La culpabilización es un fenómeno que recorre nuestras sociedades y sirve para subyugar y dominar a los individuos. Empezamos preguntándonos por este fenómeno y entrando en el caso concreto de la culpabilización de la mujer. Surge la polémica en torno a si esta culpabilización tiene relación con el papel de la mujer en el capitalismo o si va más allá del propio sistema. Por último, hablamos de una de las expresiones más violentas de este fenómeno: la llamada cultura de la violación. Con Cristina Fallarás, Álvaro Briales, Karol Zanabria y Andrés Muñiz. Modera Marta Luengo.
Fotografía de nkrbeta
La mejor teoría que he leído al respecto es la de los pares de opuestos. Es decir, la clasificación infantil de la realidad en dos polos, inherente al ser humano. Blanco y negro, grande/pequeño, bueno/malo; las sociedades patriarcales se han encargado de situar lo femenino en el polo negativo de la dualidad. Es necesario desarrollar un punto de vista de escala de grises para poder superar estas limitaciones basadas en la percepción y clasificación primitiva.
los seres humanos cuando vienen al mundo no tienen una disposición intrínseca a socializarse, y para que esto se produzca han de integrar una primera relación con la ley que no es la que se les transmitirá después en los colegios, ni en el código civil, ni en la educación. Se trata de una ley previa que tiene la característica de hacernos sentir siempre en deuda y culpables, aunque no sepamos de qué.
Entiendo y hasta cierto punto comparto que en una determinada etapa de su vida una mujer recurra al Feminismo (-s) como herramienta para identificar un sinfín de lastres (cadenas, nudos) de orden religioso, cultural, ideológico, moral…. que la mantienen presa y no la permiten expesar su verdad, su esencia…. Es a partir de esa toma de conciencia que la mujer (hombre, elfo…) se siente capaz de readueñarse de su vida, de crear su propio discurso, su propia historia. Una nueva forma de verse, de sentirse. Una nueva identidad, seguramente más sana, segura, capaz…. No dudo ni quiero negar que sicològicamente le pueda resultar útil a muchas mujeres abrazar la nueva fe. Però ustedes son personas sensibles e inteligentes y conocen de sobras que el Feminismo en si mismo es también una ideología (¿constructo?), una representación subjetiva de la realidad que como cualquier otra de las que dice combatir es reduccionista, simplificadora, maniqueista, doctrinaria…. Y no solo eso, cualquier ideología (incluyo las religiones) tienen una marcada tendencia al totalitarismo, a querer explicarlo todo, a querer dominar y enseñorearse de todos los aspectos y rincones de nuestra vida y nuestra psique: doctrina, dogma, moral, ley….. Mal vamos si nos detenemos en este punto. Si hemos desaprendido el Franquismo, el Cristianismo, el Capitalismo, no estaría nada mal seguir el proceso de destrucción y sabotear el Socialismo, el Feminismo….. No me refiero a hacer un Sanchez-Dragó ni un Antonio Escohotado y cambiar una fe por su opuesta, hablo de mandar a la mierda todas y cada una de las construcciones mentales, sociales, culturales…. empezando por aquellas, las nuestras, aquellas en las que hemos sido educados, domesticados.
Pero es que hablar de la subnormaildad de la conspiración del patriarcado no es ya pretender una culpa y un pecado original por nacer hombre? Habrá algo más fascista y nazi que eso? Un pecado original que tiene como expiación , o pretende, que los hombres tengamos que renunciar a la presunción de inocencia o a derechos humanos tan básicos como la igualdad ante la ley, salvo que te apellides López Aguilar, claro. Pues ese sintecho por estadística varón o ese parado de 45 años arrojado de su casa por una denuncia falsa de viloencia de género es un opresor que está en deuda con la explotada y oprimiíta, por la supuesta sociedad “machista”, Ana Patricia Botín, Ángela Merkel, Hillary Clinton o la mismísima reina de Inglaterra. Apadrina a una condesa como esperanza Aguirre o una feminista, como hicieron los mafiosos corruptos Chaves y Griñán con la “desgraciaíta” Susanita. “Mi” tú qué patriarcado ni qué ocho cuartos, o en que´ consiste ese supuesto patriarcado fantasmagórico. Un supuesto patriarcado que pretende una reforma de la pseudoconstitución, no para suprimir una institución tan clasista como la monarquía y tan terrorrista contra la igualdad independientemente de cualquier condición, sino para pueda prevalecer por razón de sexo las mujeres de sangre azul sobre los hombres.
Lo siento pero no me da la gana de creer en la nueva y fascista religión ni en su paranoico catecismo. LA CULPA QUE SE LA METAN POR SUS FASCISTAS Y TORTILLEROS COÑOS LAS FEMINISTAS.