Camino a la Asamblea Ciudadana, con las cartas sobre la mesa y las espadas bien enhiestas y afiladas, la formación morada, promete teñirse de rojo carmesí con la sangre de los muchos dirigentes que van a quedar arrumbados en el camino. El panorama de Vista Alegre se presenta bastante desolador o, en cualquier caso, de todo menos happy. En este clima prebélico y ombliguista, acometemos la segunda parte de la serie “Desmontando a Podemos” con cuatro expertos analistas que han trabajado en profundidad el fenómeno Podemos desde los inicios y conocen sus entresijos más escondidos.
Abordamos los orígenes del 15M y su relación con Podemos, la dicotomía entre partido y movimiento —que parece estar en el eje de muchos debates— y, por último, los vaivenes ideológicos de la formación morada, que parece que no van a cesar nunca.
Nos acompañan en esta ocasión Alberto Azcárate, Óscar López (Marat), Orencio Osuna e Iñaki Gil de San Vicente (Gilo). Conduce, Juanlu González.
Fotografía de Daniel López García
Buenas, ante todo, muchas gracias por los programas.
Vengo con dos críticas, más o menos constructivas:
Una a un tertuliano: “Yo esos argumentos ya los había oído en okdiario” Ojo, que la verdad no deja de ser verdad porque la diga Inda. La dirección de podemos es pequeño burguesa, quien no lo tenga claro se engaña. Por otro lado, el argumento: ha servido para demostrar lo que era el PSOE, cierto, pero pareciéndose a él en el proceso.
Otra al programa: echo en falta voces femeninas, debates políticos que sólo representan a la mitad de la población son cosa de otra época y no deberían permitirse.
Un saludo
No nos representan!
ABSTENCIÓN EN MASA!
Me temo que estos debates no están a la altura de colectivo burbuja. La mayoría de los tertulianos adolecen de algunos de los problemas que ha manifestado podemos, y antes izquierda unida. El discurso del capitalismo, socialdemocracia, neoliberalismo, izquierdismo,… no se pueden describir únicamente en término históricos y teóricos, si lo que se pretende es profundizar en las explicaciones de la tremenda complejidad que subyace en ese proceso globalizador imparable y caótico. Especialmente patética la intervención del tertuliano nacionalista vasco,… tal vez el mejor ejemplo actual de las tremendas contradicciones que existen en cualquier postura que pretenda mezclar nacionalismos con políticas de luchas de clases y otros topicazos de izquierdas.
La clase trabajadora hoy es incapaz, mucha de ella, de trabajar la tierra, de sacrificarse y currar de sol a sol, como hicieron mis padres en su infancia, o mis abuelos,… ¿cómo demonios se va a auto-organizar para construir alternativas sostenibles, sin caer al mismo tiempo en autoarquías que posiblemente disfracen sus falsas democracias de totalitarismos a pequeña escala?
Me quedo sin duda con la sección de “economía directa”. Tal vez allí no abunden los tertulianos pedantes licenciados en historia y filosofía, pero al menos puedes encontrar gente que sabe algo de “economía real”, que ve más allá de la puñetera teoría ideológica, que vislumbra los tremendos nubarrones y retos que se avecinan y que pueden poner todo patas arribas, empezando por el concepto de clase trabajadora “humana”, incapaz de competir con máquinas avanzadas y procesos de automatización que elevarán la productividad y la eficiencia a cotas nunca antes visto. Eso si el efecto climático no pone todo patas arriba,… y de todo eso,… ¿qué puñetas opinan políticos y tertulianos profesionales en este país? Pues no se sabe, apenas balbucean algo, apenas alguien menciona levemente el asunto de la rentaba básica universal, etc, etc.
En Suecia, al menos, han creado un ministerio del futuro,… sin añadir más etiquetas trasnochadas a su alrededor, dedicado exclusivamente a dibujar y simular futuros a largo plazo, para establecer si existen medidas para solventar algunos de los tremendos problemas que se esperan. Para cuándo algo parecido en este país? Pues ya podemos esperar sentados, mientras la mayoría de españolitos (incluido los independentistas,…) sigan enrocados en discursos del siglo XX, ningún político, de la casta o de las nuevas formaciones, tendrá la necesidad de arriesgar nada, y podrá dedicar la mayoría de su tiempo al pasatiempo favorito, que no es otro que lanzar escupitajos a sus contrincantes y vociferar eso del “y tú más”.