05 mayo 2017
The law by which every capitalist had the right to sleep with any woman working in one of his factories (Orwell, 1984, 1ª Parte, cap. 7)
Yo no soy feminista. No puedo serlo porque soy varón, humanista pero varón hetero. A este impedimento -insalvable para la mayoría demográfica-, añadiría dos postulados más: a) la reivindicación feminista es específica porque los varones nunca podremos conocer la interioridad y/o subjetividad de la mujer. Y lo que puede entenderse como su corolario, b) la lucha feminista es clara, recta y enérgica porque es específicamente femenina.
Por si acaso estos postulados requieren de algunas explicaciones adicionales, allá van: nunca conoceremos las íntimas razones de las feministas no sólo por obvias razones anatómico-fisiológicas sino también por razones histórico-culturales; porque, habiéndonos criado en una sociedad patriarcal y machista –hoy “con reparos”, mañana ya veremos-, los varones heteros nunca hemos sufrido la discriminación de género sino al revés: la hemos cultivado velis nolis y de ella nos hemos beneficiado.
Por el mismo motivo, nunca conoceremos las raíces de las otras culturas; incluso, sin salir de nuestro entorno cultural, ni siquiera conocemos a los extremadamente marginales que nos rodean –salvo que nos marginemos de grado o a la fuerza-. Es más, llevando al extremo la comparación, tampoco nunca jamás podremos comulgar espiritualmente con los animales, ni con las plantas, ni menos aún con las piedras y estrellas.
Ahora bien, como soy enemigo convicto y confeso de la delegación de funciones, me disgustaría que lo siguiente se entendiera como una sugerencia estratégica pero, si me permiten una confesión personal perfectamente prescindible, les aseguro que servidor preferiría un feminismo activo dirigido exclusivamente por las interesadas. Esto es una convicción general que se extiende más allá o más acá del feminismo: las luchas de clases, de géneros, de especies, etc., deben evitar las intrusiones de agentes vicarios. Restringiéndonos al feminismo, es obvio que los varones siempre seremos sucedáneos; por ello, por el bien de las agentes primarias, los sustitutos debemos mantenernos en segundo plano.
Todo ello significa que un varón humanista como el abajo firmante sólo puede ser aliado de las feministas así como también puede serlo de los indígenas, animalistas, conservacionistas, etc. En este sentido es como debe entenderse la siguiente parrafada.
La explotación de los vientres de alquiler, esa esclavitud contemporánea que los estómagos agradecidos disimulan con el eufemismo “gestación subrogada” (GS), significa un gravísimo paso adelante en el proceso de deshumanización o mercantilización de la Humanidad. Por supuesto que el alquiler de vientres no ha desencadenado ese mefítico proceso pues antecedentes históricos los hay y son conocidos por todos. Podríamos comenzar con los mercados de esclavas y continuar con el derecho de pernada –aunque el Ius prima noctis/ Droit du seigneur/ Droit de cuissage, es más benévolo que la GS porque sólo condenaba a la mujer a ser desflorada, no a cargar con un embarazo cuyo fruto será robado de antemano.
Gracias a los pervertidos que empuercan el diccionario, ambas aberraciones están protegidas por dos palabras sacrosantas: mercado y derecho. Lo peor es que esos depravados prosperaron en la Antigüedad… y prosperan en la actualidad –volveremos sobre estos puntos. Para comprobar que la perversión se mantiene incólume a lo largo de los siglos, basta con leer un artículo que ayer publicó el newsletter de la Embassy USA (vulgo, El País) El panfleto en cuestión se titula “La gestación por sustitución” y lo firma un Ilustrísimo (quizá sea Excelentísimo) catedrático de Filosofía del Derecho quien, dicho brevemente, más que desprestigiar a la Filosofía, debería limitarse al Derecho Mercantil.
Su lectura me ha provocado vómitos; una vez repuesto, paso a comentarlo. En primer lugar, haberlo titulado ‘gestación por sustitución’ es paradigma de la perversidad pues -entre los mamíferos-, es imposible transferir la gestación. Y también es ejemplo máximo de los dislates a los que llegan los mandarines académicos cuando sufren el prurito de originalidad y se empeñan en fabricar eufemismos propios. Pero si el título es infame, las 765 palabras del artículo son aún peores. Analicémoslas:
Por confesión manifiesta, con su panfleto el susodicho Ilustrísimo pretende defender “tres tesis” que, a su parecer, “tendrían que considerarse como poco más que obviedades”. A saber:
1) la gestación por sustitución no está prohibida en el Derecho español; 2) ese tipo de contrato (de práctica) no es en sí mismo contrario al principio de dignidad; y 3) la regulación de la gestación por sustitución no tiene por qué exigir de la mujer gestante un comportamiento estrictamente altruista.
Pues, distinguido mandarín, no son obviedades sino canalladas. Y, además, zasca en toda la boca o la primera en la frente: lamento (pero poco) decirle que la tal clase de gestación GS, está prohibida en España y por varias leyes. Entre ellas, concretamente y como usted mismo cita, por el artículo 10º de la Ley de Reproducción Humana Asistida (año 2006) Es de admirar el esfuerzo sofista que desarrolla el preboste académico para negar esta normativa, ni Orwell lo hubiera imaginado; al menos, el Gran Hermano hubiera invertido el sentido de las palabras pero jamás hubiera argumentado que la Ley no dice lo que dice –antes de rebajarse a ese extremo, hubiera promulgado otra Ley. Véase el contraataque del tosco bizantino:
[la ley dicta que] un contrato en tal sentido es “nulo de pleno derecho”. Pero que sea “nulo de pleno derecho” no quiere decir que ese tipo de convención esté “prohibida”.
Vaya… me maravilla que un neofranquista más o menos disimulado, se olvide de la máxima que domina su formación, a saber: en una dictadura, lo que no está prohibido es obligatorio. ¿O es que no la ha olvidado sino que, simplemente, la ha enmascarado? Veamos su siguiente discurso y luego que opine el lector.
A continuación, para negar que el contrato de esclavitud procreadora sea intrínsecamente indigno, aduce un adverbio dentro de una cita de Kant para concluir que el mentado contrato no es contrario a la dignidad humana pues,
no basta con señalar que esa práctica supone tratar instrumentalmente a un ser humano (¿qué contrato de trabajo no supone eso?), sino que habría que probar que implica necesariamente tratar a la mujer gestante solamente como un medio.
En otras palabras, el alquiler de vientres es un contrato –quizá basura pero contrato al fin y al cabo. Así pues, el docto jurisperito se mantiene en la misma línea: el mercado de esclavas es sólo un mercado más. Sólo le ha faltado añadir ‘y el derecho de pernada es sólo una muestra tonta de una legislación obsoleta ‘que no debemos juzgar con la moral de hoy porque in illo tempore era moral y legal’. Pero finalicemos con el tercer objetivo del pasquín, tesis que ataca la exigencia de altruismo en la esclava gestante. Para que se respete la dignidad de la “mujer gestante”, Atienza arguye,
¿es condición indispensable que esta actúe por motivos puramente altruistas? Yo no lo creo. Desde luego, en abstracto, sería preferible que la mujer gestante obrara por puro altruismo (¿y no cabría decir lo mismo del actuar humano en general?), pero de ahí no cabe inferir que la existencia de motivos “egoístas” (que pueden darse muy bien mezclados con otros altruistas) convierta esa actividad en moralmente ilícita.
Profe, no se ande por las ramas: Usted nos está sirviendo una macedonia de Ley con Moral salpicada de Principios Universales aliñados con el perejil de la Utopía, todo ello con el exclusivo propósito de justificar el regalito de sus sponsors, perdón, de tranquilizar las dudas de los clientes ‘subrogatorios’. Quiero decir, no se engañe a usted mismo: Usted está dando argumentos a los comerciantes de esclavas para que puedan ganarse a esa franja de adinerados que piensan más de la cuenta. Pues mire, no se tome tantas molestias porque los esclavistas saben que sus clientes no tienen esas preocupaciones.
Como corresponde a un filósofo del Derecho, el ínclito catedro ha desplegado el vuelo de Minerva por encima de todas las disciplinas humanas. Y como tal lechuza, ha comenzado rebatiendo la letra de la Ley para terminar dando lecciones de Moral tras una breve estancia en el boudoir de la Dignidad. No nos parece el mejor orden expositivo pero, como es un profesional de la Ciencia, pues el orden lo dicta él, don Manuel Humpty Dumpty Atienza. En cualquier caso, de todo el panfleto, lo que nos preocupa es que, quiérase o no, representa la posición ideológica de la fracción hegemónica de la socialdemocracia española, amiguísima esta vez de la extrema derecha dizque centrista –léase, Ciudadanos, el concilio libertariano-.
El caso es grotesco: el Psoe no se atreve a defender abiertamente la GS; por ende, se limita a publicar una primera andanada en su bayeta de imaginaria diaria. La elección del sargento plumilla ha recaído en un filósofo oficial que, sin embargo, usa y abusa el término contrato -de ahí que antes dijéramos que mejor dejara la Filosofía y se dedicara al Derecho Mercantil. La jugarreta es evidente: “como ya se admite llamar contrato a cualquier engendro laboral, incrustemos en los súbditos la noción de que la GS forma parte de la nueva esclavitud laboral; ¿acaso no debemos atender a la mujer trabajadora?” Pues eso… En el otro extremo (¿), el PP piensa exactamente lo mismo de manera que le encarga la primera salva a Ciudadanos, el único partido que ha roto lanzas por la GS. Resultado de esta confluencia tripartita: todavía no se legalizará la GS pero tampoco se perseguirá judicialmente… salvo que el feminismo y sus aliados se extenúen con éxito en el seguimiento diario de los esclavistas fracción GS.
Una vez solventado el árido problema de la ciencia mercantil-filosófica, pasemos a la realidad. Comencemos por las palabras de “Cecilia Pinto. Diplomada en Magisterio de Ed. Primaria por la Universidad Complutense de Madrid. Doula. MADRE por gestación subrogada.” Esta señora defiende a capa y espada la GS. Qué digo a capa y espada, la defiende apoyándose en el método científico puesto que, si el plumilla anterior se llenaba la boca con el contrato, la sra. Pinto se la llena con la palabra ciencia. ¿Es o no es un avance? Por ello, su discurso es del tipo,
los estudios reflejan menores niveles de estrés en las etapas tempranas en las familias por gestación subrogada.
No tenemos tiempo para estudiar esos ‘estudios’ porque los suponemos del mismo cariz, origen y esponsorización que las filosofías mercantiles de Atienza pero, como la Ciencia es materia fría que apenas enardece a la militancia esclavista, Madre Pinto Doula deriva inmediatamente a Paulo Coelho:
El niño nacido por gestación subrogada cuando mira sus orígenes sólo ve que sus padres le querían tanto que hicieron posible que naciera y existiera. Y que una mujer maravillosa e increíble decidió ayudarles y lo hizo posible.
Y si Coelho no es suficiente, ahí está nuestra autóctona Corín Tellado para añadir las cucharadas soperas de azúcar que sean necesarias. Escribe Madre Corín Pinto:
Mi relación con mi gestante fue y es maravillosa. Ella se sintió cuidada y feliz durante todo el embarazo. Viajé varias veces para verla, para estar con ella y mi hijo, para abrazarla y acariciar su vientre, para hablar y cantar a mi hijo. Ella fue feliz durante el embarazo, y mi hijo también. Ella quiso y quiere a mi hijo, como se quiere a un sobrino, ese vínculo y esa relación es la que creó, la que creamos juntas y espero que se mantenga toda la vida (mis negrillas)
¡Carajo!, ¿dónde habrá encontrado Pinto una mujer empobrecida que, olvidando su miseria material, haya concebido no sólo un hijo sino una revolución en el sistema de parentesco occidental? Conocemos multitud de culturas en las que el papel de los tíos/tías se solapa y hasta confunde con el de los padres/madres pero ignorábamos que, en ninguna de ellas, una madre quisiera convertirse en tía de su propio hijo. Señora Pinto: antropológicamente hablando, le aseguro que semejante fenómeno no está registrado en la etnografía de este mundo. Por eso le juro que es un milagro que una revolucionaria como Usted se haya encontrado con una revolucionaria como su gestante. ¿Han pensado ustedes dos en crear un partido?; le sugiero un par de posibles nombres: el Frente de Esclavistas y Toleradas Oprimidas (FETO) o el de Millonarias Amigas de la Esclavas (MAES) Háganlo porque seguro que triunfan entre el 1% de esta sociedad que se puede permitir la GS. ¿O es que, en España, existe más de un 1% que se gasta 100.000 o 200.000 euros en comprar un hijo?
Enfin. Ya va siendo hora de que confesemos que este poste está escrito para responder a una provocación: si el feminismo no lo logra impedir –a estas horas, la autoridad competente está de viaje-, mañana se celebrará en Madrid la Surrofair. Organizada por la revista online Babygest y con la participación de unas veinte empresas esclavistas, esta Fair –más Feria que fair-, ofrece soluciones para las mujeres que tengan problemas físicos para concebir y,
Además, a todas ellas se les unen los hombres solteros y las parejas de hombres (gays) que quieren formar una familia. Pese a que la adopción es una opción, las largas listas de espera (que pueden ser hasta 8 años), la burocracia y la prohibición en muchos países que sufren las parejas homosexuales es un gran impedimento. Por tanto, si estás pensando en formar una familia y te encuentras en esta situación, no pierdas la oportunidad de acudir.
Olvidemos el pequeño detalle de que, además de “hombres solteros y las parejas de hombres (gays)”, también existen mujeres solteras y las parejas de lesbianas. Y olvidemos, asimismo, el pequeño detalle de que se necesitan muchísimos euros para efectuar la más mínima transacción en esta Bolsa de Bebitos. Quedémonos tan solo en el hecho de que la brutal mercantilización de la mujer que encarna esta Feria se puede medir por el número de fotos de adorables criaturitas de sexo invisible que dominan su espectáculo. No falla: a mayor elitismo y a mayor deshumanización, mayor número de bebés.
En todo caso, si sus nervios no están hechos para emociones fuertes, pueden hacerse una idea de lo que les esperaría leyendo un excelente reportaje sobre la Feria del pasado año 2016. A tal efecto, consulten: David López Frías, Surrofair. Así fue la feria de los vientres de alquiler en Madrid (periódico digital El Español, 15.05.2016; prometo no citar ese periódico nunca más) Sólo vamos a citar su primer párrafo pero les aseguramos que el reportaje está repleto de gráficos y datos interesantísimos y de primera mano. Principia el sagaz periodista:
La gestación subrogada es una práctica prohibida en España, aunque entre 800 y 1.000 familias españolas recurren a ella cada año. Se desplazan a otros países como Rusia, Estados Unidos o Grecia, donde sí está permitido. Nada me hace pensar que voy a salir de ese mercadillo con una factura proforma de un bebé y la propuesta de comprar gemelos que tengan mi genética y la de mi hermana.
[Si están confusos ante la última frase –y la de mi hermana-, no piensen que el periodista defiende públicamente el incesto; la explicación es otra y es sencilla]
NB. Hace una semana, tocamos de refilón el tema de los vientres de alquiler. Véase en este mismo blog el poste Feminicidios posmodernos, de fecha 27.abril.2017.
Totalmente en desacuerdo. Como mujer hay que exigir el derecho a hacer con el propio vientre lo que una considere mejor. Los moralistas escandalizados podéis iros a la iglesia más cercana donde os sentiréis bien acogidos.
El problema, querido Ale, es que me da a mí que esto del alquiler se hace por dinero porque lo de parir por altruismo me parece dificilmente concebible (literalmente). Pero, en el caso de que alguna mujer quisiera gestar generosa y desinteresadamente, propongo que se ofrezcan las hermanas, primas e incluso madres de los futuros papis y mamis ( los bebes serían de pura, pura cepa). Ideal.
El problema, querido/a, es que hay gente que se erige en modernos mesías que deben decidir aquello que es santo y que no se puede mancillar, aunque sea el toto de las demás mujeres. A mí me da repelús porque me recuerda a esto:
“Llegaron a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas, y no permitía que nadie transportara objeto alguno a través del templo. Y les enseñaba, diciendo: “¿No está escrito: ‘Mi casa sera llamada casa de oracion para todas las naciones’? Pero ustedes la han hecho cueva de ladrones.”
Me da rabia que siempre se acaba aludiendo a principios morales sagrados para quitar la libertad a las mujeres, como si fuéramos tontas para no saber qué elegir para nosotras mismas y necesitásemos siempre que los/las demás nos protejan de “lo que no entendemos”.
¿Eh?
Sí, pero no. Por supuesto que podemos hacer con nuestro propio cuerpo lo que nos apetezca, pero de manera altruísta, nada de intercambio comercial de por medio. Porque si no, por esa regla de tres que defiendes, aquellas personas en situación económica precaria se verían obligadas a hacerlo por necesidad, en vez de por voluntad. Del mismo modo sucede con la donación de órganos, médula, sangre, medicamentos en fase de prueba en humanos, etc.
Es claro que todo es una mierda como las cincuenta canales de tele. El problema no es que existan cincuenta canales de tele ni madres que paren subyugadas por un dinero. El problema es el como se hace, pues humanamente es admisible, más como negocio resul
Está muy bien lo de no hacer de madre de alquiler, pero la necesidad material obliga a ciertos grados no admisible en situaciones no de penuria. Al menos el neonato no será un pringado; aunque según en qué padres caiga no se sabe que es peor. Un beso a todos y no seamos tan malos malpensando porque no vale para nada.
Un beso Miguel y tienes toooda la razón, no hay que pensar mal.
Mua
Los moros llegan y paren un montón de hijos que ha de mantener el estado porque son pobres. De paso viven ellos. Pariendo hijos viven mucho mejor que trabajando en su país. Si queremos racismo sigamos así de imbéciles. Un peruano chuleaba que sin pegar un sello cobraba tres pagas, el tío con treinta años y dos hijos. España es pura corrupción. ¿Canal de Panamá?? El ave a la meca el cual será muy utilizado pronto porque todos los cristianos nos habremos pirado dentro de poco. Naralarí, narala ea la rá y viva espanta digo expaña
Lo que parece que la mayoría de los hombres no llegarán nunca a entender es que el patriarcado daña a ambos, hombres y mujeres y que no se trata de que la mujer consiga el estatus del hombre, sino de abandonar los roles estereotipados que nos perjudican a todos. Desde esta perspectiva la lucha del feminismo es una lucha de todos, no sólo de las mujeres.
El típico autoritarismo de la izquierda. Como las mujeres son tontas, nosotros les diremos lo que pueden y no pueden hacer. ¡Dejadnos en paz! La derecha prohibiéndonos interrumpir nuestros embarazos y la izquierda prohibiéndonos concebir para ayudar a quien no puede. Ambos igual de autoritarios, paternalistas y despreciables.
http://alfrecarreras.blogspot.com.es/2017/05/reflexiones-sobre-el-crepuspulo-del.html
Le felicito Antonio por su escrito, y no por la vertiente moral, que es un debate que no me atrae en especial, si no por desentrañar como se forjan las ideas y mitos a través de los medios de comunicación de masas. Su descuartizamiento del artículo del País es sencillamente genial, perfecto. Incluso su mención a Pablo Coelho pues toda la filosofía de la felicidad es inherente y consustancial al sistema de valores que acompaña el neoliberalismo,.
Al hilo de los comentarios y sin voluntad de quitarle a nadie el poder de decisión sobre su útero, me resulta muy esclarecedor que en estos tiempos que corren nos refiramos a nuestro cuerpo como propiedad privada y, así pués, hacemos con él lo que nos sale del coño, hasta contraer contratos por obra y servicios, supongo que tasados fiscalmente. Digo yo que los úteros sometidos a contrato en el ámbito del derecho privado dispondrán de su CIF y tributarán conforme a ley, pues hay un rendimiento manifiesto en esta operación de compra y venta.
A pesar de no haberme convencido, te felicito por este artículo tan bien estructurado y escrito.