Hoy hablamos sobre la subida de tipos del Banco Central Europeo para intentar contener la inflación. El BCE vuelve a subir los tipos de interés un 0,75 hasta dejarlo en el 2, lo que afectará severamente a los pagos de las hipotecas. Mientras tanto, los países preparan medidas para paliar una posible oleada de impagos. También halamos hoy de trabajo, concretamente de los trabajos de la economía sumergida: las horas extra no pagadas, los contratos a jornada parcial para jornadas completas o los trabajos en negro, sin contrato. ¿En qué condiciones se encuentran estos trabajadores? ¿Por qué no aflora todo este trabajo sumergido y opaco? Por útimo, hablamos sobre las manifestaciones masivas en Irán. Las manifestaciones por el asesinato de Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar puesto el velo siguen produciéndose y creando serios problemas para el régimen de los ayatolás. Con Jaume Gayoso e Íñigo Molina. Conduce Juan Carlos Barba.
Pensar que las políticas fiscales expansivas de los gobiernos y la política monetaria del BCE son contrapuestas en relación a la situación económica que estamos viviendo es absolutamente incorrecto; como si los objetivos de ambos fueran concurrentes. Lo que está ocurriendo es que ambos están “arrimando el ascua a su propia sardina”. La sardina para los gobiernos son su electorado, y la correspondiente al BCE es la banca. Calificar estas medidas de contrapuestas es no tener claro lo que es de una claridad meridiana: “aquí cada cual barre para su propia causa”. Lo que está claro es que el único pagano de esta situación son los individuos, familias y pequeña empresa, que no pueden tomar ningún tipo de medida puesto que ni tienen “ascua” ni tienen “sardina”, ni tienen “escoba”. A ver si nos vamos enterando de que el BCE ni ha velado, ni vela, ni velará por los intereses de la ciudadanía europea