Dirigida y producida por Francis Ford Coppola en 1979, la película ganó dos Oscar a Mejor Fotografía y Mejor Sonido. También ganó la Palma de Oro de Cannes ex aequo con “El tambor de hojalata. En el 2001 el director presentó de nuevo en Cannes un nuevo montaje de la película, ampliada con 49 minutos de escenas eliminadas, con el nombre de “Apocalypse Now Redux”.
Celebro que hayáis elegido esta película para comentar, una de las mejores jamás rodada y miembro de honor de mi top100. También agradezco el aporte extra de información y la manera como os habéis acercado a ella. Como no se puede estar siempre al cien por cien con todo me permito hacer un pequeño inciso sobre uno de los comentarios de una colaboradora cuando dice de la guerra ser cosa de salvajes, de lo primitivo que hay en el ser humano. Nada más lejos de la realidad. En primer lugar decir que la violencia forma parte de lo humano y también está presente en los pueblos “primitivos”. Ahora bien, la guerra forma parte del proceso civilizatorio y es tan cultural y tan nuestro como lo pueda ser un capuccino o un concierto de Franco Battiato. La complejidad de todo el aparataje militar, la magnitud del dolor ejercido solo se puede dar en un contexto civilizatorio. No creo que se pueda tildar a un portaviones de última generación de producto de seres salvajes, no, se producen en en corazón de la civilización más avanzada que jamás ha pisado la Tierra y forma parte de su estrategia de reparto de “libertades y democracia”. Último apunte, se me hace muy difícil ver a los Pigmeos iniciando la tercera guerra mundial, por muy poco sofisticados y modernos que nos parezcan.