>It’s raining oil, hallelujah!

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Queridos lectores,

Hoy el post será simplemente una revista de prensa sobre el vertido de BP en el Golfo de México, y de algunas de sus consecuencias:

  • Como era de esperar, la llegada del primer huracán de la temporada (Alex) ha obligado a suspender las tareas de mitigación del vertido que está manando desde el pasado 21 de Abril (dos meses cumplidos ya, por tanto). En todo caso, la principal de dichas medidas era la colocación de un embudo a través del cual se bombeaban unos 16.000 de los 80.000 barriles que actualmente se estima que se vierten diariamente. La semana pasada se tuvo que retirar unos días el embudo por culpa de una incidencia (un robot submarino dañó accidentalmente una tubería) y se podía ver la fuerza del vertido en la superficie del mar, en la imagen que sigue a este párrafo (y piensen que el petróleo mana desde el fondo marino, a 1500 metros por debajo de la superficie del mar). Parte de lo que sale tan violentamente es metano.

  • En un reconocimiento implícito de la gravedad de la situación, EE.UU. está aceptando la ayuda de otros países para paliar los efectos del vertido. Ya hemos insistido en este blog que esta catástrofe es de alcance planetario, y que sería conveniente una cooperación internacional para detenerla.
  • La situación real de la válvula de prevención de explosiones (en inglés Blow-out Preventer o BOP) es que probablemente está muy dañada debido a las operaciones previas para intentar sellarla, y que el petróleo se estaría escapando ya directamente desde el fondo marino. Las cámaras instaladas por BP apuntan estratégicamente para evitar visualizar los posibles escapes. De hecho, Matt Simmons denuncia que hay otro escape a unas 7 millas de la localización del BOP. La situación sería, por tanto, peor que lo imaginado y la posibilidad de parar el vertido sería más remota (los pozos de alivio que se están excavando y que podrían obturar el vertido para finales de Agosto podrían ser inútiles – y eso suponiendo que no exploten).
  • Actualmente el fondo de indemnización creado por BP por exigencia del gobierno de los EE.UU para cubrir las indemnizaciones a todas las comunidades afectadas (pescadores, zonas turísticas, etc) y los costes de limpieza asciende a 20 millardos de euros. Los beneficios anuales de BP son de unos 13 millardos de euros, lo cual lleva a que BP este año no tendrá beneficios, sino pérdidas. Pero cada día que pasa los costes e indemnizaciones crecen más y más. De acuerdo con el propio Matt Simmons, si la situación no se resuelve durante la primera quincena de Julio BP tendrá que declararse en bancarrota. Se ha de advertir que Simmons no es neutral (tiene su propia empresa especializada en temas energéticos), pero los números indican que no está desencaminado.
  • El aviso para navegantes no puede ser más claro: el petróleo de aguas profundas es una fruta prohibida, quien se atreva a tocarlo en países occidentales se arriesga a desaparecer. Ya comentamos en este blog como Exxon vio en 2006 los riesgos con su pozo Blackbeard y decidió retirarse de la partida. De hecho, muchas compañías se están retirando discretamente del negocio. ¿Quién nos traerá el petróleo que tanto necesitamos, entonces? Pues bucaneros que puedan mudar con tiento de guarida y nombre.
  • Uno de los problemas ecológicos más graves que se van a plantear es cuando los huracanes comiencen a transportar el petróleo tierra adentro, arrasando los pantanos costeros de Luisiana, que ejercen una función moderadora de las mareas tormentosas que generan los huracanes, ralentizando el nivel del mar. Todo eso favorecerá, en el largo plazo, una mayor erosión de toda la costa de Luisiana y un mayor empobrecimiento de la costa del Golfo de México.
  • Todo estos eventos tan ominososos han llevado a un replanteamiento de la situación de la exploración de aguas profundas, ¿verdad? Pues no, ya que básicamente es la mayor parte de las reservas que nos quedan por explotar. Es eso o nada. En este contexto se comprende que un juez de Luisiana ha anulado la decisión presidencial de hacer una moratoria de seis meses en la exploración (aunque el Gobierno de los EE.UU. ha recurrido la sentencia).
  • Y en este contexto, it’s rainning oil, hallelujah! (‘¡Está lloviendo petróleo, aleluya!’): el petróleo (y también los tóxicos dispersantes) se están evaporando y, aparentemente, llueven sobre Luisiana. La única imagen que tenemos de esto es de una cadena rusa (no es que sea una fuente muy fiable). El vídeo es accesible en YouTube, y lo he copiado aquí abajo

Como ven, el futuro no pinta demasiado bien. Otro día analizaremos cómo están influyendo estos problemas en los precios el petróleo, combinándose con los problemas que causa la falta de capacidad ociosa en la OPEP.

Salu2,

AMT

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