BEPPE GRILLO.

No seré yo el que ensalze la política italiana, al igual que la española, metida de lleno en la corrupción pero no olvidemos, puesta ahí por los ciudadanos cuyas vidas han perdido todo atisbo de singularidad y de pensamiento propio por el continuo bombardeo tribal desde los medios de comunicación que solo sirven para formar vulgares masas de carne con extremidades. Esa es la Europa que estamos construyendo, la que no tardará en desaparecer como civilización autodestruida por sus propias hordas tribales y por la ausencia de ciudadanos pensantes.

En tiempos de ausencia de clarificación de ideas, de dudas y de pasividad por la inacción de los ciudadanos acostumbrados a dejarlo todo en manos de los partidos políticos corruptos no tardan en aparecer los prototipos que esa misma sociedad refleja en su comportamiento. En Italia esto se da a la perfección con un Mario Monti impuesto que refleja la pérdida de soberania, con un Berlusconi que es la copia de una sociedad vulgar encaramada al televisor para no perderse a la Belén Esteban de turno, un izquierdista que aparece como el salvador de la sociedad, el papel favorito de la izquierda pero que no dejará de ser más de lo mismo y por fin, un transgresor, Beppe Grillo, un transgresor que ha sido a lo largo de la historia el referente del lider.

Desde los faraones se creía que aquel que transgredía las normas tenía el derecho a ganarse el liderazgo, sería el Faraón, por eso los faraones eran los que retaban a las leyes divinas, los que se casaban con su madre o su hermana, las leyes naturales no suponían ningún obstaculo y eso los hacía estar más cerca de la divinidad, por eso el pueblo no dudaba en acogerlos como lideres.

Beppe Grillo es un transgresor y en una sociedad donde el diagnostico es de encefalograma plano un revulsivo de éste tipo siempre es bienvenido, es lo contrario a lo que hay, es lo opuesto al establisment político del que la gente está harta pero no deja de ser un figurante en un mundo cruel dominado por los mercados. Un lider debe ser algo más que un cómico, lo cual demuestra que la gente está tan desquiciada que es capaz de dar su confianza al primero que se le presente aunque venga sin programa y aunque signifique la puntilla que conduzca al pueblo italiano al abismo definitivo. Un lider es algo más que un cómico, Beppe Grillo no deja de ser el reflejo de una sociedad hastiada y cansada y quizás rendida.

No seré yo el que ensalze la política italiana, al igual que la española, metida de lleno en la corrupción pero no olvidemos, puesta ahí por los ciudadanos cuyas vidas han perdido todo atisbo de singularidad y de pensamiento propio por el continuo bombardeo tribal desde los medios de comunicación que solo sirven para formar vulgares masas de carne con extremidades. Esa es la Europa que estamos construyendo, la que no tardará en desaparecer como civilización autodestruida por sus propias hordas tribales y por la ausencia de ciudadanos pensantes.

En tiempos de ausencia de clarificación de ideas, de dudas y de pasividad por la inacción de los ciudadanos acostumbrados a dejarlo todo en manos de los partidos políticos corruptos no tardan en aparecer los prototipos que esa misma sociedad refleja en su comportamiento. En Italia esto se da a la perfección con un Mario Monti impuesto que refleja la pérdida de soberania, con un Berlusconi que es la copia de una sociedad vulgar encaramada al televisor para no perderse a la Belén Esteban de turno, un izquierdista que aparece como el salvador de la sociedad, el papel favorito de la izquierda pero que no dejará de ser más de lo mismo y por fin, un transgresor, Beppe Grillo, un transgresor que ha sido a lo largo de la historia el referente del lider.

Desde los faraones se creía que aquel que transgredía las normas tenía el derecho a ganarse el liderazgo, sería el Faraón, por eso los faraones eran los que retaban a las leyes divinas, los que se casaban con su madre o su hermana, las leyes naturales no suponían ningún obstaculo y eso los hacía estar más cerca de la divinidad, por eso el pueblo no dudaba en acogerlos como lideres.

Beppe Grillo es un transgresor y en una sociedad donde el diagnostico es de encefalograma plano un revulsivo de éste tipo siempre es bienvenido, es lo contrario a lo que hay, es lo opuesto al establisment político del que la gente está harta pero no deja de ser un figurante en un mundo cruel dominado por los mercados. Un lider debe ser algo más que un cómico, lo cual demuestra que la gente está tan desquiciada que es capaz de dar su confianza al primero que se le presente aunque venga sin programa y aunque signifique la puntilla que conduzca al pueblo italiano al abismo definitivo.  Beppe Grillo no deja de ser el reflejo de una sociedad hastiada y cansada y quizás rendida.

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