Franco murió en la cama cuando servidor contaba 27 años. Quiere ello decir que me tuve que tragar todo el nacional catolicismo en los diversos colegios donde estudie, la propaganda fascista en todos los medios, la matonería de la falange (en algunas de sus manifestaciones obligaban a cualquier transeúnte que por allí pasara a levantar el brazo en alto y cantar el Cara el sol, que también se cantaba en las escuelas), la corrupción a mansalva -rectifico, la práctica era consustancial al régimen mismo y en todas las escalas-, el terror a la siniestra brigada político social, donde igual que torturaban podías desparecer y para qué seguir, y hete aquí que el otro día me tuve que escuchar el discurso de un abducido, un pobre hombre alienado por la propaganda actual de los medios.
Empezó hablándome de todos los males que se nos venía encima, por culpa del “régimen comunista” que tenemos. Ya hace falta imaginación e intoxicación, me dije, para deducir que vivimos en un régimen comunista. Pero no, siguió con la retahíla: ” había que acabar con todas las autonomías”. Las 17, dijo. Claro, cuando le mencioné las 52 diputaciones provinciales, no supo qué decirme. Era lógico, reproducía mensajes de los medios intoxicadores, y como de esto no le habían hablado ni instruido, no supo qué decir. Siguiendo con la perorata, insistió en ser más patriota y español que nadie, viendo el porvenir en VOX, para él la salvación de la patria. Cuando le dije que no éramos más que una colonia de EEUU y que para ser patriota hay que defender la soberanía de tu país, ya no supo por donde salir (no estaba la respuesta en el argumentario que le proporcionan a menudo las emisoras), y fue entonces cuando, cambiando de tercio, me añadió que él cuando Franco murió apenas era un chaval de muy pocos años (no sé si dijo 8 o 9 años), es decir que no enteró de nada, pero que el general Franco “nos había salvado a todos de comunismo con la guerra civil.”
Cómo es posible que diga esto un hombre que del franquismo ni vivió ni sabe nada, menos todavía de la república que lo precedió. ¿Hasta este punto está intoxicada la población sencilla? Lo digo porque este hombre no era ningún plutócrata.
A lo mejor un día de estos me dedicó a escribir sobre toda la miseria moral y material que viví personalmente en aquel oprobioso régimen.
A ver quién le cuenta a este pobre hombre, que el riesgo de comunismo era “tan grave”, que en las elecciones en que triunfó el Frente Popular en 1936, de 473 diputados que tenía el congreso, los comunistas obtuvieron 17.
Y del franquismo, por decir algo (no es cuestión de detallar todo lo vivido), sólo diré refiriéndome al servicio militar que los hijos de jefes y oficiales de las fuerzas armadas, después de los 3 meses de campamento de instrucción militar, con alguna que otra excepción que debió haberlas, el resto de ellos no cumplían el periodo entre 12 o 13 meses en un cuartel, como hicimos todos nosotros y un servidor también. La explicación es muy sencilla: por el sencillo método de los permisos concedidos de los mandos, estos libraban a sus vástagos de su enojosa estancia en filas y por allí sólo volvían al final del periodo a recoger la cartilla que acreditaba el cumplimiento de su obligación para con España.
Igual que con la guerra de África (Marruecos) cuando a principios del siglo XX los soldados que pagaran una determinada suma, se libraban de la leva forzosa. Todo muy patriótico. En las guerras que se muera el pobre.
¿Pero cómo se puede explicar todo esto a un abducido, que ni ha leído a lo que se ve, ni ha vivido al menos en su mayoría de edad el periodo de su glorioso general ? En un nostálgico del franquismo, que lo hubiera vivido, aún podría entender estas opiniones. En un hombre que ha vivido su juventud y madurez en democracia, lo entiendo menos, o nada.
Esto solo lo explica la labor de intoxicación, enajenación y alteración de las conciencias por parte de las terminales mediáticas en nuestra llamada democracia. Hay que reconocer que las labores de aquéllas (herederas del franquismo en su casi totalidad, si bien disfrazadas) ha sido perfecta y muy profesional.
La izquierda y cualquier demócrata sincero debiéramos aconsejar a la población como una adecuada profilaxis contra la enfermedad, la abducción y la enajenación el apagar los televisores y no leer los diarios. En su lugar, propongo lo que yo personalmente ya hago: soy cliente del canal You Tube. Allí al lado de mucho friqui, intoxicador y hierbas semejantes, existen blogeros, emisoras extranjeras de todo tipo y opinantes que valen la pena. Es cuestión de seleccionarlos. Es la mejor forma de tener opinión y criterio propio y evitar que te manipulen, y lo peor, que te enajenen.
Laquenosviene encima.blospot.com
Hay franquistas honorarios que no han vivido el franquismo, porque la derecha “democrática” nunca ha condenado abiertamente el pasado preconstitucional. Si a eso le sumas que hubo tanto estómago agradecido por el franquismo (las vacaciones en la playa, el 600 commprado a plazos, el desarrollismo del Opus etc) encontrarás la base sociológica de Vox.