Hoy dedicamos el programa a debatir sobre el salario mínimo interprofesional y polemizar alrededor de las políticas de fijación de sueldos y, en general, sobre el mercado de trabajo, con Jordi Llanos, Alberto Cornejo y Borja Odriozola. Conduce Antonio Rosenthal.
Fotografía de Robert Shele
Estupendo programa!!
Quiero empezar dandoos la enhorabuena a los cuatro.
Bien, yo no soy economista (a dios gracias, dados los tiempos que corren), pero ante teoría, me gustaría introducir algo de tierra bajo los pies, algo de práctica:
-Primero, tanto Alberto como Borja parecen asumir que el empresario está por encima del bien y del mal, y que tiene que soportar a los insidiosos empleados con sus reivindicaciones y sindicatos. Bueno mi aportación práctica ante eso es una que conozco bien, la mía. 17 años en una gran empresa como Iberia, 17 años de los cuales, la mayoría con el sueldo congelado, 17 años en los que cada vez que se negocia un convenio colectivo cruzamos los dedos para perder lo mínimo en cuanto a “privilegios” (que si el transporte, que si billetes, que otra vez congelados, que si convierten los trienios en quinquenios, etc…). En estos 17 años, yo no he conocido luchas colectivas, ni huelgas importantes debido a esto, sólo una vez hemos hecho presión como está mandado, y todos juntos: debido a la fusión con British, y ha sido por la sensación de que nos han vendido, de que han puesto la empresa a hornear para que se la coman otros, con cierres de líneas muy rentables con el pretexto de que no lo son (pero los de pie de avión VEMOS como los A340 se quedan sin plazas, no pueden engañarnos), etc… Así que puede decirse que nos hemos movilizado por que vemos peligrar la empresa, al final es la que nos da de comer (ni siquiera por nuestros sueldos, ¡por el peligro para la empresa!).
Bueno quiero decir con esto, que ni el empleador está por encima del bien y del mal, ni tampoco el empleado (!de echo conozco a algunos que tela!), y que por descontado no somos la mosca cojonera que cuenta la mitología popular.
AFIRMO que no están las dos partes (empleador y empleado) en igualdad de condiciones para negociar las condiciones de un contrato. No está en la misma posición el dueño del Bar que tiene 10 candidatos locos por empezar a currar en la temporada de verano, que el camarero que lleva 10 meses en paro, tira para adelante con una bolsa de alimentos de Cáritas, y su familia está al borde de la ejecución hipotecaria, y más dado que hay otros 9 chavales para coger ese trabajo, y sabediós que condiciones estarían dispuestos a aceptar (y esto, es historia actual señores, PASA TODOS LOS DÍAS). Ni tampoco está en igualdad de condiciones un trabajador, cuyos sindicatos están liberados de trabajar por la empresa para dedicarse a “cosas de sindicalistos” (lo se muy bien, sufrimos mas a los sindicatos nosotros, que la empresa, es que son muy amigos).
Partiendo de la base de que prefiero asumir que tanto el empleador como el empleado PODRÍAN ser unos auténticos cabronías (me parece bastante mas real) que solo miran por el interés propio, quiero darle la vuelta al ejemplo que habéis puesto del salario mínimo: imaginemos un salario mínimo de 50cts, imaginemos, con MI ejemplo del camarero, cuanto dinero van a gastar los empleados con sus sueldazos (seamos coherentes serán sueldos de mierda), en vacaciones, móviles, luz, etc…. no se si será algo indigesto para la economía. No se vosotros, pero yo, si mi familia está pasándolo mal haré LO QUE SEA insisto LO QUE SEA, y eso no es teoría.
Bueno, me ha parecido muy interesante escuchar el programa, y considero las estadísticas y teorías muy interesantes, sin dejarse llevar por las mismas, que muchas veces las teorías y la práctica son antagónicas, y la realidad es muy tozuda, y he echado en falta un poco de eso: realidad.
Enhorabuena de nuevo, ¡¡y espero que sigáis así!!
Por cierto, cuando suelto las lindezas que suelto de los sindicatos, debo completar la info diciendo que el problema son los mayoritarios, hay algún reducto de sindicato que intenta hacer su labor como es debido, y ahí debo entonar una culpa hacia los trabajadores, puesto que estos son minoritarios, y lo son porque no tienen nuestro apoyo.
P.D. esto de contestar el comentario de uno es raro ¿no?, je