Cenital (Editorial Salto de Página) es la tercera novela de Emilio Bueso, un ingeniero metido a escritor de novelas de terror. Hasta donde yo sé, es la primera novela escrita originalmente en español que trata sobre las consecuencias de la llegada del cenit del petróleo.
La acción transcurre en el año 2014, en una España completamente colapsada. Del texto se deduce que no todo el mundo ha seguido exactamente la misma suerte aunque vaya camino de ello (en línea con la teoría de los canarios en la mina que enunciaba Darío Ruarte hace un par de posts), y que en ese sentido las cosas en España han ido mal, muy mal. En el país sobreviven unos pocos asentamientos organizados, eco-aldeas, en medio de un mar de barbarie, canibalismo y destrucción. Cenital es el nombre de una de esas eco-aldeas, fruto de el empeño de un hombre visionario, Destral, ex-ingeniero electrónico y químico, posiblemente una especie de sublimación post-colapso del propio autor.
Literariamente este libro no es precisamente el cenit de la literatura española, como seguramente no lo pretende. El lenguaje es sencillo pero efectista, y es de agradecer que no utilice expresiones recargadas para describir un desastre de la magnitud del que está hablando, sino que al contrario sea bastante discreto con los detalles más escabrosos – aunque algunos destellos de los mismos harán estremecerse al lector. Desastre que, en realidad, no se describe nunca en detalle: sólo tenemos retazos de él de las biografías de los miembros del asentamiento. Y he aquí una de las originalidades narrativas de la novela: los capítulos tienen una estructura alterna, uno ambientado en el momento de la acción presente (2014) y otro haciendo la breve semblanza biográfica de cada miembro del asentamiento. Esa estructura permite dar coherencia narrativa a la tragedia que se describe sin parecer la clásica descripción e inventario del desastre, y hace la lectura bastante más amena y la tensión por los acontecimientos presentes más soportable.
La trama tiene ciertos elementos poco verosímiles, pero bastante menos que cualquier novela de ciencia-ficción o de anticipación y son admisibles en pro de una narración más fluida. De hecho, el gran problema con Cenital es que la desgracia que describe es bastante creíble; quizá un poco acelerada y precipitada, pero no inverosímil. En cuanto a la historia propiamente, resulta lo suficientemente interesante como para enganchar al lector.
Cenital es una novela dura, con cierta carga de arenga (en los primeros capítulos se intercalan las reflexiones que el protagonista del libro había volcado en su blog, denunciando la estupidez e insostenibilidad de nuestro sistema económico) que le será complemente prescindible al lector concienciado y completamente incomprensible al lector casual, que lo tomará como una exageración del guión, en vez de una denuncia de hechos reales. No es un libro para regalarle a tu madre o a tu novia. Quien la lea y no conozca la temática del pico del petróleo no la considerará verosímil, y deprimirá a quien la conozca. Digamos que Cenital no es buen texto introductorio al problema, aunque podría valer como texto avanzado.
Nota de descargo: Hace un par de meses alguien de la editorial me contactó por si me apetecía hacer una crítica literaria del libro. Yo ya les dije que de literatura no entiendo mucho, que lo mío son las literas duras, pero insistieron. He leído el libro y he hecho esta crítica sin que medie ningún tipo de remuneración, ni económica ni de ningún otro tipo. Me imagino que autor y editorial ganarán un buen dinero con el libro, en función de la tirada, así que esto no es una obra de caridad o altruista.
Pedro Prieto ha publicado hace unos días su propia crítica sobre el libro en Crisis Energética.
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