Una visión sobre el impacto y desarrollo del Oil Crash

Queridos lectores,
Estos días estoy en Viena, con escasa conexión a internet y poca capacidad de intervenir (si sus comentarios quedan atrapados por el filtro de spam, no insistan y esperen a que los libere yo). Para cubrir mi ausencia, aquí tienen la nota que sobre problema del Oil Crash ha escrito Darío Duarte, para que Vds. la debatan.
Salu2,
AMT

¿En qué punto los faltantes de petróleo impactarán sobre la economía y la sociedad de un modo irreversible y global ?
Por: Darío Ruarte
La gran mayoría de los que participamos en este blog -y otros foros relevantes vinculados al tema del petróleo- coincidimos en suponer que avanzamos rumbo a una crisis vinculada a la disminución en la producción de petróleo o bien por los excesos no cubiertos de una oferta estancada ante una demanda creciente. En este caso “oferta en disminución” o “demanda creciente frente a oferta estancada” pueden ocasionar faltantes de petróleo para la sociedad.
Aceptamos además que dichos faltantes, tendrán un impacto muy profundo en la economía y la sociedad. llegando incluso a la posibilidad de alterar profundamente lo que hoy entendemos como “civilización”. A esta circunstancia tan cruel y dolorosa solemos indicarla como “crash oil”.
Donde solemos encontrar algunas divergencias no es en este punto sino en el “tiempo” en el que dicho acontecimiento pueden ocurrir. Algunos vislumbran esa situación como algo relativamente próximo (tan próximo que justifica tomar medidas inmediatas a nivel personal YA), mientras que otros, aun aceptando que podemos -y tenemos- que tomar medidas individuales, asumimos que existen plazos mayores y que incluso, hay grandes probabilidades de que las sociedades -y la economía- realicen adaptaciones que permitan un ajuste global de todo el sistema sin que el mismo llegue a colapsar.
Aquí estoy obligado a hacer un alto en el camino para separar estas cuestiones:
a) Los plazos son relativamente extensos (hablamos de décadas).
b) Las sociedades dentro de esos plazos realizarán ajustes y adaptaciones muy profundos.
c) Los ajustes y adaptaciones serán capaces de evitar un caos o “crash” o disgregación social profunda.
Bien, sólo puedo defender con cierta confianza los puntos “a” y “b” (plazos y ajustes) pero, no estoy en condiciones en este momento de sustentar con firmeza que el “c” sea posible. El hecho de que los cambios, ajustes y adaptaciones sociales sean o no capaces de evitar un “crash” en el futuro es algo que no puedo asegurar.
En cualquier caso mi tesis es que ese eventual “crash oil” no ocurrirá de modo inmediato o en los plazos casi perentorios con los que a veces se lo espera en la zona de comentarios del blog. Aún cuando la sociedad no sea capaz de evitarlo en el futuro su ocurrencia será dentro de varias décadas.
Dicho lo cual podemos empezar planteando nuestra hipótesis de trabajo para poder desarrollar su defensa luego.
El planteo de este artículo es el siguiente: Estamos a 20-40 años de un posible -aunque incierto- ‘punto de ruptura’ social y económica motivado en la disminución del suministro de petróleo (crash oil).
Las dificultades para poder defender este enunciado son enormes porque casi todos los datos que son necesarios para ello, o bien son inciertos, o bien son tan dinámicos y fluidos que, cualquier previsión que pudiere hacerse de los mismos atendiendo su actual posición o valor, se verá severamente modificada en el futuro.
Dicho de otro modo: Si se pretendiera tomar los valores de la producción y el consumo y jugar con las cifras estimando su crecimiento/decrecimiento (al estilo de los estudios del “Club de Roma“) las dificultades inherentes al cálculo convierten dicho ejercicio en un esfuerzo que escapa a las posibilidades de “una persona”. Para trabajar en base a datos y modelos -y con la certeza de que los mismos son reales y sustentables- se requiere de un equipo y de recursos que exceden el trabajo meramente individual.
Sin embargo no existe un único modo de aproximarse a la comprensión de un fenómeno. Se pueden desarrollar sofisticados escenarios probabilísticos con una elevada dosis de matemática, equipos humanos y poder de cálculo, o se pueden realizar análisis heurísticos y es con este enfoque que trabajaremos.
Los procesos humanos (sociales y económicos) tienen una gran fluidez pero no escapan al hecho de pasar por ciertas FASES O ETAPAS. Bien es cierto que en algunas ocasiones determinados sucesos pueden ocurrir saltándose alguna de ellas pero, en general su ocurrencia es esperable con un alto grado de probabilidad.
Así como cuando se coloca agua a hervir, antes de que se produzca el hervor propiamente dicho ocurren una serie de cambios o indicios (burbujas que empiezan a desprenderse, primeras señales de vapor), en los hechos humanos y económicos estas circunstancias también están presentes y, no podemos esperar entrar en el “crash” sin antes pasar por ellas.
Aún cuando existe un elevado nivel de subjetividad a la hora de calificarlos y definirlos, voy a proponer SIETE (7) momentos o etapas o indicios que tienen que ocurrir de modo PREVIO a un crash oil.
De un modo mucho más dificultoso aún, voy a tratar de asignarles luego un valor temporal -aún sabiendo que esto es un territorio realmente cenagoso e incierto-.
Aún así, esta es una “hoja de ruta” que les servirá para posicionarse temporalmente dentro del fenómeno. Lo importante de estos elementos es que, hasta que NO OCURRAN, NO HAY CRASH.
La buena noticia -ya lo verán más adelante- es que, incluso OCURRIENDO estos hechos o señales el crash no está asegurado. Existen algunas “puertas de escape” que nos pueden llevar a nuevos puntos de equilibrio sistémico.
Antes de entrar de lleno en la materia tengo que hacer TRES (3) consideraciones previas. Las mismas iluminan el resto del análisis por lo que me veo obligado a plantearlas en esta etapa:

A.- Impacto real del petróleo. Matriz de Energía Primaria.
Asumo que todos sabrán que el petróleo representa entre un 35% a un 40% de los ingresos de energía al sistema.
Esto es variable de país en país pero, globalmente tenemos una participación del 40% de petróleo, 35% de carbón, 10% de gas, 5% de hidroeléctrica, 3% de nuclear, 3% de biomasa y un 4% de “todo el resto” (biocombustibles, eólica, fotovoltaica, etc.).
Ejemplo 1: Matriz Energética de ChileFuente: http://www.energiaymedioambiente.cl/matriz-energetica

Ejemplo Dos: Estimaciones Globales Matriz Mundial para el 2030Fuente: http://www.informeindustrial.com.ar/imagenes/grafico%20nota%20energia.jpg

Dado que el “peak” para las otras fuentes no es tan inmediato como para el petróleo, cabe esperar que las “disminuciones” empiecen por allí. Los autores esperan caídas de entre el 2% anual (los más optimistas) a un 6% anual (los menos amables).
Un primer detalle a tener en cuenta entonces es que estas disminuciones aún NO las tenemos. Las esperamos, las vemos próximas, las intuimos pero, si revisan los gráficos de producción lo cierto es que NO las tenemos aún.
Y, cuando empiecen, si bien su incidencia será diferente de país en país, a nivel global tienen que tener en cuenta que un 6% MENOS en petróleo sólo significa un 2.4% MENOS en el total de la matriz energética.
Dicho de otro modo… cuando el suministro de petróleo haya bajado un brutal 30% (cosa que aún NO empezó a ocurrir siquiera y, en las hipótesis más pesimistas tomaría cinco años en ocurrir a una elevada tasa del 6% anual) representaría para el mix de energías totales un 12% de disminución.
Sin duda el impacto sobre el transporte (autos, barcos, aviones) será muy grande porque, para ese segmento el petróleo representa el 90% de sus consumos. También lo será para la economía (las grandes industrias están vinculadas a esos sectores) pero, no es lo mismo pensar que si el petróleo baja en un 30% TODO baja en un 30% a entender que hablamos sólo del 12% sobre el mix total de energías.
Es importante tener en cuenta que “cinco años” (en las hipótesis más pesimistas) no ocurren sin que se lleven a cabo MUCHOS CAMBIOS capaces de compensar -al menos parcialmente- ese 12% de “menos” en la matriz de energía.
Difícilmente el mundo “crezca” alegremente con un 30% menos de petróleo pero eso no significa que no habrá “otras” energías disponibles para cubrir en parte esos faltantes.

B.- La incidencia de los hechos atípicos (el cisne negro)
En todo análisis hay que dejar en claro que se hace “ceteris paribus“. Esto significa que, se parte de la premisa que “el resto de las condiciones se mantienen constantes“.
Para una definición más extensa de “ceteris paribus“:
Es obvio que si acontece un hecho catastrófico y no esperado (ataque terrorista a grandes refinerías u oleoductos en Oriente Medio, Guerras Mundiales, etc.) todo el análisis puede resultar inadecuado. Pero, mientras se mantengan la dinámica actual de las cosas, aún con todas sus deficiencias, defectos y malas asignaciones de recursos, el análisis que voy a enunciar es sustentable y defendible.
También es importante tener en claro que el ‘cisne negro’ puede operar en el sentido inverso y, la innovación o la tecnología o la ciencia llegar a un punto donde, determinadas tecnologías puedan asegurar una gran cantidad de energía (caso del combustible de algas o la elusiva fusión nuclear por citar dos casos con el potencial de lograrlo).
Queda aclarado entonces que este análisis no cubre hipótesis de “cisnes negros” (*)
(*) La expresión “cisne negro” se usa para definir hechos atípicos y no predecibles y ha tomado fama gracias Taleb Nassim Nicholas y su libro del mismo nombre.

C.- Una hoja de ruta preexistente.
Para terminar con estos precedentes tengo que poner a vuestra disposición un gráfico que obra en mis archivos hace ya bastantes años (si se fijan está hecho en la época de la Presidencia de Bush hijo, alrededor del año 2008).
No tengo la fuente para citar -si alguien llega a encontrarlo le agradeceré que la consigne- ya que lo recupero directamente de mis archivos. Hace años lo copié y no tengo ahora modo de ubicar el sitio web del que lo obtuve (perdón autor del gráfico por no poder dar la cita completa).
Como podrán advertir, el autor establece una “hoja de ruta” que presenta algunas particularidades muy interesantes y sobre las que regresaré a medida que desarrolle el análisis de las fases que, entiendo, deberán ocurrir de modo PREVIO a que podamos considerar que ingresamos a una “zona de crash“.

Analizar este gráfico y sus interesantes consideraciones podría servirnos para toda una nota en si misma pero, en este caso voy a usarlo sólo como una fuente de referencia adicional.
Aclarados estos tres puntos preliminares ingresemos ahora al detalle de aquellos factores que, tendrían que presentarse ANTES de que un crash ocurra.

Factores, Indicios, Momentos o Etapas previas a un crash vinculado a faltantes de petróleo.
1) Precio a niveles críticos:
Antes que las estadísticas nos muestren un aumento de la demanda imposible de cubrir por la oferta o una disminución de la producción nos enfrentaremos a una “crisis de precio”.
Esto es -y tomen nota porque es un factor MUY IMPORTANTE- que el precio del barril de petróleo tiene que subir de un modo que resulte sorprendente, llamativo y, si me permiten la expresión… brutal.
Hablamos de una suba a U$S 180-240, que ocurrirá de un modo más o menos rápido y que en principio no podría atribuirse a un hecho claro (atentado en refinería u oleoducto o guerra, etc.).
Es muy posible que la prensa busque explicaciones varias y que, la más usada sea que se debe a la “especulación desbocada” pero, en realidad se deberá a que los grandes actores del mercado, aquellos que tienen las “cifras de verdad” (a las que los simples mortales no tenemos acceso) SABRAN que la demanda ha excedido la producción o que la producción está bajando de un modo irreversible.
Este hecho tiene que ocurrir ANTES de un crash. Sin este hecho NO HABRA CRASH.
2) Problema incluido en la Agenda Política.
Un segundo factor que tiene que ocurrir ANTES de un crash es que el tema del petróleo llegue de LLENO a la agenda política.
Hoy, los políticos “mencionan al pasar” este tema pero no es parte central de la agenda. Al ser un problema MUY GRAVE ningún político será tan loco de incluirlo en su agenda -buscando soluciones- sin que LOS HECHOS no lo obliguen a ello.
Aún cuando los políticos “sepan” que, más temprano que tarde les tocará el “peak oil” lo cierto es que rezan por las noches que “no les toque a ellos” sino que sea un problema “del que siga“. Así funciona el sistema. Lo mismo ocurre con los problemas del sistema previsional -marcha a la colisión, lo saben, pero es un problema “del que venga”-.
No hay crash posible sin que el tema se convierta en PARTE CENTRAL DE LA AGENDA POLITICA.
Y, no lo hará mientras el punto previo -precio desbocado- no ocurra. Son dos hechos extremadamente vinculados porque operan como “causa/efecto” de un modo lineal. Primero el “gran aumento de precios de los viles especuladores” y luego “el gobierno se ocupará prioritariamente de este tema aunque importe grandes sacrificios a la población“.
Hay dos “sub-efectos” en este punto pero no quiero detenerme a un nivel de detalle tan específico.
Uno de los efectos es que se tomarán MUCHAS MEDIDAS de ahorro y sustitución -que bajarán el consumo y bajarán el precio- y el segundo es que la economía entrará en una fase de RECESION y/o LEVE DEPRESION vinculada a estas medidas.
No habrá crash sin que antes los políticos hayan “tomado medidas valientes” y las mismas apacigüen el crecimiento y bajen el precio del petróleo que habrá subido por los “malvados especuladores“.
3) La era de las medidas idiotas y las medidas inteligentes.
Es en esta etapa durante la cual los gobiernos adoptarán una gran cantidad de medidas. Muchas serán muy inteligentes, otras entrarán en el “Libro Guiness de la idiotez“.
Se promoverá la instalación de fotovoltaica y eólica a cualquier coste (en algunos casos de modo muy inteligente y en otros de modo completamente idiota), se promoverán ahorros y sustitucionesde todo tipo (la mayoría serán virtuosos), se buscará regular muchos mercados (alimentos, energía), en general de modo idiota, se tratará de sustituir los vehículos de explosión por otros eléctricos (idiota) etc., etc.
Si se fijan en el gráfico que coloqué más arriba, este momento estará en la zona donde el autor coloca el “Alternative Energy Spike
Sin esta etapa de medidas y acciones “inteligentes e idiotas” no se llegará al crash. Forzosamente la sociedad pasará por esta etapa ANTES de colapsar.
4) Crash en los “canarios en la mina”
El siguiente efecto que tiene que ocurrir PREVIO a un crash es la caída de uno o varios “canarios en la mina”.
Mientras que los países más sólidos, mejor estructurados, con liderazgo político más firme e inteligente o mayores recursos se “ajustarán” a las medidas vinculadas a la suba del precio que precederá los DATOS CLAROS de que YA ESTAMOS EN PEAK, habrá algunas zonas o países más débiles que ingresarán en un terrible caos.
No me atrevo a decir si esto ocurrirá en Pakistán, en la India, en Guatemala o en Costa de Marfil -o en todos esos sitios al mismo tiempo- pero, el elevado precio del petróleo y la dificultad para conseguir suministro del mismo, hará que países más débiles sucumban como un adelanto de lo que puede ocurrir luego al resto del mundo.
Sin estos “mini-crash” previos en los “canarios en la mina” no habrá crash global.
Justamente la sorpresa y el dolor que causará en los ciudadanos de los países más desarrollados o avanzados estas noticias, será lo que facilite que acepten sin chistar las DURAS MEDIDAS DE AJUSTE que sus políticos adoptarán en la fase de “las políticas inteligentes e idiotas“.
5) La Depresión.
Las duras medidas adoptadas durante la etapa de “inteligencia e idiotez” permitirán sostener el “BAU” (business as usual) durante algún tiempo. No en crecimiento sino como “modelo”.
Sin embargo, la propia dinámica del sistema, al no poder crecer durante varios años (y la convicción de que no podrá hacerlo nunca más en el futuro) llevará a la economía rápidamente a una “Gran Depresión“.
Las bolsas de valores tienen que caer fuertemente -o colapsar-, grandes sectores industriales tienen que morir o reducirse a la mínima expresión (aerolíneas, automotrices, turismo).
Todos estos hechos tienen que ocurrir de modo PREVIO a cualquier situación que podamos denominar como “crash” aunque, para muchos, esta gran depresión ya será un “crash” en sí mismo.
Anoten que, durante este período, más y más países SI INGRESARAN en su “crash” particular. Son aquellos más débiles, pobres, frágiles o peor articulados. Ellos irán “por delante” en la escala de acontecimientos.
6) El racionamiento y las regulaciones extremas.
Ante la imposibilidad de mantener el BAU en funcionamiento, de modo más rápido o lento la época de las medidas “idiotas e inteligentes” irá dando lugar al RACIONAMIENTO y las REGULACIONES EXTREMAS.
La muerte de los sucesivos “canarios en la mina” allanará psicológicamente el camino para que la gente acepte la pérdida de derechos y la reglamentación profunda de casi todos los aspectos de la vida cotidiana.
Este es el penúltimo paso ANTES de que un crash en toda la regla ocurra y, si no han llegado a esa etapa no están aún “en el crash”.
Se prohibirá usar vehículos particulares o se cuotificará la gasolina disponible, habrá regulaciones especiales para la producción de alimentos, muchas industrias serán reguladas desde el Estado, etc., etc.
7) Los grandes cambios.
Este punto es muy importante. Puede o no ocurrir y puede o no “salvar a la civilización“.
Si algunas sociedades son capaces de dar “el gran salto” necesario para asegurar la supervivencia del sistema, tendrán que encarar para ello cambios de un magnitud y calado que hoy nos resultan casi ininmaginables y, desde ya, están fuera de cualquier agenda.
Estamos hablando de políticas de natalidad restrictivas, de modificaciones profundas en los sistemas económicos (rumbo a una mayor planificación), de autorizar y permitir la eutanasia, de alterar y modificar las reglas de la democracia y otros asuntos de esta magnitud y significado.
Si estas medidas se adoptan junto a grandes cambios en las tasas de uso de la energía, un mundo muy diferente al que hoy conocemos pero DE NINGUN MODO en crash, seguirá adelante.
Si estas medidas no se adoptan o son insuficientes para ese momento, eventualmente habremos llegado al punto del crash pero, NO HABRA CRASH sin haber pasado previamente por la etapa de los “grandes cambios“.
8) El Crash eventual.
Y finalmente, para regocijo de aquellos que se han comprado el barco, o se han ido a vivir a la granja o están a punto de abandonar su carrera de odontología para dedicarse a la permacultura y la elaboración de alimentos envasados con técnicas del S XIX, si TODO LO ANTERIOR ya ha ocurrido sin la posibilidad de llegar a “puntos de equilibrio sistémicos” tendremos finalmente el CRASH.

Lo expongo de otro modo… aquellos que esperen un pasaje sin anestesia y en dos tardes del “mundo actual” al “crash” morirán de aburrimiento esperando.
No hay modo “sistémico” (salvo por acción de un ‘cisne negro’) de que ocurra un CRASH, entendido este como una pérdida masiva y global de las variables básicas de una sociedad organizada, sin haber pasado previamente por las etapas antes indicadas.
Es claro que, en ciertos países y zonas (las más pobres, las más frágiles, aquellas con menores recursos y muy poca cohesión social) los “crash locales” ocurrirán MUCHO ANTES pero, hablamos de la civilización como un todo y, en ella, forzosamente tenemos que vivir estas etapas de modo previo.
Y para cerrar este -ya muy extenso tema- sólo quiero señalar dos aspectos finales:
A.- El “Punto 7”.
Les decía que el “Punto 7” era muy particular. Puede que las sociedades asuman los grandes sacrificios que deberán enfrentar para LOGRAR UN PUNTO DE EQUILIBRIO SISTEMICO y, de este modo, evitar para un muy extenso período -si no para siempre- el desplazamiento a un “crash global” o puede que sean incapaces de hacerlo y, en ese caso, la situación ya no tendrá frenos.
Pero, la última batalla de la civilización por no desaparecer -de no surgir un cisne negro favorable que le evite realizar estos inmensos cambios- se dará en el “Punto 7” de esta secuencia que indico.
B.- Extensión temporal del proceso.
Estos siete hechos, momentos, etapas o indicios que deben ocurrir de modo PREVIO a un crash, tienen una duración que resulta muy dificultosa de establecer -nadie tiene la bola de cristal para ello- pero que, al menos a nivel de hipótesis, estimaré de un modo general.
Además, hay que tener en cuenta que, muchos de ellos se solaparán “pisándose” mutuamente. La etapa de “Depresión” y la de “Racionamiento” perfectamente pueden coexistir. El “crash de los canarios en la mina” y la etapa de las “Medidas idiotas e inteligentes” seguramente van a darse en marcos temporales superpuestos o muy cercanos.
Esta estimación temporal sólo la ofrezco a efectos de tener una HIPOTESIS DE TRABAJO que pueda servir para tomar decisiones personales. No puede ser exacta de ningún modo.

1) Precio a Nivel Crítico: Esto puede ocurrir desde “ahora” (0) y dentro de los próximos cuatro (4) años.
2) Agenda Política: La etapa de “valor político” para asumir políticas de ahorro, sustitución o reducciones puede durar entre tres (3) a cinco (5) años. Su velocidad dependerá de la tasa efectiva de disminución en el suministro de petróleo que no pueda ser cubierta por otras fuentes.
3) Medidas idiotas e inteligentes: Este período puede ser muy extenso. Si bien está estrechamente ligado a la tasa de decrecimiento del petróleo puede durar entre cinco (5) a diez (10) años.
4) Crash en los “canarios en la mina”: Esto puede ocurrir solapado a las otras etapas pero, sólo para mantener la hipótesis sencilla la estimamos en un período de dos (2) años.
5) La Gran Depresión: Por su propia naturaleza, es un período caótico pero de bajo consumo. Puede rondar los tres (3) años en su desarrollo.
6) Racionamiento y Regulaciones Extremas: También por su propia naturaleza es un período con gran potencial de ahorro, sustitución y baja de los consumos. Su duración puede oscilar entre cinco (5) y diez (10) años.
7) Los grandes cambios: Un momento incierto y muy difícil de estimar. Puede abarcar un período de cinco (5) años.

Dadas estas estimaciones de “mínima” y de “máxima” -y reiterando el altísimo grado de especulación en relación a su posible duración temporal, tenemos entonces que un proceso capaz de llevar a la civilización desde el punto actual a un crash global, no puede tomar menos de 20 años (mínimo) y perfectamente puede extenderse a los 40 o más años (máximo).
Si fuera posible tomar el “promedio” estamos en tres décadas (30) años.
Paradójicamente, porque IGNORO qué tipo de estimaciones ha usado el autor del gráfico que indiqué en “Hoja de Ruta“, el punto de una posible “anarquía final” -y siempre que la misma no pudiera ser corregida en el “Punto 7“- coincide con la que expongo como “valor máximo” y se sitúa para dentro de unas cuatro décadas y en torno al año 2055.

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