Hoy analizamos los últimos datos sobre la economía española que se han publicado: por un lado tenemos el dato del paro, que mejora cuantitativamente pero no cualitativamente y, por otro, tenemos los datos de venta de empresas, que acreditan que el crecimiento se ha desacelerado durante la primera mitad del año. También hablamos sobre las irregularidades en las cuentas del sector bancario, el programa de el programa de compra de bonos corporativos del Banco Central Europeo y el anuncio, en absoluto populista, del Partido Popular: bajarán los impuestos si ganan las elecciones. Con Francisco Guillén e Ignasi Carrera. Conduce Juan Carlos Barba.
Fotografía de European People´s Party
Ignasi, con su sentido común, lo clava. Cuantas más crisis mejor para la oligarquía internacional porque se van a quedar con todo y vamos a estar más esclavizados. Consecuencias del sistema perverso de deuda. Y si te sales ya de él ya sabes lo que te pasa, que te llevan la democracia sí o sí como en Siria.
Todo el mundo sabe que la deuda es impagable. Es un instrumento de poder para someter naciones enteras ¿Los bancos centrales están en manos públicas o privadas? Yo creo que nunca nos va a dejar entrar en quiebra, lamentablemente para nosotros.
Realmente ese antiespañolismo, ese odio al español por parte de los mismos españoles, esa enfermedad, viene de lejos. De la infiltración de la masonería al servicio del Reino Unido y de Francia, es decir, de los enemigos de España, en los órganos de poder españoles y causa de la independencia americana. Y de la cual es heredera toda la izquierda “española” y el separatismo (La bandera estrellada, por poner un ejemplo, tiene un origen masónico claro y la bandera de Euzkadi o Euskadi, término inventado por Arana y según le dé al separatismo, es un copia de la Union Jack. Ambas inventos sin origen histórico, sin ninguna tradición)
En nuestra guerra del 36 y antes, se vio este antiespañolismo con meridiana claridad en el bando perdedor con sus vivas a la URSS (ese paraíso de la libertad y de los derechos humanos) y sus mueras a España.
Durante el franquismo, precisamente eso se resolvió y todo el mundo se identificaba con su bandera. Por no hablar de un régimen que había traído a España la prosperidad y la justicia social. A la muerte de Franco en la cama en un hospital de la Seguridad Social que él creó para los trabajadores de España, comenzó la denominada Transición (para los leales a aquél régimen una auténtica traición) y con ella la vuelta a España de aquellas cosas desconocidas durante muchos años como los partidos políticos, el partido comunista, los socialistas, la ugt, la eta, el paro, el crimen, la inseguridad ciudadana, el destape, la películas guerracivilistas donde los malos eran precisamente los que ganaron la guerra, cuando se legaliza la ikurriña, se permiten los separatismos locales, etc. Cuando vienen los brutales asesinatos de la eta.
Es con el Régimen del 78 cuando después de un largo período se cuestiona a España y su unidad, cuando se mofa incluso desde el estado de la misma España, cuando se manipula la historia de España desde postulados separatistas y antiespañoles, en fin, todo lo que conocemos perfectamente porque lo llevamos viviendo en directo 40 años.
Por todas estas razones, Juan Carlos, es una guasa que tratéis siempre de identificar el Régimen del 78 con el franquismo cuando en sí es incompatible con ese régimen. Es más, cuando es absolutamente cercano a vosotros, a la izquierda. Otra cosa es que sea una fase superada de vuestro proyecto final, pero que es mucho más afín a vosotros que al franquismo-entre otras cosas porque es incompatible con éste- es harto evidente.
Resumiendo. España va íntimamente ligada a la Cruz (la Reconquista, la Evangelización de América, etc.) Y claro, eso no gusta nada, desde tiempo inmemorial, a los que dirigen los hilos de liberales e izquierdistas actuales.
Por otra parte, me sorprende que después del lavado de cerebro que se ha hecho durante el Régimen del 78 en las regiones de Cataluña o Vascongadas todavía no hayan conseguido mayorías aplastantes los separatismos regionales. Lo que demuestra que, a pesar de todo, no cuela el rollo separatista y hay mucha gente sana y con sentido común.
A mí, desde muy pequeñito siempre me pareció extraño y enfermizo odiar a tu propio país, a los tuyos, a tu historia. Desde la discrepancia.Un cordial saludo,