Hoy hablamos sobre el documental “La cruda realidad”, dirigido por Aitor Iruzkieta, que habla sobre los límites del crecimiento, esos límites en la disponibilidad de energía y materias primas, sobre los problemas que general el desarrollo exponencial de la economía y sobre las posibles soluciones ante la trayectoria suicidad que ha emprendido la civilización. Con el propio Aitor Iruzkieta, Alex Corrons y Juan Bordera. Conduce Juan Carlos Barba.
Fotografía de john mcsporran
“El desarrollo del hombre depende fundamentalmente de la invención. Es el producto más importante de su cerebro creativo”. Nikola Tesla.
No sé si fue Millán Astray, o uno por el estilo, el que dijo que cada vez que escuchaba la palabra cultura le entraban ganas de coger una pistola y liarse a tiros.
Pues bien. Escuchando un programa como este te entran ganas de coger una pistola y pegarte un tiro.
Claro que hay salida: rompiendo el paradigma. Estamos un poco hartos de los llantos pseudoizquierdistas, de la conspiración del cambio climático y del ecochuminismo.
El pensamiento y la ideología pseudoizquierdistas son autodestructivos, y eso es justo lo que quiere la élite neoliberal.
Hay que romper el paradigma, lo que pasa es que para eso hay que echar cojones e inteligencia,. Y desde luego eso, construir un nuevo paradigma, no se puede hacer desde los antivalores del nihilismo socialdemócrata y de una sociedad infantilizada, asentada sobre el dámelo todo hecho.
Tiene que haber nuevas fuentes de energía, tal vez la fusión, que permitan dar un salto cualitativo hacia otro estadio. Desde luego, desde el actual paradigma, vamos hacia al desastre de cabeza pero con un cambio de valores, con un cambio de ideas que permitan alcanzar otros puntos de vista que permitan a su vez otras perspectivas de la ciencia, la economía y la tecnología podremos ir hacia otro paradigma que supondría un salto en todos los aspectos. Nos va la vida en ello.
Cuál es la alternativa a la que nos llevan el neoliberalismo y la socialdemocracia. Hacia una nueva Edad Media de estancamiento o retroceso? Eso no tiene por qué ser así.
La colonización del espacio no es simplemente una idea friki. Desde luego con la tecnología actual y las densidades de flujo energético que manejamos parece una fantasía de nerds y así es como lo ven los enteraos. Para qué sirve ir al espacio se preguntan los borregos? Esa es otra versión del concepto de “muera la inteligencia”. Son la clase de gentuza que se escandaliza porque se gasten sumas de dinero en la investigación científica o la exploración espacial mientras gritan por los goles del Madrid o los tantos del tenista ese que está hasta el culo de drogas y doping -diré el pecado y no el pecador, pero los franceses contaron las verdades del barquero en sus medios que nadie quiere oír en España sobre el deporte y los deportistas españoles- y sin embargo no claman tanto contra las grandes sumas de capital que se gastan en este país en el fútbol o el gasto armamentístico, ni se preguntan por la inutilidad del fútbol o la estupidez de las guerras, ni por el “money for nothing” que engullen la castuza y los “mamandurrios”. El Madrid otra vez campeón de Europa, no? Pero cuántos nobel de física o química tiene España?
La llegada del hombre a la Luna fue un hito inimaginable tan solo unas décadas antes. Sin embargo, aunque parezca una estupidez, algo inútil, sirvió en cambio para demostrar la alta capacidad humana cuando se pone interés y recursos en una empresa noble y digna. La llegada del hombre a la Luna demostró también que los viajes espaciales son posibles.
JFK dijo: “queremos ir a la Luna no porque sea fácil sino porque precisamente es difícil”. Y ese es el espíritu. Desgraciadamente este pensamiento es difícil de comprender en una sociedad adoctrinada en el hedonismo decadente, en los antivalores de la telebasura, en el dinero fácil y en lo inmediato.
Desde luego el actual marco de pensamiento nihilista y los antivalores actuales conducen al pesimismo, por eso oímos cosas como que nos encaminamos hacia un nuevo feudalismo, hacia una especie de Edad Media. Pero eso no significa que no pueda haber un salto en el marco de pensamiento, de paradigma, que se traduzca en un salto cualitativo en los modelos energéticos, científicos y tecnológicos que den a luz una sociedad nueva. No un paraíso feliz ni un brave new world ni una utopía científica, sino simplemente un lugar y un tiempo donde la humanidad pueda vivir y progresar, conviviendo con los problemas que ha tenido y siempre tendrá pero no por narices hacia el mundo de Mad Max.
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Gracias. No eres el único que piensa así te lo aseguro. Intentemos un cambio de paradigma. No caigamos en la apatía.
Lo que quiero decir es que escuchando programas tan deprimentes casi te entran ganas de suicidarse.