En estos días que corren, y en los próximos meses, las cosas pueden acabar muy mal en la escena internacional y en mi país nadie comenta nada. Aquí se sigue con la tontería política de unos y otros, en este eterno Salvame de Luxe de la política española, que sólo se mira a su ombligo.
El riesgo se llama Ucrania, un país que perteneció a la URRS y que, a pesar de que todos los habitantes de ese estado y los de Ucrania misma, consultados en referéndum, votaron en 1991 por la continuidad de la Unión de Repúblicas socialistas Soviéticas, el presidente de dicha república asociada, junto a la de Rusia y Bielorusia, disolvieron la URSS.
Aquello que pasará a los anales de la vergüenza democrática, no solo fue aplaudido (sino financiado) hasta con las orejas por los países occidentales. Qué cosas, ¿verdad ? O lo que es lo mismo, la doctrina titulada: “es democrático y está bien lo que a mi me conviene “
Aún con todo y con eso, después de la disolución de la URSS, los ucranianos mantuvieron un régimen que poco a poco se fue acercando a su hermana Rusia siendo presidente a la sazón un tal Yakunovich, a la par que éste vino rechazando los cantos de sirena de la Unión Europea para la firma de tratados económicos que la integraran en su área.
Y claro, aquello que no se podía tolerar, supuso toda una declaración de guerra y la consumación de todo un golpe de estado (denominado el Maidan) alentado y financiado por occidente (EEUU e Inglaterra), con el más que notable apoyo violento de ciertos grupos ucranianos, herederos de los colaboracionistas nazis en la II Guerra Mundial, gentuza de la peor ralea que llegó a emular en muchos casos a las propias SS en sus matanzas.
Después de estos sucesos, el nuevo presidente títere de occidente, un tal Porochenko, se dedicó a reprimir salvajemente a todos sus adversarios de origen y habla rusa, una lengua que es hablada por la mitad de los habitantes de Ucrania, con lo que consiguió que dos de sus provincias Donestk y Lugansk se insurreccionaran y declararan independientes y así mismo que, mediante un referéndum, los habitantes de Crimea se integraran en la Federación rusa.
Hoy el mundo es multipolar. China y Rusia disputan la hegemonía a los Estados Unidos de América y a su escudera, palanganera y vasalla la Unión Europea. Y este es un hecho que estas dos últimos potencias no se resigan a aceptar ya que cada día que pasa están perdiendo la batalla militar, tecnológica y económica frente a las primeras.
Son, sobre todo EEUU y su hermana pequeña, Inglaterra, unas fieras heridas. Por eso estas naciones son cada vez más peligrosas y actualmente andan jugando con fuego en las fronteras de Rusia. Para ello han comenzado todo un despliegue militar en el Mar Negro, protagonizando varios incidentes con aeronaves rusas, luego ha seguido con todo tipo de maniobras militares en los países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) en la misma frontera rusa y finalmente, lo más peligroso, andan armando al estado ucraniano y sus milicias neonazis colaboradoras, con el objeto de lanzarlas sobre las provincias de Donetsk, Lugansk e incluso la Crimea rusa.
En estas últimas tareas viene contado con inestimable colaboración, en la arruinada Ucrania, de su actual presidente títere que fuera sucesor de Porochenko, un descerebrado llamado Zelenski, de profesión cómico, que día sí y el otro también se permite el lujo a lo bravucón de amenazar a la Federación Rusa con todo tipo de acciones militares, si bien nuestra asquerosa prensa y televisión nos lo pinta al revés, es decir, que los malvados rusos están a punto de invadir Ucrania.
El mundo anglosajón (EEUU, Inglaterra, Australia, Canadá y Nueva Zelanda) nunca descansa para garantizarse su hasta ahora hegemonía mundial, que ya toca a su fin. Le da igual el método a emplear, guerras, invasiones divisiones de países, sanciones, bloqueos y lo que haga falta. Nunca supieron- ni les ha interesado lo más mínimo- lo que es el respeto por el Derecho Internacional, la ética o la moral. Ellos son por encima de todo utilitaristas, sólo tienen intereses.
Francamente, casi es para creer en la doctrina de Manes y la dualidad que este enunciara sobre la eterna lucha entre las fuerzas del Mal frente a las del Bien.
Cuando escribo estas líneas el “progresista” Biden se entrevista con Putin para intentar bajar la tensión. Las primeras impresiones del encuentro no son muy favorables. Puede ocurrir cualquier cosa y en los próximos días se despejará la incognita. para saber si seguimos jugando con fuego. Si tocan al oso ruso, este responderá con un potente zarpazo. Herramientas le sobran para ello y en guerra electrónica y misiles hipersónicos ya ha superado ampliamente a los Estados Unidos.
Mientras tanto Alemania (a pesar de la crisis energética que sufrimos) no se atreve a poner el funcionamiento el nuevo gaseoducto ruso, conocido como el Nord Stream 2, que a través del Mar Báltico, traería gas a Europa sin pasar por Ucrania, como hasta ahora.
¿Y España, y la reaccionaria Margarita Robles, qué tienen que decir sobre todo esto? Por lo que respecta a informar a la opinión pública nada de nada, guardan silencio; pero eso sí nuestro país como palanganero mayor del reino, ya ha desplegado varios aviones caza en Rumanía, cerca de la frontera rusa, amén de los que ya dispone en las repúblicas bálticas.
Si todo salta por los aires en este difícil equilibrio, nos veremos en una problema.