Lo de Gallardón es el claro ejemplo de como funciona la política en éste país, o dicho en otros términos, la política funciona al contrario que la lógica, de otra forma no se entiende que un señor que dejó un agujero en el “hay untamiento” de Madrid más grande que el de la capa de ozono sea ascendido a Ministro y no esté aprendiendo un curso on line en el talego de como no despilfarrar el dinero que no es suyo. Vamos, esto lo hace un empresario y está fregando el chabolo hasta criar malvas.

¿Pero que se puede esperar de una mentalidad funcionarial y burócrata? Pues lo de siempre, lo que tantas veces hemos comentado aqui. Un parlamento y unas instituciones compuestas en su mayor parte por gente que proviene de la función pública no sabe hacer otra cosa que recaudar a base de subir impuestos, tasazos, sanciones, multas, contribuciones, tasas universitarias, IBIs, IVAs, IRPFs etc…. Es la mentalidad del funcionario, no hay más. Y esa mentalidad mientras no la desterremos de la política esto no tendrá arreglo.

Si la justicia va mal, tasazo que te meto, Si alguna CCAA se quiere independizar le damos 10.000 millones del dinero de los ciudadanos para ver si asi se calman, si hay deficit, a expoliar al ciudadano, si trabajan en negro, a prohibir que se manejen pagos por más de 2000 euros etc…esa es la mentalidad funcionarial del que ha estado toda su vida en la ventanilla viviendo del dinero del contribuyente sin tener que aportar una sola idea con la que sobrevivir. Justo lo contrario del emprendedor superviviente que tiene que idear continuamente para sobrevivir y darle de comer al que lo está sableando.

El tasazo tiene como objetivo el reparto del mismo entre los funcionarios como ya ocurría en otras épocas, el dinero de las tasas se repartía entre los funcionarios y el reparto lo distribuían los funcionarios de nivel superior. Luego vino la astilla, que era la mordida de los juzgados para que tu expediente tuviera un tramite más ágil o vaya usted a saber que otras cosas. Gallardón, que es fiscal de carrera pero antes es arribista político que, por cierto, fue vapuleado y votado en contra cuando intentó enfrentarse a Esperanza Aguirre con su fiel escudero de cuyo nombre no me acuerdo y al que se quiso llevar al Ministerio de Justicia con la negativa de los que sabían que no tenia la suficiente preparación, no sólo no hizo las maletas y se fue a su casa sino que siguió medrando hasta que consiguió ser Ministro. Así que pocas lecciones de democracia nos puede dar éste ministro del tasazo.

Pero lo peor que ha hecho es obviar que el tasazo dejará fuera de la justicia a miles de ciudadanos sin recursos suficientes o incluso teniéndolos, no les valga la pena recurrir algo cuya cuantía será superior a lo que reclama. Es la vulneración de la tutela judicial efectiva a la que tiene derecho todo ciudadano por estar incluida dentro de los derechos fundamentales de nuestra constitución, pero al Sr. Gallardón le da lo mismo, porque en el fondo ¿Que le puede importar a estos de la casta dejar una ciudad en bancarrota o a los ciudadanos sin la tutela judicial? Cuando se empieza por perder la sensibilidad democrática se pierde todo lo demás y estos empezaron por recortar derechos laborales y acabarán recortando derechos fundamentales.

Todo está muy claro, éste gobierno como el anterior y como toda la casta política, trabajan para la gran patronal y la oligarquía financiera que es la que da las ordenes y la que nos ha llevado a la ruina. Esto forma parte del plan, después de expoliarnos,  saquear las Cajas de Ahorro y cerrar miles de empresas por el impago de la Administración, temen que los perjudicados por la estafa financiera y estatal emprendan acciones por vía judicial y empapelen a toda la casta financiera, burocrática y política. Su mejor defensa: Evitarlo con el tasazo propio de una tiranía bananera.

Una vez más, el ciudadano queda relegado al papel que tiene asignado en éste régimen de corrupción que es el de pagano y victima de las tropelías de la casta política que es la fiel aliada de la Santa Alianza que nos ha gobernado desde hace siglos, una Santa Alianza cuyos miembros, la Gran Patronal-Oligarquía financiera y la élite funcionarial que ocupa el Congreso en un 80%, son los verdaderos propietarios de España pero también los amos y señores de la soberanía nacional, los demás sólo somos súbditos de Hispanistan.