Hoy ampliamos el debate respecto a la planificación de la economía. Hayek, luminaria liberal del austriacanismo, mentalidad de tiburón, se declaró incapaz a sí mismo y a todos los demás de determinar los mecanismos de formación de precios. Propuso, en su lugar, dejarlo todo en la invisible mano del mercado. Y le dieron un “nobel” de Economía por ello. Premio por no intentarlo y evitar que lo demás lo intenten también. Vámonos todos al bar que esto funciona solo. Sin embargo, una cosa es soltar un premio y otra es ir y creérselo. Los Gobiernos siguieron intentando regular los mercados, cuando la competencia venía fuerte, y demandando libertad cuando sus propias empresas estaban en posición de barrer a las demás. Las propias multinacionales desoyeron los cantos de sireno túnido de Hayek y siguieron organizándose en base a los principios de la planificación central. Por supuesto, muchos clubes de liberales siguieron defendiendo las bondades de no hacer nada. A veces, incluso, refiriéndose a la economía. ¿Por qué se siguen defendiendo unos principios de inacción que nadie practica? ¿Qué trama la mano no tan invisible y bastante tangible del mercado? ¿A quién pretende desactivar? Con @IracundoIsidoro , @Shine_McShine , y @desempleado666. Conduce @TxusMarcano.
Bibliografía: “Is capitalism obsolete?” Giacomo Corneo. “The visible hand” Alfred D. Chandler Jr. “Capitalismo, nada más” Branko Milanovic. “The Entrepreneurial State: Debunking Public vs. Private Sector Myths” by Mariana Mazzucato. “Red Plenty: Inside the Fifties’ Soviet Dream” by Francis Spufford. “Farm to Factory: A Reinterpretation of the Soviet Industrial Revolution” by Robert C. Allen. “The People’s Republic of Walmart: How the World’s Biggest Corporations are Laying the Foundation for Socialism” by Leigh Phillips, Michal Rozworski. “Fully Automated Luxury Communism: A Manifesto” by Aaron Bastani.
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