Hoy ampliamos el debate a tenor de la situación que está atravesando el PSOE desde que se impuso el “Susanato”: los orígenes del partido, la relación entre la militancia y su cúpula dirigente, los movimientos para conseguir evitar unas terceras elecciones generales y promover una abstenciön a favor de Mariano Rajoy y su papel como sostén del Régimen del 78. Con Jaime Garo, Salva Mestre y Carles Sirera. Conduce Chus Marcano.
La situación en Andalucía es desesperante. Los casos de corrupción, silenciados por los medios de propaganda, son mayores que los de PP. Hablamos de cifras en los casos Eres, Edu, etcétera, mucho mayores. La situación de Andalucía se agrava con el estado de pobreza y miseria que se une a lo anteriormente descrito., porque Vaciencia o Madrid pueden ser muy corruptas pero están lejos de la situación económica en Andalucía.
Andalucía sigue bajo el régimen de los señoritos. Un régimen que al menos antes se limitaba al campo y los grandes terratenientes pero que hoy ese régimen se hace extensivo a toda la región. La región andaluza es hoy una especie de latifundio dominado por una oligarquía de cerdos orwellianos que además se podría considerar una organización delictiva y criminal.
Es verdad que el PSOE lo tiene muy mal. Pero escuchando los medios del régimen y el apoyo de estos a la lozana Susanita uno tiene la sensasión de que la oligarquía partitocrática y plutocrática dominante, tanto nacional como regional, sueña con una Susanita al frente del gobierno español aprovechando el tirón feminista de Hillary Clinton hacia la Casa Blanca, de su en principio previsible ascenso, y de la nueva religión impuesta por narices, intentando colar y establecer en el imaginario una especie de planetario-pajinesco paralelismo mediante sucia ingeniería social. Por eso debo advertir que, conociendo de primera mano lo que ha supuesto para Andalucía la gestión del PSOE, esto supondría extender la más absoluta miseria y destrucción ya a todo el territorio nacional hasta unos límites que muchos no pueden ni imaginar. Estamos hablando de tasas de paro en torno al 50 por ciento como en Cádiz y de cifras expoliadas a la clase trabajadora que alcanzan cuantías superiores a los miles de millones de euros, muy superiores a los casos Gürtel, Correa, etcétera.
¡Desolación!