de la confesora privada nos obliga a minuciosidades así .

2. Auto-ayúdese con armas y mormones

“No era su afán pintar a los enemigos como criminales encerrados en el error, sino como duros de mollera. La vanidad del predicador comunicaba luego con la de sus oyentes y se hacía una sola; nacía el entusiasmo cordial, magnético, de dos vanidades conformes” (La Regenta, cap. XII)

El Arbinger Institute (AI) es una más en la miríada laica de las Neoiglesias Co., Paradise Ltd. y/o Salvación 2.0, que pueblan el irracionalismo gringo -aunque, bien mirado, por su especialización en grandes empresas militares, quizá no sea ‘una más’-. Fue fundado por C. Terry Warner (CTW), un académico rebotado de Yale que ha llegado a ser profesor emérito de Filosofía en la extravagante Universidad Brigham Young (BY), una casa de lenocinio intelectual basada en el estado de Utah como corresponde a toda institución que dependa de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; vulgo, mormones. CTW entró en 1967 en la susodicha casa donde fue jefe del Departamento de Filosofía, director del Honors Program y decano del Colegio de Estudios Generales. Siempre según Wikipedia, sus trabajos académicos versan sobre las bases del comportamiento humano con especial atención al auto-engaño (self-deception), conducta a la que también podríamos llamar proyección .

Si observamos su página web, encontramos que el objetivo explícitamente declarado por el AI es nada menos que “conocer la verdad sobre nosotros mismos”, una tarea muy difícil puesto que “nos engañamos sistemáticamente, de hecho tenemos muy poca comprensión de lo que somos”. Ahora bien, si nos ponemos en manos de AI, podemos librarnos del auto-engaño (término sobre el que pivota todo AI) y, ¡aleluya!, lo que nos descubrirán los sabios de AI sobre (repito) nosotros mismos, será un nuevo ser “sorprendente e inspirador”: ¡hallelujah again!

Podemos sospechar que este discurso individualista, voluntarista, mesiánico y pretencioso, es el mismo que repiten la multitud de iglesias laicas que pululan este siglo. OK. Sin embargo, la lista de clientes de la que se vanagloria el AI nos ratifica el diagnóstico… y nos pone los pelos de punta puesto que nos enseña en manos de qué tipo de charlatanes se arrojan los que tienen armas, genes, gobiernos y fiscalidades ‘ingeniosas’.

AI tiene clientes que representan el grueso de la industria bélica mundial; por ejemplo: Raytheon, Lockheed Martin, Northrop Grunman y, la guinda del pastel, la Israel Air Force. Pero, además, AI confiesa, instruye o maneja –coachea, si traducimos del coaching– a multinacionales de la genética y de los lobbies gubernamentales gringos, sin olvidar dónde suelen terminar todos esos dinerales. ¿Sus nombres?: Genentech, Koch Industries Inc. y, de postre, Delaware Investments, maestra en paraísos fiscales.

3. Ayudémonos a finalizar

Así pues, Casanovas se inspira y depende (¿sólo profesionalmente?) de una multinacional de amplio espectro. Tan amplio que ha trascendido los estrictos límites de una iglesuela fundamentalista para cruzar el Charco e inficionar a una secta de idólatras de Gringolandia que todavía escriben, en inglés y en español, torturando las sintaxis y perpetrando faltas de ortografía transatlánticas.

No es por incitar al cisma dentro de Ciudadanos pero nos corroe la curiosidad por saber qué opina de todo ello otra de las chamanas de ese partido y nos referimos a Carolina Punset, jefa de Ciudadanos en la Generalitat valenciana. ¿Está servida la pelea entre el voluntarismo desbocado de Casanovas (“imposible es sólo una opinión”) y el cientificismo de mercadillo que representa la hija de su dilecto padre, el ex ministro y des-educador Eduard Punset?

Sea cual sea el resultado de la disputa interna en Ciudadanos por la posesión de ambos asilos de redención, nos alarma que haya vuelto la epidemia de los confesores privados. Cierto que la España dizque moderna comienza con ellos, a nuestro juicio con la egregia figura del fundador de los Claretianos, san Antonio Mª Claret, según algunos amante de Isabel II y, según todos, colega de la Monja de las Llagas en la Corte de los Milagros de la tatarabuela del rey Juan Carlos. Y aún nos alarma más que la auto-atribuida hiper-modernidad de Ciudadanos fuera codificada hace más de un siglo en el retrato de un robusto Magistral, Provisor y Confesor privado -Fermín de Pas en la Regenta a quien se refieren las dos citas de estas notas-. ¿Nos hemos realmente modernizado cuando el fiero Fermín es heredado por la meliflua Casanovas? Quién sabe. Pero es seguro que, en la muy europea política española y gracias a los personal coach, la sabiduría de almanaque ha resucitado.