Hoy hablamos sobre la hegemonía del dólar, qué ventajas supone para los Estados Unidos y los movimientos en su contra, especialmente el Banco de Desarrollo de los BRICS y el Fondo Monetario Africano. También hablamos sobre el liberalismo y el neoliberalismo analizando sus fundamentos teóricos y su desarrollo histórico. Con Ignasi Carrera, Luís Cosín, Francisco Guillén y David de Historia-Economía-Filosofía. Conduce Juan Carlos Barba.
Fotografía de AK Rockefeller
Resumen: Lapidación del liberalismo por todos los contertulios, muy entretenido y edificante.
Cada día más interesante el programa.
Está muy bien definida la sociedad contemporánea que habéis expuesto en este programa. El neoliberalismo se ha alimentado de entre otras muchas cosas de la moral popular (cohesión, amistad, lealtad, honradez…), y ha pasado al todo vale para conseguir los objetivos individuales como ley universal.
La educación no sólo se imparte en los centros académicos, también se imparte en los medios de comunicación, en las familias y amigos y en todos aquellos pilares que sostienen una sociedad. Un país que se ha construido con unos cimientos basados en la mentira, el amiguismo y la corrupción entre otros, por lo general tiene unos padres mal educados que a su vez tiene unos hijos sin valores: respeto, dignidad, honor, lealtad… que son los verdaderos cimientos sociales que nos empujan al mañana. Esto da lugar a la fragmentación social y a la desigualdad, donde las personas dejan de ser importantes para dar paso a lo meramente superficial y cuantitativo, y lo material adopta un valor mayor del que realmente tiene. “Si es el ladrón el que monta las cerraduras no esperes seguridad al instalarlas”.
La esperanza en estos momentos no es suficiente, es urgente un cambio de mentalidad de toda la sociedad y eso lo veo utópico.
Dicen que no hay dos sin tres y en estos momentos por desgracia tal vez tengamos que revivir unos acontecimientos tristes y macabros como a principios del siglo pasado para que de ahí resurja el sentido común colectivo. Un saludo a todos y en especial a David que ha hecho un programa soberbio.
1. Pienso que hay dos cosas a tener en cuenta sobre el “Estado del Bienestar”:
– ORIGEN: Alemania fue el primer país del mundo en adoptar un programa de seguro social. No con la socialdemocracia o la tercera vía sino con el reaccionario Otto von Bismarck ¿Por qué lo hizo? Para contrarrestar las revoluciones de 1848 e ideas de la época y la demanda de opciones socialistas (marxistas) de la época. Se combinó con un programa de indemnización a los trabajadores creado en 1884.
– MANTENIMIENTO: Con impuestos no con burbujas. Pero si hay leyes fiscales que cargan sobre las rentas de trabajo (cada vez menos trabajo), paraísos fiscales y otros arreglos fiscales y el Estado cubre deudas bancarias que pagan esos mismos — Kaput !
2. Protestantismo y el capitalismo (en sus orígenes): El “principio de escritura” (el que cualquier persona, incluidas mujeres y niños) tuvieran que leer la Escritura por sí mismas e interpretarla (sin intermediarios) llevó a erradicar el analfabetismo a los países protestantes /calvinistas mucho antes que los católicos. Se dice que el erradicar el analfabetismo y el acceso a la educación alentaron el individualismo y el capitalismo.
3. Cada sistema económico y social es una visión del mundo. Pero, ni yo ni la mayoría causamos ni tenemos culpa de burbuja alguna. Ni de la deuda que pagamos.
A mí nadie me ha pedido “comisiones” por notas (profesores), por curarme (médicos), pagar un incendio (bomberos)
Conozco MUCHA gente que da más de lo que le exige el contrato laboral, particularmente si el trabajo le gusta y es útil.
La burbuja enriqueció la ambición de bancos (que cogieron dinero de fuera y los ahorros de la gente para hacer apuestas (especular) en derivados; Empresas constructoras y promotoras inmobiliarias (que tienen ciudades vacías y DACIÓN EN PAGO en el Sareb) y administraciones que no pararon la burbuja y que cobraron comisiones por obras públicas.
Cuando me enteré de la corrupción, dejé de votar, y sí voté no fue para que hicieran eso. Así que el que dice “todos”, pues para él. Por fortuna, pienso que la corrupción está arriba.
En un lobby alemán para colar la deuda se inventaron eso de “todos” que repitieron los diarios. Pues, no. Todos no. Salvo que el todos sea una alusión genérica al “sistema” que nos encontramos.
La culpa es negra y nadie la quiere, pero en este caso la “m.” regalima desde arriba.