Les había prometido una segunda entrega a raíz de mi último artículo titulado “Lo que dentro de poco ocurrirá”, en relación a lo que habría que hacer para cortar de una vez por todas el continuo chantaje de la corrupta monarquía marroquí y su Majzen, que no de su sufrido pueblo, que es su primera victima.
No me decanto por sanciones económicas forzando a la UE para no importar productos marroquíes. Este tipo de medidas las suele pagar el pueblo y no la pandilla de corruptos que gobierna la nación, con su rey al frente.
El que fuera el protectorado español en Marruecos, recibió la independencia en el año 1956. Se trata de la región del Rif, zona norte del actual Marruecos, tierra donde siempre habitaron los pueblos bererebes del norte de Africa. Étnicamente ( aunque a esta fecha en parte mezclados) no son pueblos de origen árabe ( puede encontrarte con gente rubia y son numerosos los que tienen los ojos azules), tienen sus tradiciones y hablan la lengua amasig ( al igual que lo hacen las kabilias argelinas, o zonas territoriales de Túnez y Libia) mediante su variante rifeña conocida como el Chelja.
El Chelja nada tiene que ver con el árabe. De hecho el máximo nexo común entre los rifeños y resto de marroquíes, es que ambos comparten su fe musulmana, la cual los bereberes adoptaron luego de ser invadidos por los árabes en los siglos VII y VIII después de Cristo.
En los rifeños se dan los requisitos para que se produzca el hecho nacional. De hecho después de haberse sublevado contra los españoles en 1921 y derrotado a las tropas españolas en Annual, con Ab del Krim al frente fundaron la república del Rif, que tuvo una duración efímera de tres años.
España como siempre descolonizó mal. Debió haber entregado el territorio a los rifeños, territorio que ya hablaba el español como segunda lengua ( y aun hoy bastantes lo entienden y hablan) y con ellos haber pactado un estatus especial de cosoberanía civil para las ciudades de Ceuta y Melilla, conservando España las bases militares en esas ciudades para controlar el estrecho.
De esta forma España, se habría garantizado un estado amigo muy cerca de sus fronteras.
No fue así. El territorio fue entregado a Marruecos y el español sustituido en las escuelas por el francés. Poco después de 1956 antes las numerosas protestas de los rifeños al no garantizarse sus derechos como pueblo, fueron salvajemente reprimidos por el régimen alaui. En dos ocasiones más, no tan severas como la primera que citamos, se han producido hasta diversas revueltas en el Rif contra el estado marroquí.
Bien podría España abrir oficina al movimiento rifeño y darle cierta cobertura internacional. Y ya no digo un apoyo decidido al pueblo sahararui ( ex provincia española, no se olvide y donde el español se enseña en la escuela) reconocido por varios estados, hasta el momento de que pueda, como le ha reconocido la ONU y el Derecho internacional, ejercer su libre derecho a la autodeterminación.
El objetivo de España es evitar el Marruecos imperial que se pretende desarrollar, pues este régimen no sólo reivindica Ceuta y Melilla ( a Canarias no le hace ascos) sino también partes de Mali, Mauritania y Argelia. Y también el objetivo defensivo de España, debería consistir en democratizar a Marruecos y librarlo de la camarilla corrupta e imperial que lo gobierna, pues existen sectores opositores a la dictadura.
Estamos de acuerdo en que este estado, que tarde o temprano le dará un disgusto a España, está protegido por EEUU y Francia, sobre todo por el primero. Pero se trata de jugar a nuestros intereses de una puñetera vez, porque sino cediendo, cediendo y languideciendo, en no muy largo plazo tendremos un disgusto serio, y nuestros “aliados” ( ya lo hicieron en dos ocasiones anteriores, Ifni y Sahara) mirarán hacia otro lado sino es que pasarán a colaborar con el agresor. Al fin y al cabo EEUU es la misma nación que después de haber contribuido España a su independencia, poco mas de un siglo después le arrebató Cuba, Filipinas, Puerto Rico y la isla de Guam en 1898.
Personalmente dudo que los actuales partidos parlamentarios españoles sepan y quieran enfrentarse a Marruecos y dejar de lustrar las botas del “aliado”. Hoy mismo el ministro Ábalos ( ese de que los pisos son un valor de mercado antes que una necesidad social) ha empezado a bajarse el pantalón y la ya inefable Margarita Robles, defensora- dice- de integridad de España, pretende fortalecer nuestra relación con Marruecos. Dos premisas incompatibles la una con la otra. Muchas empresas españolas se han deslocalizado a ese país, donde se pagan salarios de risa y están forzando al gobierno español para que pierda la poca dignidad que le queda, reconociendo al Sahara como una provincia marroquí por encima de toda decencia y el criterio de las Naciones Unidas, el Tribunal de la Haya y el Derecho internacional. Pero con empresas o sin ellas, el zarpazo del vecino del sur tarde o temprano llegará por mucha vaselina que se ponga en Madrid.
Este país España ya se parece al niño que tapándose los ojos cree que todo lo malo deja de existir. Somos un zombi sin planificación, estrategia o futuro. La oligarquía española vive al día y como ya ocurriera en la historia, será capaz de venderse a quien haga falta contra los intereses del pueblo cuando llegue la la tormenta. Al fin y al cabo ya lo hicieron dos borbones, Carlos IV y Fernando VII, que se vendieron el país entero a Napoleón.
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