Las facciones políticas sin control alguno imponen como asuntos de importancia nacional, lo que tan sólo son sus intereses privados en la conservación y tenencia del poder contra toda la población. Población aborregada que adoctrinan y dividen para que gaste su energía y atención en estos mediocres desgraciados y onanistas políticos enanos hispanistanos. Para analizar las funestas consecuencias de tener a estas facciones controlando un país contamos hoy con el Aleph canario en compañia de Pepe Crespo.

Fotografía de Playing Futures: Applied Nomadology