Justicia, igualdad, libertad, tolerancia, ética, todos los conceptos que en el pasado habitaban en la razón han perdido sus raíces. No existe ninguna instancia que esté capacitada para otorgarles un valor y vincularlos a una realidad objetiva. Algunos están contenidos en algunas Constituciones de los grandes países democráticos pero carecen de sentido y de eficacia. Cualquiera de estos ideales está tan alejado de la realidad que más bien sería el ideal contrario el más cercano a esa realidad.
Son los ideales perdidos, aquellos que hicieron posible el advenimiento de las democracias y el Estado de derecho, aquellos pilares sobre los que se basaba la convivencia y el progreso de la humanidad. Contra ellos toda tiranía resultaba inútil, cualquier despropósito era frenado por un mecanismo que se accionaba mediante un automatísmo moral que se respiraba en la propia sociedad, no se necesitaba activar ningún proceso institucional porque esos valores anidaban en la sociedad y servían para impedir que los antivalores se colasen en las propias instituciones, tenían el filtro de la sociedad como garantia y aquel que los incumplía recibía el rechazo y el estigma de los ciudadanos, sencillamente estaba mal visto y pronto se veía condenado al ostracismo, al olvido y a la exclusión.
Recuperar esos ideales es tarea prioritaria para salir de la crisis porque la crisis tiene su base en una degradación de los aspectos morales del gobierno de la sociedad desde sus instituciones. Todos los códigos éticos han sido vulnerados y ello ha propiciado un deterioro de la democracia. No es posible seguir aplicando medidas estrictamente de carácter económico que recaen además sobre la población sin que nadie precise la necesidad de un correctivo moral a aquellos que vulneraron todos los principios que representan esos valores porque los conceptos de justicia, libertad, igualdad, tolerancia, ética etc… no son conceptos abstractos que puedan esquivarse sin responsabilidad alguna. Nadie construye un estado democrático y de derecho sobre la base de abstracciones, son conceptos plasmados en nuestra Constitución, una Constitución que no es una declaración de principios ni un documento declarativo, es un documento cuyos contenidos son juridicamente exigibles, de lo contrario nuestra democrácia habrá sido una farsa y nuestra Constitución, aquella que reconocía estos valores, papel mojado.
muy deacuerdo contigo.
Seguramente ese fuero de unidad nacia cuando la gente entendia no eran mayorias, sino seres absolutamente dependientes donde no debia sobrar ningun ser pues si no sobrarian todos.
(es la paradoja del libre mercado, si no se cierra en empleo no se cierra, si el empleo se cierra a base de criba de destruccion de capacidad humana, al final, el equilbirio es de sometimiento de todos, pues frente a voluntad del organizador puede suplantar al individuo.)
Esas sociedades nacieron de no mermar derechos de los demas, pues eran sus propios derechos, no era una busqueda del ideal sino de la realidad misma.
un acto tenia castigo si era erroneo, pero se invitaba de nuevo a sumar, y en la suma, se daba recompensa,
la recompensa no era la habilidad del desarrollo individuoal.
pese a que esas sociedades jamas lo negaron, ni entraron en el derecho de no ser todos iguales, sino de en lo privado respetar lo privado, como qeu cada cual, se acueste con quien pueda, pero en lo de todos, ser todos identificados con la colectividad.
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en el momento que alguien les enseño que su mejor beneficio era solo pensar en si mismos, simplemente les engaño, y a base de bien.