Queridos lectores,
Estos días son un poco agitados; yo tengo un montón de compromisos que atender, mayoritariamente relacionados con mi trabajo como investigador del Instituto de Ciencias del Mar y en menor medida por asuntos relacionados con el Oil Crash (el dichoso informe del OCO, las próximas presentaciones en Madrid, diversos contactos,…). Encima, Quim ha decidido abandonar su blog, en un movimiento que ha causado una cierta inquietud entre sus seguidores pero que es, por otro lado, bastante lógico. Hace unos pocos días Quim me explicaba su determinación de dejar “Se acaba el chollo“, ante lo cual yo le dije que menuda faena me estaba haciendo. Paradójicamente, fue él que me insistió durante semanas para que yo comenzara el mío, a lo que yo me resistía porque lo que verdaderamente me interesaba era hacer cosas más activas: las charlas, los contactos, etc. Al final cedí a sus presiones y al ponerme a ello me di cuenta de que el blog era un buen instrumento para compilar información y hacer a los demás partícipes de ella, al tiempo que podía discutir y mejorar argumentos. Además, es un buen instrumento para hacer publicidad e intentar aumentar la concienciación, aparte de servir de buena tarjeta de visita para la última transparencia de la presentación The Oil Crash. Y, en fin, ahora que yo ya me había implicado a fondo con el blog, va Quim y me deja solo. Sin embargo, sus razones me parecen bastante contundentes: él comenzó el blog para mostrar a su círculo más próximo que la llegada del Peak Oil no era una teoría de cuatro locos, sino un fenómeno físico, geológico y económico bien estudiado y conocido en múltiples instancias. Ahora, casi un año después, esto ha quedado bien acreditado (por ejemplo, como mostramos en el post “Público, no publicitado“, sólo en España hay cientos de documentos públicos -pero no publicitados– que demuestran que nuestros políticos, al menos los de un cierto nivel, conocen de sobras el problema del cénit petrolífero y los riesgos que implica) y “Se acaba el chollo” ha perdido su sentido original. Al tiempo Quim quiere moverse hacia otras actividades más constructivas, complementarias de las que desarrollo yo y muy necesarias, en vez de simplemente ir demostrando una y otra vez hasta la náusea que estamos en una crisis energética que está minando y acabará destruyendo nuestro sistema económico, y en un plazo más breve de lo que nos creemos. Por cierto que este tipo de conversaciones circulares e improductivas, en las que unos nos citamos a otros y todos hablamos de los mismos informes, etc, es lo que yo suelo llamar “ambiente de pecera”, en el que al final nos nutrimos de lo que nosotros mismos generamos; dicho de manera más vulgar, como los peces de la pecera acabamos comiéndonos nuestra propia mierda.
En fin, el hecho es que Quim intentará ahora diseñar una vida más resiliente para sí, y seguramente de su experiencia todos nos beneficiaremos (si tenemos tiempo suficiente para ello). En cuanto a mí, como el nivel de concienciación de la sociedad respecto a este problema sigue siendo bajísimo, seguiré al pie del cañón elaborando argumentos e intentando cubrir aquellos huecos que otras páginas especializadas no abordan. No sufran, por tanto, yo no me voy, aunque con el tiempo el blog irá evolucionando hacia temas de resiliencia, como ya comentamos en su día.
He de ser breve, no tengo demasiado tiempo. Quería hoy rescatar un tema que fue discutido aquí brevemente hace unas semanas, en los comentarios del post “Energía, trabajo y esclavitud“: ¿es posible mantener la democracia en los tiempos del Oil Crash? Mi opinión es que sí, porque revoluciones de carácter democrático, algunas fracasadas y otras triunfantes, han habido en la historia en cantidad suficiente antes de que empezara la actual era del petróleo. Sin embargo, es cierto que una sociedad con recursos abundantes puede permitirse una distribución de riqueza más desigual que una con recursos escasos. Es decir, para que una minoría mantenga un estándar de vida mucho más elevado que el resto es necesario que la mayoría viva más modestamente, y si no hay los esclavos energéticos que nos proporcionan el petróleo y las otras materias primas energéticas, al final deberán ser personas de carne y hueso las que, con su trabajo, tendrán que sustentar esa elite acomodada. Pero esa sociedad sólo puede ser estable a condición de no ser democrática, porque si la masa pobre puede escoger entre apretarse el cinturón un poco más para mantener por encima a sus líderes (políticos, económicos, morales) o vivir un poco, ligerísimamente, menos ahogados a cambio de dejarlos caer, es fácil saber lo que van a opinar. Así pues, para las clases pudientes de hoy en día la única manera de mantener un status quo de privilegio (aunque miserable comparado con el de hoy en día) es forzar una transición hacia algún tipo de dictadura u sistema oligárquico. Y parece que se lo están tomando en serio, si uno mira algunas noticias recientes: en el informe del ejército alemán sobre el Peak Oil que apareció el 1 de Septiembre y que ya fue comentado en estas páginas, aparte de poner en tela de juicio la posibilidad de exigir la defensa de los derechos humanos a los principales exportadores de petróleo se discutía si la propia democracia alemana sería capaz de resistir el envite. Ahora sabemos que desde el 3 de Mayo el Gobierno francés se prepara a movilizar 10.000 soldados para combatir a sus propios ciudadanos en caso de que hubiera revueltas masivas. Leyendo esta noticia recuerdo haber leído hace unos años en El País otra noticia sobre un estudio estratégico desarrollado por el servicio interior del Reino Unido, el MI5, en el que se contemplaba como una de las amenazas a las que tendría que hacer frente el Reino Unido en las próximas décadas las revueltas internas de su propia población, y de hecho decían algo acerca de la escasez que a mí me hizo pensar en el Peak Oil (si alguien encuentra esta referencia, por favor que me la pase para incluirla aquí). Al tiempo, en el último post de Quim antes de despedirse nos dejó testimonio de una accidentada e insólita confesión pública y en directo de dos personalidades catalanas sobre lo que se discutió en un reciente y elitista encuentro/reflexión sobre el futuro de Europa en el Monasterio de Sant Benet de Bages. En este arranque de sinceridad, los mencionados asumían que habría que renunciar a una gran parte del Estado del Bienestar en España e incluso llegaron a aludir a la dificultad de preservar la democracia (en medio de las continuas interrupciones del moderador del programa, el aquí muy conocido periodista Josep Cuní). Tanto debían pesar en la conciencia de los contertulios las dolorosas jornadas de Sant Benet de Bages que uno de ellos, Rafael Nadal, escribió unos días después un artículo en La Vanguardia con el significativo título de “Las revelaciones de Sant Benet“. Se trasluce de su artículo que en Sant Benet se mostró que en una situación de expansión actual de China y otros países, basándonos en unos recursos infinitos (ya que los economistas no contemplan que la Tierra sea una casi esfera de unos 6366 Kilómetros de radio) Europa está condenada a caer en la irrelevancia. Eso sin el Peak Oil; imagínense lo que pensaría el Sr. Rafa Nadal, que según confiesa no durmió dos noches después de Sant Benet, si supiera que la producción mundial de petróleo crudo ya está declinando… Lo peor de toda esta historia es constatar, según testimonio de Rafael Nadal, la admiración de algunos líderes políticos españoles por lo que hacen China y Rusia a nivel político en su territorio…
No cabe duda de que la llegada del Peak Oil desatará muchos conflictos y exacerbará las peores pasiones dentro de los seres humanos, desde el racismo y la xenofobia hasta la tentación del totalitarismo. Un reciente artículo (“Global energy crunch: how differents parts of the world would react to a peak oil scenario”) aparecido en la revista científica Energy Policy analiza algunas reacciones históricas de ciertos países delante de una situación de escasez súbita de petróleo como la que causará el Peak Oil. Evidentemente, el totalitarismo autártico y el expansionismo militar son dos de esas opciones. De nosotros mismos depende no transitar ese sendero que sólo nos puede llevar a nuestra renuncia a la democracia y a la esclavitud. La buena noticia es que sólo depende de nosotros, porque sin energía las distancias vuelven a ser enormes y desplazar grandes ingenios militares es oneroso e inefectivo, así que los problemas se lidiarán entre las facciones locales. Es por tanto prioritario que trabajemos por salvar lo que tanto costó construir. No queda más remedio que perder una buena parte de la energía; no perdamos también la democracia.
Salu2,
AMT
Si andas atareado es buena señal 😉
¡¡Ánimo con el trabajo!!
Un saludo
Joer, que quería dejar el post en formato borrador y lo he publicado por error. Ahora sigo con él…
Democracia… es evidente que su significado es muchísimo más complejo que lo que sugiere su etimología (Demo: pueblo – cracia: gobierno) y por tal motivo, me gustaría saber cuantos saben realmente lo que implica vivir en Democracia…
A juzgar por los hechos, en países como los latinoamericanos (vivo en Argentina), hace falta mucho más educación (y años) para vivir en democracia.
Los griegos (cuna de la democracia), 700 años antes de cristo, decían que fuera del ámbito de la plaza, la democracia no sirve.
Creo que la democracia actual está demasiado mezclada y confundida con el sistema capitalista, de mercado, de casino… lo cual distorciona su funcionamiento. Hoy tienen mas poder los capitales privados que los estados.
En resumen, la democracia “a la distancia”, fuera del ámbito de la plaza, valiénodse de las comunicaciones modernas, ha sido y es posible, gracias a la energía extra de la Era del Petróleo. Es decir, que ésta forma de democracia tiene “mas olor a cajón que a manzana”.
Y creo que tiene que morir, porque los verdaderos líderes (tema que toqué al principio), surgen en el “ámbito de la plaza”, donde podemos elegir a nuestros representantes en base a lo que sabemos de ellos y por lo que han demostrado a lo largo de sus vidas.
Esta democracia, donde elegimos representantes que nunca vimos… salvo por las imágenes que nos venden por la pantalla de TV, maquillados, estereotipados, con libretos estudiados, por la plata que alguien les pone para las campañas, etc. NO SIRVE.
Saludos
Gustavo Duch, especialista en soberanía alimentaria, se hace eco del Peak Oil en “Público”, que hasta ahora había ignorado el tema. Otro paso adelante:
http://blogs.publico.es/dominiopublico/2537/el-fin-del-petroleo/
Efectivamente entre los daños colaterales del peak-oil puede estar el fin de la democracia tal como hoy la conocemos, y ello porque no somos conscientes del problema que supone agotar lor recursos disponibles, por lo que estaremos dispuestos a escuchar y seguir a cualquiera que nos prometa el seguir como antes, desde mi punto de vista el problema en mayúsculas es que casi nadie quiere asumir que la tierra es redonda y por lo tanto finita, decir esto parecería que es tomar a los demás por tontos, pero si queréis que sea sincero, ya desde el 2003, soy consciente del problema que se nos viene encima y podéis creer que no he sido capaz de sembrar ni la más mínima duda entre las personas que me rodean, prácticamente todos con estudios medios y superiores, y eso que me refiero al concepto de partida, “crecimiento infinito en mundo finito”, así que como para meterme en florituras con la “TRE”, por ejemplo, por lo tanto enhorabuena a los que hacéis esta labor divulgativa, que es encomiable y ánimos para cualquier otra que emprendáis. Un saludo a todos.
Es dificil de decir. Parece como si la democracia (y me refiero por “democracia” a un sistema en el que el poder legislativo, ejecutivo y judicial emanan en ultima instancia de una votacion de los ciudadanos mayores de x años), donde se ha consolidado, tiene pocas posibilidades de volver atras. Creo que hay muy pocos precedentes de lo contrario, como quizas la llegada del nacismo al poder. Quizas en esa excepcion esta la regla: el final de la democracia dependera de nosotros.
Por desgracia, CGA, los ejemplos de regresión democrática son mucho más numerosos, incluso sin salir de Europa (Italia, Grecia, Portugal, España, Turquía, Europa del Este en general). Fuera de Europa el colapso de la democracia acaba siendo más la norma que la excepción. En todo caso, estoy de acuerdo de que el final de la democracia depende de nosotros. Y ahora bien, ¿no te parece que, en el caso concreto de Europa, nos estamos deslizando poco a poco hacia el autoritarismo? E.g., ascenso de la ultraderecha (Austria, Holanda, etc), expulsión “preventiva” de los gitanos, recortes en derechos sociales duramente adquiridos, demonización de los sindicatos, etc, etc.
Salu2.
Hola Antonio, una vez más me da gusto que escribas, va bien ahora un poco de conceptos sociales y más a mí que lo mío es el clima y la salud.
Yo así, muy poco refinado, digo que hombre la democracia tal cual, como dice @Gabriel, en su atinada definición casi casi que nunca ha existido, vamos, que podemos como personas que habitamos un contexto social votar por unos cuantos “candidatos” pero curiosamente creo yo que han sido designados por llevar una vida entera dentro de esas esferas y si me apuran tengo la impresión de que muchos de los que están en el poder son expertos en imagen pública más que políticos.
yo que me parezca, nunca he visto, casi nunca, un político con preparación universitaria en ese tema, y no digo derecho ni leyes, ni lo que se aprende en la calle estoy intentando pensar algo así como ciencias políticas y que el pueblo conozca su currículum (de miles) y lo seleccione cuidadosamente, esto ya se tiene pensado de sobra, pero no sale a la luz, los intereses no permiten la creación de una base de datos de tal calibre porque no conviene a ningún político en turno.
Otra cosa es que se extinga el sistema de gobierno y la manera en que elegimos a nuestros dirigentes, y ahí sí, te apoyo, será más local porque ni nos enteraremos por falta de cobertura de los medios cuando se acabe la energía.
Por último, los valores, en el ser humano, siempre han sido los mismos, la historia lo demuestra y hoy por hoy casi como la palabra democracia los valores son muy relativos.
_La buena noticia es que sólo depende de nosotros, porque sin energía las distancias vuelven a ser enormes y desplazar grandes ingenios militares es oneroso e inefectivo, así que los problemas se lidiarán entre las facciones locales._
Tengo que disentir, Antonio. Claro que el imperialismo del futuro va a ser muy diferente y con mucha menos intervención local, pero basta muy poca energía para desplazar un artefacto nuclear hasta cualquier ciudad de un país que decide no plegarse a las exigencias de otro. No lo olvidemos.
(NOTA técnica: el sistema de comentarios de tu blog debería permitir la etiqueta BLOCKQUOTE para citarte.)
En cuanto a la cuestión de la posible supervivencia de la democracia (aunque yo niego la mayor y opino que esto que tenemos NO es democracia), u optamos por arrebatarles el poder a los partidos políticos para ejercer la democracia directa ahora que aún tenemos la tecnología para implantarla (vid. http://www.d-3.info ) o al final sucumbirá cualquier rastro de poder ciudadano real y tan sólo nos quedará confiar en que los Estados se desintegren para poder ejercerla a nivel municipal (municipalismo libertario, Marinaleda, etc.).
La referencia no es de EL PAIS, pero para el caso creo que vale.
UK NEWS. MI5 ALERT ON BANK RIOTS
Daily Express
Sunday March 1, 2009
http://www.express.co.uk/posts/view/86981/MI5-alert-on-bank-riots
Saludos, Antonio
@Manoel: Al margen de que lo que tenemos es una democracia imperfecta (por decir lo menos) no cabe duda de que podemos estar peor. Con todas las limitaciones de nuestro plutocrático estado, tienes una razonable seguridad de que no vendrán a sacarte de tu casa por la noche para darte un paseíllo, cosa que en España y otros países no hace tanto hemos conocido. La hipótesis de usar bombas atómicas para controlar poblaciones en un mundo escaso de energía es un tanto absurda: el valor de la fuerza nuclear es táctico (disuasión); usarla es un error, y una amenaza inconcreta sirve de poco a la hora de controlar comunidades pequeñas.
@Antonio: Era una referencia más antigua, pero gracias por la que pasas.
Una democracia no desaparecería con un asunto como el peak oil, una democracia se adaptaría a la situación eligiendo nuevos representantes preparados para afrontar la nueva situación. El problema es que, como dice Manoel, esto no es una democracia, sí hay régimen de libertades y estado del bienestar, pero régimen democrático no. Esto que tenemos es una oligarquía de partidos nacionales y autonomicos que además controlan la mayoría de los medios de radiodifusión. Con una situación así, se puede esperar cualquier cosa.
El peak oil acabará con parte del estado de bienestar y con parte del régimen de libertades, pero no podría acabar con un régimen democrático.
Quizás la solución al peak oil en un futuro sea exigir una evolución hacia una democracia.
Saludos
Puede ser interesante hechar un vistazo a lo que dice nuestra Constitución, sobre los estados de alarma, excepción y sitio, pensados para situaciones extraordinarias (bien se podrían dar éstas ante hechos como el peak-oil) y su Ley Orgánica de desarrollo. Muy interesante destacar lo qué dice para el estado de sitio:
“El estado de sitio será declarado por la mayoría absoluta
del Congreso de los Diputados, a propuesta exclusiva del Gobierno.
El Congreso determinará su ámbito territorial, duración y condiciones.
5. No podrá procederse a la disolución del Congreso mientras
estén declarados algunos de los estados comprendidos en el presente
artículo, quedando automáticamente convocadas las Cámaras si
no estuvieren en período de sesiones. Su funcionamiento, así como
el de los demás poderes constitucionales del Estado, no podrán interrumpirse
durante la vigencia de estos estados.
Disuelto el Congreso o expirado su mandato, si se produjere alguna
de las situaciones que dan lugar a cualquiera de dichos estados,
las competencias del Congreso serán asumidas por su Diputación
Permanente.
6. La declaración de los estados de alarma, de excepción y de
sitio no modificarán el principio de responsabilidad del Gobierno y
de sus agentes reconocidos en la Constitución y en las leyes.
Por lo tanto, al no poderse convocar elecciones mientras duren estas situaciones, en la práctica puede suponer el fin de la democarcia tal como la conocemos, si un partido sin muchos escrúpulos se hace con el poder, con la mayoría suficiente, aprovechando la insatisfacción provocada por el cénit del petróleo. (claro que nos dirán que en cuanto se solucione el problema energético todo volverá a la normalidad)
Antonio, en ningún momento dije “controlar poblaciones” mediante la amenaza nuclear, sino ejercer presiones imperiales sobre otros países por parte de aquellos que poseen armas nucleares. Llámalo “disuasión” si prefieres, pero es el arma con mayor tasa destrucción/gasto energético que ha inventado jamás el hombre, sobre todo cuando ya están fabricadas y disponibles miles de ellas y el gasto de enviárselas al enemigo es despreciable: avión, misil… hasta en burro si hace falta!
JotaEle: sí, yo también pienso, uniendo dos de mis motivaciones activistas, que sólo una democracia real, que dejase la decisión sobre nuestro futuro en manos de los ciudadanos adecuadamente informados, y con un debate plural y no monopolizado por el poder económico, sería la solución (si hay alguna) a la encrucijada evolutiva a la que nos enfrentamos. Pero creo que las probabilidades de conseguirla eran escasas y tenderán a cero a medida que progrese la crisis.
@Manoel
“”…que sólo una democracia real, que dejase la decisión sobre nuestro futuro en manos de los ciudadanos adecuadamente informados, y con un debate plural y no monopolizado…””
Administré el Consorcio de un Club de Campo durante 3 años (todavía vivo en él), con sus estatutos, estructura legal basada en un sistema democrático, con gente supuestamente culta, etc. y lo que te puedo decir es que si lo que he podido vivir en “chiquito”, es lo que ocurre en “grande”, entiendo entonces porqué las cosas van como van con las democracias en general. Mi vivencia, es que los tiempos de debate “plural” nunca coinciden con los tiempos de las necesidades reales… horas, días, meses, para la toma de desiciones, que requieren de una ejecutividad imposible de lograr cuando son muchos los que opinan y creen tener la verdad. Si a ello le sumamos las vanidades, luchas de poder, intereses particulares y/ó espurios, etc. etc., llegamos al punto que tenemos una estructura demasiado pesada y poco ejecutiva, que queda muy resagada de la realidad.
La verdad es que no tengo claro las alternativas, porque todos los sistemas -a lo largo de la historia- han demostrado tener fallas y terminan por corromperse.
Saludos
No existe ni la soberanía popular ni la idea de democracia que nos han enseñado en el colegio. Además, estoy releyendo la “historia del anarquismo español”, de Juan Gómez Casas y copio y pego una cronología que demuestra que todos los derechos y las libertades que tenemos se han conseguido a base de lucha.
1848: Sublevaciones en Madrid, Barcelona y otras ciudades.
1851: Luego de diversas vicisitudes, y por duodécima vez, se prohiben en Barcelona las asociaciones.
1854: Nace el partido republicano.
Julio:- Rebelión política y militar de O’Donnell, conocida por la Vicalvarada, contra la dictadura del general Fernández de Córdoba. El movimiento es secundado por el pueblo.
1861: se funda el Ateneo Catalán de la Clase Obrera.
1862: 15.000 obreros de Barcelona presentan al Congreso una petición solicitando “libertad de asociación para combatir el capital de una manera noble y pacífica”.
1863: 27 de junio a 7 de julio. Levantamiento revolucionario en Loja (Granada), dirigido por el fourierista Pérez del Álamo que fue reprimido por el ejército.
1864: Se funda en Londres la Primera Internacional de Trabajadores.
1865: Primera huelga general en Barcelona y algunos puntos de Cataluña, para reivindicar el derecho de asociación.
En la charla de hoy has hablado de hambrunas. Quiero recuperar este texto del libro:
“J. Díaz del Moral resume de este modo las consecuencias de una de las hambres cíclicas, la de 1834, en Andalucía: “En Baena morían diariamente de hambre diez o doce personas. Nutridos grupos recorrían las calles pidiendo pan; la cárcel se llenaba de reos de hurto y robo, a quienes se dejaba ir a declarar sin guardias, pero todos volvían porque, aunque mal, en la cárcel se comía algo.
Los que lograban un jornal no compraban con él más que, una torta de cebada que consumían con su mujer e hijos por la noche, pues de día no comía ninguno. Cuando brotaban en la primavera las primeras espigas en los campos, mujeres y niños se arrojaban sobre ellas, a pesar de los golpes que les proporcionaban los guardianes, en treinta meses, Baena, que contaba 12.000 habitantes, perdió por efectos del hambre 2.000. En Bujalance, durante otro período de hambre, las mujeres vendían su cabellera si alguien quería comprársela, para dar de comer a sus hijos.”.
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