Hoy dedicamos el programa al análisis de la exitosa moción de censura planteada por el PSOE, que ha finalizado con la salida de Mariano Rajoy y el Partido Popular del Gobierno y la entrada de Pedro Sánchez. Con José Luís Escobar, Koldo Sandoval, Antonio Rosenthal y Iago Mejuto. Conduce Juan Carlos Barba.
Fotografía de Congreso de los Diputados
Pedro Sanchez a tirado a todas las viejas glorias (propias y ajenas) a la cuneta,
Ha conseguí que los partidos de su oposición recuperen un discurso anacrónico (el Frente Popular, España se rompe, hay que matar la gallina de los huevos de oro (“matar” los medios de produccion y logistica (Puerto de Barcelona y Corredor del Mediterraneo etc, etc.)
En este contexto de discursos anacrónicos de sus adversarios, veo a Pedro Sanchez como presidente muchos años.
El programa de hoy creo que tambié ha estado un poco influenciando por el *él túnel del tiempo”. Pero, todo y así me lo he pasado “bomba”.
Por cierto, nadie habla de la Deuda Soberana. Esta ya saldada? 6
Recomiendo la lectura de “El imperialismo catalán” de Enric Ucelay -Da Cal, una obra monumental de 1000 páginas, que desarrolla la línea estratégica principal del catalanismo político entre 1880 y 1917.A través de un análisis pormenorizado de los mayores intelectuales nacionalistas, Prat de la Riba. Cambó, Eugeni D´Ors, se reconstruye el enlace entre unidad cultural homogénea catalana y la reconfiguración de España como imperio multinacional y multilingüe, y con un horizonte expansivo mediterráneo, alejándose del Estado centralista construido por el liberalismo español decimonónico. Se trataba, para la Lliga Regionalista de combinar un proceso interno y otro externo de construcción nacional:por un lado, la “Cataluña endins” , el reforzamiento de la hegemonía cultural y civilista en el interior, recuperando el espíritu clásico de la polis griega y de la ciudad-estado renacentista y proponiendo un prototipo ciudadano síntesis de político, intelectual y profesional, amante del trabajo bien hecho , el seny y la mesura.Esta ciudad republicana, personalidad artística creadora y viviente, se desplegaría en un proyecto imperial de coordinación de escala mediterránea entre muchas naciones, respetadas en su autonomía y originalidad, frente al democratismo radical jacobino y equalizador de las diferencias culturales.Sería la “Catalunya enfora”, la proyección hispánica del catalanismo, que se inspiraba en el modelo de la Monarquía dual austrohúngara. Frente a la noción de Estado compuesto igualitario, sin privilegios y exclusiones , propia del republicanismo federalizante, el catalanismo defendía un papel de “primus inter pares”, donde la potente y culta y refinada y luminosa sociedad civil catalana, edificase desde abajo una superestructura política imperial de alcance mediterráneo, apoyada en un tipo de hombre portador de valores eternos.El noucentismo mediterraneísta fue un programa estético-político que prefiguró el fascismo, tanto catalan como español.El entramado ideológico del fascismo, su “comunidad de destino en lo universal” , habría llegado a Primo de Rivera desde D´Ors, y a Giménez Caballero y Ramiro Ledesma desde Cambó, que fue mecenas de aquéllos.
Cuando un tertuliano define el corredor mediterráneo como la panacea golosa que atraerá al redil constitucional al independentismo, queda por aclarar qué significado podría tener esa propuesta, porque hay dos opciones posibles y contradictorias, incompatibles entre sí.Si se hace desde la perspectiva del bien común de todos los ciudadanos españoles, se trata de concentrar las inversiones en los lugares donde puedan ser más productivas, para generar una potente base fiscal que el Estado Federal, en uso de la potestad redistributiva de la Hacienda Central tan autónoma en sus competencias como las entidades federadas, pueda emplear para garantizar la solidaridad interterritorrial,y asegurar un nivel homogéneo de servicios públicos esenciales en todas partes, con independencia de que la población sea mucha o poca, ya que sería una aberración intolerable y repugnaría a nuestras intuiciones morales y civilizatorias básicas condicionar la satisfacción de derechos fundamentales al mero tamaño numérico de las comunidades.la dignidad humana no debe retrotraerse a la discriminación censitaria, donde ciertas magnitudes definan arbitrariamente la cualidad moral.
Pero hay la otra opción, el enfoque dual austro-húngaro, aquel en que los catalanistas se atribuyen una superioridad civilizacional que les da derecho moral al protectorado imperial sobre el conjunto de los pueblos españoles, cuya prosperidad y felicidad dependen de reconocer tal superioridad y jerarquía de su gobierno. Son los más eficientes, los más honestos, los más cultos, los más blancos, los que ha de mandar sobre los grupos inferiores y desestructurados y dominados por la incuria, la pereza, la violencia y la grosería.Así ocurre cuando se pide el cupo fiscal,la recaudación catalana de todos los impuestos, y la cesión posterior al Estado de lo que les de la gana en negociaciones ad-hoc bilaterales, por encima y al margen de cualquier norma común de financiación, coherente con principios claros de justicia distributiva, que han de ser los mismos que los que afectan al IRPF considerado en una perspectiva de clase y no de territorios.Son las familias las que pagan , no las regiones.Si los ricos tienen saldo fiscal negativo con el estado, porque los impuestos que pagan, por sus altas rentas, no se corresponden con los servicios públicos que consumen(que son nulos porque no los necesitan , y prefieren una atención personalizada y adaptada estrictamente a sus preferencias, suministrada por el mercado que pueden pagar), sería ridículo justificar su insumisión fiscal, porque “los pobres nos roban”.Igual de absurda es la mentira que siembra el odio acusando a”España” de robar a “Cataluña”.El catalanismo que pretende la ordinalidad pide una barbaridad, que se les garantice que su posición en el ranking de la rentas autonómicas per cápita sea invariables, con desprecio a toda la complejísima constelación de factores que hunden a unas regiones y elevan a otras, o a grupos y comunidades y clases, dentro de los mecanismos objetivos del desarrollo desigual inherente al capitalismo globalizado.Simplemente nadie puede tener esas garantías, ni siquiera la primera potencia mundial ha podido proteger las rentas medias de muchos de sus estados sociales o las rentas per cápita de muchos de sus estados federados.Reclamar en España el privilegio de la hiperprotección para una región, porque “ellos lo valen”, sólo podría ser a costa de desproteger aún más frente al juego contingente imprevisible y caótico de las fuerzas globales de mercado, a otras regiones, cuyos derechos fundamentales son iguales, y no veo de qué manera podría justificarse la discriminación sin recurrir al más repugnante racismo, que no tiene por qué ser biológico, sino basado en la inferioridad de ciertas naciones étnico-culturales frente a otras
O sea que cualquier propuesta que se haga, significa algo determinado sólo dentro de cierta lógica global de planteamiento de los problemas.Si el corredor mediterráneo se reclama desde el supremacismo catalanista, que no admite ser tratado conforme a las mismas normas que rigen para los “inferiores”, y exigen que los ingresos fiscales obtenidos se sometan
a la ordinalidad , fijando topes flexibles ajustables a la redistribución de recursos fuera de Cataluña, que no sería un expolio sino la justa remuneración y retorno del esfuerzo inversor del conjunto del país al concentrar primero esos recursos en los lugares más rentables, pues entonces esta propuesta no resolverá nada, sino que alimentará los agravios comparativos, las pasiones de odio mutuo y el abismo guerracivilista.Los proyectos duales por los que una parte privilegiada de un Estado ejerce la hegemonía sobre el todo, porque influyendo en éste, no hay influencia recíproca del gobierno central en la región, con poder efectivo de veto frente a cualquier ley general que se les quiera aplicar sin consultarles ex-pofeso, son la negación más brutal del republicanismo federal igualitarista, donde todos los interese territoriales son tenidos en cuenta por igual, lo mismo que se garantiza la igualdad ciudadana personal a travesando la diversidad según los parámetros socioeconómicos, de clase, estatus de consumo y estilos de vida, y de agregación política de las voluntades en ideologías omnicomprensivas.Una izquierda que blanquea y legitima el egoísmo territorial de los ricos y su insumisión fiscal, que convalida los inventos de opresiones ficticias que no resisten el más mínimo análisis realista; cuando la izquierda hace todo esto, ya no sabe lo que defiende, no distingue socialismo de fascismo, ni liberalismo de comunitarismo estatal y la razón estratégica y planificadora, energética y biopolítica. Y por eso, por haber desertado de sus principios más elementales, recurre como fraude intelectual al derecho de autodeterminación de los pueblos, cuyo verdadero significado histórico fue la proclama de Wilson, tras la guerra mundial del 14, cuyo objetivo real era la creación multiplicada de pequeños bantustanes estatales, Estados tampón, que pusieran un colchón de seguridad entre Europa Occidental y la República federal soviética, recién nacida, y cuya máxima expansión territorial fue en los años veinte, con la invasión de Polonia por un ejército de campesinos rusos desarrapados,a la búsqueda de la liberación de sus hermanos polacos,carne de expolio a manos de sus terratenientes, y que fueron derrotados por el dictador Pilsudski, movilizando el tradicional odio antirruso y el derecho de autodeterminación de los polacos, que prefirieron su vieja tiranía autóctona antes que la libertad traida por el extranjero.En cuanto al derecho leninista de secesión, fue proclamado con un sentido opuesto a este reaccionario, al servicio táctico de la promoción de un comunismo universal, cuyo horizonte utópico irrenunciable era la unificación de toda la Tierra bajo una misma ley política, cuya base de legitimidad era la emancipación del trabajo humano en general, homogéneo, abstracto y simple, como verdadero poder ontológico que configura el mundo, y permite la constitución de una humanidad unificada que lleva a su máximo histórico la abundancia de las fuerzas productivas, que gobiernan la naturaleza entera como el cuerpo inorgánico de la humanidad, y que toma el destino en sus manos al cancelar la alienación con respecto a la actividad productiva y sus resultados objetivos, merced a la expropiación de los expropiadores y la organización de cooperativas autónomas de trabajo libre asociado con protección y regulación global del Estado obrero.El nuevo Estado soviético pretendía asegurarse la lealtad de los antiguos pueblos oprimidos del zarismo, ligándolos a un proyecto con base de legitimidad completamente distinta, la comuna autoorganizada de los trabajadores libres, en el seno de la cual quedarían cegadas todas las formas históricas de desigualdad y opresión, la distinción entre libres y esclavos,hombres y mujeres, autóctonos y metecos, ricos y pobres, propietarios y asalariados, porque todos los humanos, sin excepción, en tanto dotados de lengua, mente, manos y cuerpo vivo activo, son portadores de una fuerza de trabajo genérica, de una capacidad de gasto energético configurador de la materia del mundo.Y los distintos cuantos de esa sustancia laboral común, incorporados y cristalizados en los bienes , medidos por el tiempo socialmente necesario de su producción es lo que explica y desvela el enigma del valor y las proporciones regulares de cambio de productos cualitativamente heterogéneos,según la diferencia de sus usos y utilidades.No hay nada más antagónico que este proyecto de integración creciente del trabajo liberado asociado en escalas cada vez mayores y más productivas, y la multiplicación nacionalista de estados de cultura mutuamente aislados,y meramente yuxtapuestos, como mónadas solitarias autocentradas y autárquicas que no requieren de la mezcla con nada ajeno para asegurar la permanencia eterna de su identidad esencial propia, puramente espiritual basada en almas colectivas inmateriales, simples, ingénitas e inmortales, al carecer de composición y de partes distinguibles.El derecho de autodeterminación era un dispositivo pedagógico persuasivo para disipar la desconfianza frente al antiguo chovinismo zarista gran ruso, pero el objetivo no era promover la disgregación y la secesión de Estados separados, sino todo lo contrario, disuadir la ejecución efectiva de la secesión, para dar tiempo a los pueblos a constatar cómo el comunismo universal promovía sus verdaderos intereses, liberando su auténtica fuerza, su subjetividad operante de cuerpos vivos, y no sus almas inexistentes, separadas e inmortales, dentro de la cosmovisión cerrada de cada lengua.Lo mismo que la forma matrimonial puede promoverse precisamente pactando de antemano un divorcio fácil que te garantiza no pasarte la vida en una cárcel emocional en caso de equivocación, y no puede decirse que el divorcio esté diseñado para producir soltería sino matrimonios, el derecho leninista de secesión estuvo diseñado para promover la unidad política de las naciones en superestructuras de escala creciente, en un horizonte de expansión indefinida universal, no la proliferación caótica de pequeñas naciones, pasto de la opresión de grandes potencias o multinacionales depredadoras.La secesión nunca fue ejercitada por ninguna nación federada en la URSS,la secesión fue efectiva sólo con el fin del régimen soviético y el abandono del comunismo.Entre socialismo leninista y consumación efectiva de la secesión hay una incompatibilidad radical, lo contrario que nos dicen los indepes, dentro de su propaganda fraudulenta.El mero derecho de separarse es lo opuesto de la separación realizada, y su intención fue siempre evitar ésta.
Estamos en el siglo XXI.
Creo que hemos de salir un poco de la burbuja del pasado.
https://youtu.be/mSScV6Rt_6s
Quien ignora el pasado camina entre tinieblas y está condenado apegarse un batacazo.No hay comprensión posible del siglo XXI sin la reconstrucción historiográfica del siglo XX.Antes de que existieran los actuales sitemas tecnológicos de navegación marítima, los marineros orientaban la navegación, no mirando directamente al mar, lo cual es imposible sino dando el rodeo de otear las estrellas,la cúpula del cielo estrellado era la herramienta que les permitía trazar un mapa para dirigir el curso de los viajes.En el proceloso y contingente mundo de la historia y la política, donde no se repiten nunca exactamente dos situaciones idénticas, no cabe tampoco orientar y guiar la acción imprescindible y urgente mirando directamente al presente, demasiado rugoso, heterogéneo, plural y caótico para suministrar senderos de significado claro y unívoco, es preciso también dar un rodeo, adquirir un punto de vista sinóptico, panorámico, retrocediendo en el pasado,reconstruyendo la génesis de las instituciones actuales, ya sea para repararlas, reformarlas o suprimirlas.Una vez que conocemos cómo algo ha sido hecho estamos en condicione tanto de confirmarlo , reproducirlo y reiterarlo, como de deshacerlo y suprimirlo.La complejidad dinámica de la vida social no admite la congelación de contextos abstractos y aislados de laboratorio, donde puedan construirse, controlando las variables, verdades estrictas apodícticas, leyes regulares,repeticiones y reiteraciones estrictas de fenómenos.La historia es el único laboratorio posible para als ciencias sociales, y para la política de inspiración racionalista que presuponga los mejores conocimientos disponible sen cada momento.Sólo en la reconstrucción genética de las instituciones, pueden testarse las hipótesis sociológicas que dirigen el ensayo y error de las innovaciones políticas, de sus riesgos y sus apuestas.
no se puede entender cabalmente la naturaleza del nacional-catalanismo actual sin saber sus objetivos estratégicos, y estos son inseparables de las dos grandes posibilidades objetivas que tiene abiertas: a)la consecución de un máximo privilegio bilateral dentro del Estado, como pacto confederal Cataluña-Madrid,definido por normas excepcionales negociadas ad-hoc en cada momento(y quedando el resto de los territorios subordinados al centro, como entidades federadas integradas por normas igualitarias comunes, obligatorias para todos, sin privilegios y exclusiones.
b), la aplicación del derecho de autodeterminación en una secesión unilateral, que puede ser forzada o permitida de buen grado por el poder soberano español(y aquí el “diálogo” reclamado sería falsario por completo, ya que su esencia es que ambas partes, en aras del acuerdo y según los avatares imprevisibles de la negociación,estén dispuestas a retirar , sacrificar o modificar sus objetivos iniciales básicos, mientras que el independentismo predetermina rígidamente el único resultado admisible de la negociación, a saber, la irrenunciable consecución de la independencia estatal).
Pues bien , tales opciones, como cualquier entidad histórica, sólo admite una definición reconstructiva genética, es decir precisan del análisis histórico para comprender la génesis de su formulación, tal como ha llegado a existir.Para ello, deben distinguirse dos fases en el nacional-catalanismo, hasta 1917, donde domina la idea imperialista de la dualidad austrohúngara como modelo(y que es el embrión de la posición actual de cupo fiscal, ordinalidad y bilateralidad dentro del Estado, sin secesión formal), y desde 1917, tras el hundimiento de los imperios europeos multinacionales, dominó la idea secesionista, en congruencia con los famosos puntos del presidente USA Wilson para la reconstrucción europea de postguerra.Esas siguen siendo las opciones vigentes hoy, con las modificaciones pertinentes que han sufrido en un proceso unitario necesario de evolución que la historiografía ha de reconstruir.No se trata ,por lo tanto, de ninguna “burbuja” superflua, inútil o perniciosa, sino del método de conocimiento que toda política emancipatoria digna de tal nombre ha de seguir por obligación, sino quiere perder la conexión viva con el racionalismo ilustrado, que culminó en la Revolución Francesa y es el origen irrebasable trascendental de todas las generaciones de la izquierda histórica efectiva, y no retórica, indefinida, vacua, sentimental, impotente y cursi hasta la extenuación.