En cualquier país decente que aplicara sus leyes, Artur Mas ya estaría detenido por sedición y por corrupción, pero aquí la justicia se aplica a según quien interese. Indiscutiblemente, hay una justicia para la casta dominante y otra para el resto de los mortales. No hay más que ver la bancarrota en la que estamos inmersos con todo un sistema financiero saqueado por culpa de haber colocado en los consejos de administración de las Cajas a gente que sólo tenia como objetivo forrarse trincando el dinero con excavadoras y aquí no pasa nada, llegan a la comisión y se ríen de la sociedad asegurando que dejaron unas Cajas solventes.
Si de Cataluña hablamos, lo de ayer es de país bananero. Los mossos detienen al alcalde de Sabadell del PSC, al secretario general del partido y diputado, también del PSC y no se cuantos más del mismo partido porque se dedicaban, como no, a cobrar el 3% de mordida a todos los adjudicatarios de concursos más 120.000 euros por anticipado para el bolsillo de políticos y funcionarios. Lo curioso es que quien manda la policia autonómica pertenece a un partido que cobra el 4%, a ver si es que ahora hay competencia por el mercado y de esta forma se quitan a un competidor, pero además el conseller de gobernación,Felip Puig, está acusado en un informe policial de llevarse verdaderas fortunas procedentes de ese 4% de la mordida de CiU.
No sé si a este paso las negociaciones para buscar un socio de gobierno van a girar en torno al porcentaje de la mordida que tendrán que cobrar los partidos chorizos que gobiernen Cataluña, desde luego en esto del porcentaje han encontrado un socio con el que ya están de acuerdo en una cosa: En robar.
Mientras tanto, el españolito de a pie sigue con total normalidad los acontecimientos como si no fueran con él, sigue pagando los platos rotos de estos chorizos que nos gobiernan y sigue sufriendo sus consecuencias, porque no hemos de olvidar que la corrupción tiene consecuencias como la falta de crédito, el cierre de miles de pymes y autónomos, el despido de miles de trabajadores, los desahucios, la miseria de ver a familias haciendo cola en Caritas y la más grave, los suicidios.
Nada de esto se produce por generación espontánea, todo tiene una causa y ésta es sin duda la casta política corrupta que nos está haciendo pagar su orgia de desenfreno, despilfarro y corrupción que ha acabado con la fragmentación del Estado, la liquidación de la sociedad civil, el deterioro de las instituciones, la degradación de la democracia y el desprestigio de España, más conocida como la marca del separatismo, de la fragmentación,del saqueo continuo a las arcas públicas y de la eliminación de los derechos fundamentales a sus ciudadanos.
Dicen que a cada generación le corresponde escribir una pagina de la historia para que pueda ser recordada y estudiada por las futuras generaciones, las grandes sociedades se esfuerzan en que esa pagina esté llena de gestas gloriosas o al menos de una expresión de honradez colectiva que llenen de orgullo a los que tomen el relevo. Aquí, nos lo han puesto muy fácil, sólo tenemos que hacer un pequeño esfuerzo colectivo para imprimir con letras de oro nuestro particular relato histórico: Echar a ésta casta política, acabar con el régimen corrupto y regenerar un país que ahora es una cloaca.